El sargento de la Policía Local de Gavà Antonio López, herido de gravedad, el pasado 6 de julio, en un tiroteo en las inmediaciones del tanatorio de la ciudad, ha muerto finalmente tras 14 días ingresado en el Hospital de Bellvitge.
De 50 años, el agente fue operado la misma tarde de los hechos. Aún así, no ha logrado recuperarse del impacto de bala en la zona del cuello y la mandíbula. López formaba parte del cuerpo desde 1994; pasó a caporal en 1999 y a sargento en 2009.
El tiroteo, causado por el horas después detenido, Jordi Casas, causó un herido más, también, del cuerpo de la Policía Local de Gavà, al acercarse para identificar al sospechoso, que se había personado en el tanatorio, presuntamente, con ansias de venganza de la familia de su ex suegro, a quien, según fuentes policiales, él mismo mató.
De 44 años, veterinario de profesión y sin antecedentes, se le atribuyen las muertes de tres personas en una semana: un cocinero del restaurante Sindicat del Vi, en Vilanova i la Geltrú; su ex suegro, en su casa de Miami Platja; y al sargento de la Policía Local de Gavà. Según los indicios posteriores a los hechos, los agentes locales fueron capaces de evitar un ataque masivo a la familia del ex suegro.
El Ayuntamiento de Gavà ha decretado, en honor al agente fallecido, tres días de duelo oficial en la ciudad, con el que se anulan todos los actos oficiales así como las agendas de los concejales del consistorio. Además, el Gobierno local ha iniciado los trámites para conceder la Medalla de la Ciudad de Gavà a los dos agentes.