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Premis El Llobregat

Francesc Josep Belver, primer teniente de alcalde de L’hospitalet saluda a Juan Carlos Valero, periodista, asesor de la publicación y responsable de BCN Content Factory
alcaldesa de Sant Boi
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Francesc Josep Belver, primer teniente de alcalde de L’hospitalet saluda a Juan Carlos Valero, periodista, asesor de la publicación y responsable de BCN Content Factory alcaldesa de Sant Boi

Héroes de proximidad

Por Joan Carles Valero
Soy un viejo periodista vinculado históricamente a la prensa y radio de nuestra comarca. Nací en el barrio de Santa Eulalia de L’Hospitalet y, excepto cortas temporadas, siempre he vivido en poblaciones del Baix Llobregat: Esplugues, Sant Just Desvern y, desde el año 1992, tengo vistas a toda Cataluña, aunque sea en miniatura, porque resido en Torrelles de Llobregat.
Esteller recogió el premio de manos de Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi
Esteller recogió el premio de manos de Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi
Empecé como corresponsal de este territorio para diarios catalanes cuando Franco acababa de morir. ¡Ey!, atención, que no soy tan viejo: debuté en esta profesión con 17 años, justo cuando me matriculé de Primer curso de Periodismo y después de haber creado la revista Surco, del Centro Social La Florida, también de L’Hospitalet. Desde entonces, he estado siempre vinculado a la prensa local. También desde que trabajo para medios de comunicación nacionales y me dedico a la docencia de esta profesión, porque he mantenido mi relación con la comarca como colaborador de El Llobregat. En definitiva, aspiro a ser un periodista verdaderamente “glocal”.

La matanza yihadista de París encumbró sus particulares héroes. No sólo a los héroes de la libertad de expresión encarnados en los periodistas y dibujantes satíricos de Charlie Hedbo. Me refiero a esas figuras heroicas necesarias en toda tragedia porque aportan a la historia un pedazo de final feliz. Cuando oímos la palabra héroe, nos recuerda a Hércules, Aquiles, a los mitos clásicos, mitad dioses, mitad humanos…

Figuras que sintetizaban los valores más preciados de su civilización y que eran capaces de exponerse a cualquier peligro en su defensa y con el propósito de salvar a un colectivo. Más contemporáneos son los superhéroes, los de Marvel sobretodo, como Superman, Spiderman… todos ellos dotados de poderes sobrehumanos para enfrentarse a las fuerzas del mal. Groucho Marx solía bromear al respecto diciendo que nunca iba a ver una película donde el pecho del héroe fuera mayor que el de la heroína.

Comprometidos con el periodismo
Pero hoy en día, en esta sociedad enferma de individualismo, para mostrar heroicidad no hacen falta grandes hazañas ni tener poderes singulares. Nosotros, seres humanos corrientes, podemos protagonizar actos heroicos, como nos ha enseñado el joven malinense y musulmán de París, cuyo valor y sangre fría salvó la vida de varios clientes judíos del supermercado asaltado por un asesino yihadista. Se sobrepuso al miedo y reaccionó del mejor modo posible. Para ser un héroe basta un instante, pero para ser una persona de bien es necesario el balance de toda una vida.

El papel del líder está reservado a unos pocos. Pero el del héroe no es patrimonio de unos cuantos. Héroes también son los ciudadanos comprometidos con los suyos, con su entorno y con el bien común. También lo son los comprometidos con su profesión, entre los que tengo que destacar a mis compañeros periodistas. Tanto los que informan de guerras lejanas desde los campos de batalla, arriesgando sus vidas, como también los compañeros de la prensa nacional y, sobre todo, la de Proximidad, todos ellos están comprometidos con la verdad y el espíritu de servicio a los demás a través de la libertad de expresión que garantiza nuestra democracia. Todo lo contrario que le ocurre al bloguero saudí Raef Badaui, fundador del foro en internet Red Liberal Saudí, condenado a recibir mil latigazos y diez años de cárcel por escribir verdades.

Afortunadamente, en nuestras latitudes nos costó mucho desterrar ese tipo de dictaduras y gozamos de libertad. Una libertad que, sin embargo, en el caso de la práctica del periodismo de Proximidad, resulta heroica porque enfrente tiene a poderes locales que están muy cerca del periodista y, además, son multitud. Mientras los periodistas de los medios nacionales pocas veces se encuentran cara a cara con los ministros del Gobierno, los que practican periodismo local y comarcal tienen que lidiar con numerosos poderes, ya que, en el caso del Baix Llobregat y L’Hospitalet, hay nada menos que 31 gobiernos municipales, con todas las dificultades que eso comporta para la práctica del periodismo independiente. Por eso la prensa local tiene que hacer gala de un cierto heroísmo para sobrevivir. Afortunadamente, los periodistas de El Llobregat, todos jóvenes y muy ilusionados, han hecho del periodismo su forma de vida, de modo que ante cualquier problema ellos lo contemplan como simple adversidad a superar.

Independencia económica
No obstante, debo alertarles que para que un medio de comunicación sea independiente, debe garantizar primero su independencia económica. El modelo de prensa de proximidad gratuita es posible gracias a empresas como Agencia Publicitaria del Llobregat, editora de El Llobregat, y también al apoyo de otras empresas, comercios e instituciones que garantizan con su respaldo la libertad de expresión en los municipios de la comarca. Una libertad que, sin embargo, debo decir que algunos ayuntamientos se empecinan en cercenarla pensando que así revistas comprometidas con su público como ésta morirán por inanición, con el fin de que sólo perduren los medios que ellos controlan directamente para practicar la agitprop, la agitación y propaganda para su mayor gloria. Y, claro está, para ganar las siguientes elecciones y seguir en la poltrona. Esa práctica convierte a medios como El Llobregat en víctimas de la libertad de expresión, más sutil, pero víctimas a la postre. Un extremo que agranda su heroicidad.

La ausencia de un diario comarcal independiente en nuestro territorio ha sido históricamente un déficit más de los que sufrimos a este lado del área metropolitana, cuando en otras comarcas ese diálogo consigo mismas que supone un medio independiente, hace tiempo que lo tienen resuelto. Bueno será que esta nueva etapa de regeneración democrática que vivimos anime a todos los responsables políticos a garantizar la libertad de expresión de medios independientes, como El Llobregat, y abandonen el populismo que practican algunos ayuntamientos en los medios públicos que regentan. Porque, no lo olvidemos, las radios y diarios de los ayuntamientos son públicos y, por lo tanto, los alcaldes y concejales deben garantizar la pluralidad porque son de todos nosotros.

Espíritu de mejora constante
Con la Gala de los I Premios El Llobregat y el cambio de formato y diseño de la revista que el lector tiene entre las manos, ha culminado un proceso de transformación titánico, al tratarse de un medio comarcal y, por lo tanto, modesto. 2014 ha sido un año de profundos cambios en esta cabecera. Un año de mejora en el que la publicación ha reclutado más y mejores periodistas, con una decidida apuesta por el reporterismo en sus contenidos y también por las redes sociales, con una distribución más próxima a través de los supermercados Caprabo de la comarca, las bibliotecas y los comercios de los principales núcleos urbanos. El colofón ha sido el diseño de una nueva web y los envíos semanales de newsletters gratuitas; todo ello, manteniendo el espíritu y la apuesta por el periodismo de proximidad.

En 2015, El Llobregat culmina su proceso de modernización con la guinda de un nuevo diseño, maquetación y formato de la revista mensual para intentar ser más atractivos. Mejora que se presentó en el Hotel Porta Fira con el reparto de la revista de enero al finalizar la Gala de la primera edición de los Premios El Llobregat, una iniciativa en la que hemos podido comprobar que la publicación y sus lectores han reconocido la labor de periodistas, científicos, deportistas, entidades solidarias, plataformas reivindicativas... verdaderos profetas del Baix Llobregat que, allá por donde van, muestran con orgullo su procedencia. Con este certamen, que reconoce a profesionales de todas las disciplinas, el equipo de El Llobregat, auténticos héroes del periodismo de Proximidad, trazan un punto de partida nuevo e ilusionante para este año, en el que además, se alcanzará el número 100 de la publicación y darán cuenta de cómo quedará configurado el poder local y comarcal tras las elecciones municipales de mayo. Seguro que con esos nuevos retos aportarán más y mejor periodismo, con la publicación de encuestas electorales, debates entre los candidatos y puede que desentrañen exclusivas o que tiren de la manta de alguna corrupción cercana. Habrá que seguirles.

La libertad de prensa es imparable e indiscutible. El periodismo local también. III
La gala acabó con la 
entrega de la primera
edición del año, con la que estrenamos un
nuevo formato más
atractivo y visual
La gala acabó con la entrega de la primera edición del año, con la que estrenamos un nuevo formato más atractivo y visual
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