Residuos urbanos: un reto colectivo

Muchos afirman que la aparición del coche se explica, entre otros motivos, como respuesta a este problema de insalubridad pública. Más de un siglo después, se imponen nuevos cambios que deberán aportar soluciones para avanzar hacia la movilidad sostenible y atender con la perspectiva global el problema de los residuos urbanos.

La evidencia científica del cambio climático, que cuestiona nuestro estilo de vida basado en el consumo rápido y la generación continua de residuos, conduce de manera inevitable a un nuevo paradigma en el que la reducción, la reutilización y el reciclaje de residuos ocupa un lugar central. En Sant Boi hemos tomado buena nota al impulsar planes para promover la sostenibilidad en el núcleo urbano con inversiones de 4 millones de euros, incrementando un 26% el reciclaje de papel y envases, instalando contenedores inteligentes y calderas de biomasa e introduciendo la mirada social en la reutilización. Estas políticas, que tendrán continuidad en la recién aprobada Agenda Urbana Local, nos han convertido en la única ciudad del Estado con la distinción de “Ciudad más sostenible de España”, siendo además municipio piloto de la Agenda Urbana de Catalunya y de la Española.

Pero estos logros no deben hacernos olvidar que el reto de los residuos urbanos continúa siendo de una enorme envergadura. Que se extienda la cultura del reciclaje y la reutilización es indispensable desde una óptica medioambiental y prioritario para avanzar en la economía circular. Sabemos que todo cambio cultural es lento, pero también que la perseverancia los hace posibles: recordemos que hubo un tiempo no muy lejano en que las deposiciones de perro inundaban nuestras aceras; y eso ha cambiado sustancialmente. En el caso de los residuos urbanos, la clave es insistir en la complicidad de los agentes económicos y sociales, ensayar incentivos a la ciudadanía y diseñar campañas de comunicación eficaces. Todo ello nos aproximará a ese clic que precede a toda toma de conciencia colectiva, aquel momento en que se abre paso la certeza o la convicción de que esos cambios son beneficiosos para el conjunto de nuestra comunidad.