El Aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat está a punto de soltar todo el lastre acumulado como consecuencia de las restricciones de la pandemia del covid-19. La programación para la nueva temporada de invierno, que se ha hecho pública este lunes, prevé un total de 112.400 operaciones aéreas y 21,6 millones de asientos, un 2,8% más que hace tres años, en las vísperas de la eclosión del coronavirus. La temporada contempla la afectación a la operatividad que acarreará el cierre de la pista principal (06L-24R) durante dos semanas en marzo de 2023 para que se ejecuten unas obras de mejora del pavimento y la señalización.
La temporada invernal del aeropuerto barcelonés (que estará vigente durante un semestre) comienza el próximo 7 de noviembre con buenas expectativas y aspira a mantener a las terminales barcelonesas como las segundas más activas de España detrás de las del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (que espera recibir 29,8 millones de viajeros). Las cifras pueden acabar representando un mayor aumento ‘real’ de la actividad respecto al mismo periodo de 2019-2020 ya que como consecuencia del impacto del covid-19, la operatividad se vio muy afectada durante las dos últimas semanas de marzo de 2020 “por la imposición de las restricciones a la movilidad” y el número de asientos ofertados no se cubrió.
Por zonas, destacan en la programación de invierno de El Prat las rutas europeas (que moverán 12,5 millones de usuarios) y los vuelos domésticos por España (con 6,5 millones de asientos). Destaca de la nueva campaña el incremento del 26% respecto a 2019 del número de plazas con origen o destino África (cerca de 800.000. Por países, los que más crecen son Marruecos (45%), Portugal (26%), Países Bajos (20%) e Italia (10%).
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