No hace ni 24 horas que se ha estrenado la playa de perros de Gavà, que se auto-etiqueta como “la primera del Delta” en hacer un hueco a los cánidos. ¿Pero es cierto que es la primera? Pues podría ser que no, porque desde hace un año el mejor amigo del hombre campa (o se remoja) por sus fueros en los arenales de Can Camins, en El Prat.
Este martes, El Llobregat.com recogía en una información la visita de la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia (PSC), a la playa de les Marines para dar el visto bueno definitivo a la ‘reserva’ de 1.000 m2 de playa para canes que se ha habilitado a la altura de la calle Tamarit y que empezó a funcionar al día siguiente. Durante el acto se subrayó a los medios de comunicación que la iniciativa era “la primera playa para perros del Delta del Llobregat y también la única del litoral del área metropolitana (si no se tiene en cuenta la de Llevant, en Barcelona)". El espacio tiene capacidad para 70 animales y un centenar de personas.
Pero si se tira de hemeroteca, el título honorífico de “primera playa de perros del Delta” de les Marines queda un poco en entredicho. O al menos surge una duda razonable algo que no es nada baladí en un territorio donde las grandes urbes compiten entre ellas desde tiempos inmemoriales por marcar perfil propio, empezando por los productos agrícolas (el pollo ‘pota blava’, la alcachofa, los espárragos, los tomates cherry…).
Desde hace un año
Y es que si se bucea en internet (y se entra por ejemplo en la página web del Ayuntamiento de El Prat) se constata que, desde el pasado verano de 2021, la playa de Can Camins [exactamente entre los accesos 22 y 24] es un espacio abierto para los canes entre las 20.00 horas y las 8.00 de la mañana. Para más inri, entre octubre y abril, las mascotas tienen siempre abierta la puerta a los arenales.
¿Quién tiene razón? Pues eso va a depender de los criterios que se utilicen para definir algo tan genérico como “playa para perros”. Porque en una cosa tiene toda la razón Gavà, el municipio ha sido el primero del Baix en habilitar un espacio junto a las dunas y las olas “exclusivo” para las mascotas y sus dueños, es decir, un área segregada del resto de la playa de les Marines por vallas y por cuerdas. En El Prat no hay barreras.
‘Pet friendly’
Además, la playa ‘pet friendly’ de Gavà puede ser utilizada para el baño y el paseo por las mascotas en el horario más habitual de uso de las playas, el más típico de los veraneantes: de 10.00 h a 20.00 h (en principio, solo hasta el próximo 11 de septiembre). En su contra juega que al espacio no pueden acceder todos los perros, solo los que están censados.
La persona propietaria o acompañante que lleve su mascota al arenal de Gavà-Mar debe acreditar la inscripción con la chapa censal (debidamente colocada en la correa) y/o un carné o ficha del censo municipal donde reside habitualmente el animal. En caso de personas extranjeras, sólo deberán aportar el pasaporte o certificado zoosanitario de la Unión Europea del perro.
Combate a los puntos
Pero estos argumentos técnicos son fácilmente desmontables por la candidatura pratense, porque pese a que haya diferencias, quien da primero, siempre da dos veces. Y, además, da primero, que es justamente el tema a debate. El hecho de que en la playa de les Marines se ejerza un control del aforo mientras que en la de la retaguardia de la tercera pista del aeropuerto Josep Tarradellas el acceso sea completamente ‘freestyle’, le da un punto a El Prat en este singular duelo. Porque el combate, aunque sea un tanto ficticio, está claro que no lo va a ganar ninguno de los dos púgiles por KO técnico.
Sea quien sea el que al final se lleve al gato (o, mejor dicho, al perro) al agua (del mar), ambas playas exigen un idéntico requisito a cánidos y personas: el uso responsable, y es que tanto la una como la otra son estrictas en materia de civismo. Por ejemplo, en la de Can Camins “está totalmente prohibido dejar en la arena las heces” y, por tanto, como ocurre en el casco urbano de la ciudad, “deben recogerse una vez el animal ha realizado sus deposiciones”, recuerdan desde el ayuntamiento. En la ‘reserva’ de la calle Tamarit, más de lo mismo: se deben recoger las deposiciones del perro y depositarlas en la papelera o en contenedor de basura más cercano y se recomienda mojar con agua la zona en la que el perro haya hecho sus necesidades.
‘Flyers’ con las normas
En Gavà, están repartiendo ‘flyers’ entre los visitantes y los potenciales usuarios para que conozcan las normas de funcionamiento. Para empezar, el portador de la mascota deberá ser siempre mayor de edad y “debe responsabilizarse del animal en todo momento evitando causar daños o molestias a otros usuarios” (ya sean personas o perros), precisan desde el consistorio.
En el caso de los perros potencialmente peligrosos, el animal “debe ir siempre atado con una correa que no sea extensible e inferior a dos metros; debe llevar siempre el bozal, incluido en el baño; la persona propietaria debe ser mayor de edad, llevar la licencia municipal y no puede conducir a más de un perro potencialmente peligroso”, según consta en la normativa.
Buena convivencia con los bañistas
Pero aún hay más recomendaciones. Para garantizar la buena convivencia entre los animales de compañía y los bañistas es necesario que el animal entre y salga de la playa sujeto con correa; llevar el collar o el arnés en todo momento para facilitar la separación en caso que sea necesario; queda prohibido lavar los animales en las duchas públicas, salvo la habilitada para perros. No se puede utilizar jabón; no se permite alimentar a los perros; y se recomienda evitar las horas de máxima insolación y velar por que el perro disponga de agua para evitar la deshidratación.
Para poner en funcionamiento la playa para perros de Les Marines, el Ayuntamiento de Gavà se ha coordinado con el Servicio de Promoción y Conservación del Espacio Público del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), gestor de las playas metropolitanas. El reducto para mascotas está dotado de una acometida de agua que abastece a una ducha y una fuente para uso exclusivo de los perros. Además, para garantizar la calidad del espacio, se han programado analíticas específicas y periódicas tanto de la arena como del agua de baño. El Prat tampoco se queda atrás en materia de prevención sanitaria pues también dispone de duchas para mascotas y realiza periódicamente analíticas del arenal y de las aguas,
¿Quién ganará?
Con los argumentos de uno y otro bando sobre el tapete, el enigma de la paternidad del primer arenal perruno sigue en el aire. ¿Cuál de las dos playas para perros es la primera del Delta? ¿La primera que permitió el baño a los animales o la primera que les acotó un espacio reservado? ¿La que abre de noche o la que abre de día? Hagan sus apuestas.