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“No hay autoconsumo de energía a bajo precio por el extremismo ambientalista”
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“No hay autoconsumo de energía a bajo precio por el extremismo ambientalista”

Por Lluis M Estruch
domingo 09 de octubre de 2022, 17:15h

Nacido en Gelida (Alt Penedès) en 1934, Josep Esteve Bosch es un hombre hecho a sí mismo. Emprendedor como pocos, a los 21 años llegó a El Prat y desde ahí empezó a construir su particular imperio: Esteve Grup Inmobiliari. Participó en la construcción de la canalización que llevó el agua potable a todas las casas de El Prat y del descubrimiento del acuífero profundo de la localidad. Se encargó en sus inicios del mantenimiento de la red y formó parte de la sociedad Aigües de El Prat. Por ello es conocido también como “Josep de les Aigües”, aunque dejó la compañía hace ya años por discrepancias en la gestión.

Presume Josep Esteve, entre otras cosas, de haber construido el primer aparcamiento subterráneo de El Prat (que nunca se ha inundado pese a lo que dijeron en su momento sus detractores), de ser uno de los descubridores del acuífero profundo del Llobregat (al excavar un pozo artesano) o de haber garantizado el suministro de agua de toda la población pratense con solo cinco operarios. Vamos a conocerlo a corta distancia.

¿Sus inicios?

Tengo 88 años. Nací en Gelida, hijo único. Fui criado por mis abuelos, allí hice mis estudios primarios. Y es de este pueblo de donde tengo mis peores y mejores recuerdos infantiles. Sabréis que en Gelida se mantiene desde el Siglo XII el popular “ball de bastons”. Yo fui bastoner, entre los 14 y los 18 años, y conservo amigos de aquella etapa. También conocí las penurias de la Guerra Civil y la post-guerra en Gelida. Aún así, no tengo ninguna propiedad en el pueblo, que visito ocasionalmente. Mi madre era oriunda de una casa del “Puig”. A los 14 años ayudé a mi padre, maestro de obras, en sus encargos como aprendiz.

Sus trabajos, ¿siempre por la comarca?

No. Con mi padre tuvimos encargos por la Plana de Vic, el Llucanés y Tarragona a través de una empresa familiar (POYLSA), la cual concursó para instalar la red de agua corriente directa en El Prat, con el Alcalde Josep Ferrer. Estos trabajos duraron cinco años y con la ayuda de un gran experto pocero, el Sr. Xartó, hallamos, a partir de una profundidad de 28 metros, el acuífero profundo de El Prat- una agua muy mineralizada y de gran calidad. Demostramos con tintes que procedía de la cabecera del Llobregat. Al acabar los trabajos pasé a ser el responsable del mantenimiento de la nueva red.

Hacemos una larga pausa y él ordena fechas y hechos. En ocasiones se ayudará de un rotulador y papel para, mediante dibujos y esquemas, explicarse mejor.

¿Cómo sigue la historia?

Vine a un Prat muy diferente del actual con 21 años, pero yo tenía una carencia de sabiduría que no se colmaba de manera autodidacta, ni con la ganancia o con el reconocimiento ajeno. Era un propósito interno que exigía sacrificios extras. Así pues, logré unos ajustes de jornada y empecé a frecuentar la (para mí) magnífica institución técnica de la Escuela Industrial, hasta conseguir (con retraso de edad) completar todo el ciclo de formación profesional y titularme no ya como Aparejador, sino con el nuevo título de “Arquitecto técnico.”

Hizo los estudios junto a su futura esposa, ¿es así?

Sí, con Isabel Madrid. Nos conocíamos desde El Prat y acabamos arquitectura técnica, Más adelante nos casamos. Hemos tenido tres hijas y contamos con siete nietos. Ella ha sido un firme apoyo en todo y compartimos estudios, aficiones y el negocio familiar.

¿Dónde fue su primera obra?

Al acabar la red de aguas compramos un solar e hicimos las primeras 15 viviendas, que se vendieron bien. Más adelante también hice encargos de viviendas particulares, adaptadas al gusto del cliente.

Como pratense, ¿qué opinión le merecen las “casas holandesas” hechas por La Seda para su personal en el Prat?

Fue una buena idea, con un desarrollo de calidad y adecuados ajardinamientos. Aún hoy resaltan entre las demás.

Y empezó el boom migratorio. ¿Usted lo conoció de primera mano?

Sí. En los años 50-60-70 había una gran necesidad de vivienda asequible. Los pisos se vendían con remesas de letras. Al acabar estas, era final de obra y se podía iniciar otra. Yo he procurado vivienda de precio razonable y bien hecha.

En el despacho tiene un mapa gigantesco de comunicaciones y enlaces de la línea 9 y de otros servicios. ¿Es cierto que existe cerca del “Carrefour” una parada de metro completamente hecha, pero sin uso?

Sí, es la llamada “Prat Nord”, pendiente aún del desarrollo zonal. Es tal vez una de tantas infraestructuras con desajustes de calendario.

El ‘Josep de les aigües’ se bastaba con cinco operarios para garantizar la red de aguas a los pratenses, que (según apostilla) pertenece a su entender a los propietarios de los edificios, donde se instaló la conexión directa, hecha con fibrocemento, porque se pagó como contribución especial. Él dejó la “Sociedad Aguas del Prat, SA” por discrepancias. Hoy El Prat se mantiene aún fuera de la red de suministro de Agbar, con una buena agua a muy buen precio.

¿Qué opinión le merece como experto en aguas, el Canal Dreta del Llobregat, de 14 kilómetros?

Es necesario para el regado de la huerta. Debemos protegerlo y mejorarlo. Hablé en mi homenaje de la época en la que desde El Prat, en 1960, en los vagones frigorizados con hielo de Transfesa se encajaban las lechugas, por parte de operarias, y se exportaban a Francia y Alemania. Se debería volver a esta rentable situación. Efectivamente, eso ocurrió cuando ni existía el Parc Agrari. Fue algo similar a lo acontecido en los años previos a la Guerra Civil, cuando la Cooperativa de Sant Boi y otras exportaban vagones diarios de hortalizas al Norte, según testimonios escritos.

¿Y la ampliación del aeropuerto, de la que se vuelve a hablar tanto?

Soy partidario. Son solo 200 metros con la discutida laguna por medio. Con un buen estudio y cuidado se puede ampliar y no tendría afectación para El Prat. También el puerto puede crecer si se colocan unas pantallas sumergidas para impedir la erosión de las playas. Como en Rotterdam (Holanda)

¿Es partidario de impulsar las energías renovables?

Por supuesto. No podemos continuar con este lamentable retraso. Como zona industrial y densamente poblada estamos haciendo el ridículo. Estamos bloqueando proyectos y posibilidades de abastecernos de energía a bajo precio para autoconsumo por extremismos ambientalistas. Y existe la dificultosa declaración de impacto ambiental (DIA).

¿Con cuánto personal cuenta su promotora, actualmente?

Estamos con una docena de empleados, autóctonos y veteranos. Yo empecé con una plantilla de zaragozanos de Santa Cruz del Grío y de granadinos de Trevélez, buenos operarios todos ellos. Con el tiempo se han incorporado a la dirección mis tres hijas: dos economistas, y la pequeña, ingeniera informática. Es un buen refuerzo, porque la construcción ha ido transformándose en la últimas décadas. Yo estoy de retirada, les traspasé el mando con la ventaja de que nuestro mapa de actuación sigue siendo El Prat.

El barrio de Llevant, donde esta la Promotora, es un barrio construido y urbanizado por la propia empresa Esteve. La barriada de fachadas de ladrillo rojo y edificios de poca altura, con su arbolado y servicios diversos, cuenta con la iglesia de la Merced. Aquí Josep Esteve, un hombre creyente, puntualiza que él contribuyó a su construcción (pero no en exclusiva) como se ha escrito alguna vez. La realidad es que la idea de la iglesia en el barrio surgió de una conversación fortuita con el cardenal Jubany, en el Puente Aéreo a Madrid y el cardenal aportó recursos. Esteve tiene añoranza de UDC, no se explica su desaparición. Y ahora tiene el deseo de que se regenere cuanto antes la actual clase política, porque hay decadencia económica en Cataluña. Falta concordia. Ve necesario anular los “partidismos” y salir de la crisis con una gestión tecnocrática. (Evocamos los Pactos de la Moncloa de Fuentes Quintana). Comenta la conveniencia de potenciar los tres ejes del control burocrático de los entes públicos y, en especial, los municipales, que son: los secretarios, interventores y tesoreros, que ahora son designados sin oposición. Su falta de respaldo superior, les hace cargos dependientes.

¿Cuántas viviendas ha construido en total? ¿Ha innovado?

Unas 900 viviendas, la mayoría en El Prat, y también he contribuido a la construcción de polígonos industriales, como el Mas Blau. Aproveché la inauguración de Amazon para pedirles que promovieran nuestro polígono en sus presentaciones. Fue un impulso que una asistenta atendió. Yo construí el primer parking de El Prat entre las chacotas de los “expertos”. Nunca se inundó y ha sido imitado posteriormente. También he observado el sistema de pilotajes de Venecia y diques de Holanda. El Prat es una zona deltaica en evolución y el que haya construido sobre su suelo con fortuna tiene que ver con mi experiencia sobre el terreno, de cuando la traída de agua directa. Nunca tuve un derrumbe.

Soy socio de la APECE (patronal inmobiliaria) y sigo la evolución del sector. Creo que vamos hacia la industria del prefabricado. En Viladrau hemos construido una vivienda según esta técnica con gran ahorro de costes y tiempo. Nunca he recibido subvenciones.

Junto a la biblioteca del despacho hay una pared tapizada de diplomas y títulos. ¿Le gusta estudiar y sumar diplomas?

En la madurez, yo y mi esposa nos matriculamos en la Facultad de Geológicas para obtener el diploma (tres cursos) de Gemología. Nos aficionamos y hasta el covid, asistíamos a los congresos bianuales de Gemología, en diferentes ciudades del mundo. También asistía a la feria Expominer de BCN y puedo decirle que con la rama de la cristalografía me puedo pasar horas absorto, y concentrado en el microscopio, sin que la nocturnidad me pese. También poseo un diploma japonés de experto en perlas, un tema que también me interesó. Y soy partidario de las fundaciones, porque generan cultura y riqueza.

Los geriátricos, ahora en revisión tras la covid-19, ¿qué opinión le merecen?

Lo ocurrido es una vergüenza. Debemos ir, con más recursos y un personal preparado, hacia un modelo que asegure la autonomía al máximo del residente.

¿Cree que El Prat debería ser la capital comarcal como algunos mantienen?

Excluyendo L’Hospitalet, pienso que por su situación y servicios, más los ingresos seguros de sus concesiones aeroportuarias y otros, sí creo que podría optar a serlo.

A la salida de la entrevista una vecina-clienta saluda y besa a Josep Esteve. Antes me ha comentado que en “su” barrio se siente seguro y respetado, porque cuenta con una base ética.

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