El Parc Sanitari Sant Joan de Déu coordina el programa Final de Vida y Solitud, financiado por la Obra Social “La Caixa”, bajo el lema “Sentir-se acompanyat fins a l’últim instant”. El centro Sanitario de Sant Boi de Llobregat lleva desde el 2017 participando como coordinador, junto con 5 entidades cuidadoras y casi 120 voluntarios reunidos en 5 años.
El programa Final de Vida y Solitud tiene como principal finalidad acompañar a personas en situación de soledad no deseada que se encuentran al final de su vida y con ello se reduce el impacto emocional de la experiencia al sentirse acompañados. Cuenta con aproximadamente 1.000 usuarios de la zona del Baix Llobregat Sur.
En la zona sur de la comarca, el programa se lleva a cabo en diferentes entidades como el CAP Vinyets, la Residencia Colònia Güell, la Llar Sant Josep, el centro sociosanitario Prytanis, la Residencia El Sol, la Fundació Germà Tomàs Canet y en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, concretamente en la unidad de curas paliativas, por donde han pasado hasta 2.753 usuarios en los 5 años de historia. A nivel nacional, el programa cuenta con más de 1.200 voluntarios y más de 160 empresas cuidadoras y que ofrecen voluntariado.
La coordinadora de la red del Baix Llobregat Sur, Elisabet Carrasco, es la encargada de preparar a las personas que se enfrentarán a programas con una carga emocional de alto grado. Entre algunos de los requisitos para poder formar parte del programa, es necesario tener 19 años y disponer de tiempo para adquirir la formación necesaria para realizar el trabajo de voluntario en este tipo de programas. Para empezar, se ofrece una formación básica sobre el programa, y después una formación continuada que adentra en diferentes temas como la gestión emocional o el acompañamiento a personas que se encuentran solas.
El papel de los voluntarios
Elisabet Carrasco destaca que para poder participar es necesario poderse dedicar a ello y es muy importante la formación, “es necesario que aprendan a conocer la realidad de los usuarios o como es un proceso de duelo en primera persona”.
Un claro ejemplo del trabajo es Sandra Martínez, una voluntaria que lleva 9 años acompañando a 10 personas durante unas horas al día, que son usuarios de la unidad de curas paliativas del Parc Sanitari Sant Joan de Déu. El trabajo no es con todos el mismo, ya que con algunos pasa tiempo durante meses y con otros solo coincide una semana. “Es difícil no implicarte. He descubierto muchas formas de acompañar el final de la vida, desde jugar al ajedrez, hasta quedarme en silencio a su lado”, declara Martínez.
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