Una nueva calzada lateral suprime un peligroso punto negro de la C-31

La autovía de Castelldefels (C-31) tiene un punto negro menos. El transitado vial acaba de estrenar una nueva calzada lateral en el margen derecho que permite esquivar un peligroso acceso de entrada y salida a la carretera. En concreto, se ha reordenado el acceso a las fincas situadas en la avenida de Castelldefels 71 -73, a las que únicamente podía entrarse a través de la autovía con una maniobra peligrosa.

Hasta ahora, tanto la entrada como la salida de vehículos de las viviendas se realizaba de forma directa, con un abrupto giro de 90 grados. Además, el acceso a la autovía de Castelldefels desde la avenida era peligrosamente directo, “sin carril de aceleración ni de desaceleración”, lo que generaba conflictos y situaciones peligrosas “entre los usuarios de la C-31 y los vecinos que querían acceder a sus viviendas”, han explicado fuentes municipales.

Las obras de reordenación del acceso, que han tenido una duración de cuatro meses (uno más de los previstos inicialmente), han sido dirigidas por la dirección general de Infraestructures de Movilitat de la Generalitat de Cataluña, que es la administración titular de la carretera. No obstante, los servicios técnicos del Ayuntamiento de Castelldefels han realizado un exhaustivo seguimiento de los trabajos hasta su conclusión.

Expropiación para una valla

Para construir la vía de servicio ha sido necesario expropiar parcialmente una de las fincas afectadas para poder desplazar una valla de protección. La actuación ha respetado, en la manera de lo posible, el arbolado del entorno e incluso se ha mejorado la permeabilidad de la, mejorando el drenaje natural de las aguas.

Desde el inicio de los trabajos la idea siempre fue “afectar lo mínimo posible los árboles existentes y que la tala sea la estrictamente necesaria para mantener el paso de vehículos”, han recordado fuentes municipales. De hecho, mientras se ejecutaban los trabajos se ha estudiado la zona arbolada, incluso la que no ha resultado directamente afectada por la intervención, “para que pueda garantizarse su estabilidad al largo del tiempo, puesto que al encontrarse junto a una vía rápida como la C-31, pueden ser muy peligrosos”, en el caso de una caída fortuita, han subrayado desde el Ayuntamiento de Castelldefels.