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Saborear las creaciones de Paco Pérez no tiene precio
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Saborear las creaciones de Paco Pérez no tiene precio

Por Dayana García Blas
lunes 22 de junio de 2015, 18:46h
Degustar un menú del maestro Paco Pérez es una experiencia que revoluciona los cinco sentidos, un estallido de sabores en el paladar que se conjugan, está vez, con el producto ibérico.


El reconocido chef con 5 estrellas Michelin: dos en el restaurante Miramar de Llança, dos en la enoteca del Hotel Arts, y una en el Hotel Das Stue de Berlín, se posiciona a favor del ibérico lamentando que “no este reconocido en este país”.

Gracias a Arturo Sánchez, empresa de ibéricos, hemos probado una joya gastronómica: el salchichón ibérico, un producto único en el mercado porque ni los competidores pueden plagiarlo. Tierno, aceitoso y sabroso, el experto Arturo Sánchez lo elabora en “la habitación del salchichón” para tratarlo con la mayor delicadeza posible y con las carnes nobles del cerdo ibérico de bellota. Si tenéis la ocasión de probarlo, no lo dudéis porque es una gran experiencia y un privilegio para el paladar.

De los cuatro aperitivos del menú degustación no sé con cuál quedarme. El melón con jamón integrado tenía un sabor extraño, pero era refrescante. El croissant se deshacía en las manos, el polvorón ibérico era como una bomba que te llenaba el estómago, y la piel de cochinillo con pipas daba el toque ibérico por excelencia. Notables creaciones que incorporan texturas extravagantes a las que no estamos acostumbrados.

El punto de contraste lo ha traído el plato de ventresca de atún ibérica, una lámina fina bien fresquita para aguantar la calurosa primavera de este año. Las kokotxas de merluza al pil pil estaban en su punto, pero lo que realmente merece la pena ver es la composición del plato -todo blanco y puntos negros de caviar-, parecía un dálmata. El lenguado, mèunier ibérica y gnocchis cremosos aportaba suavidad y estaba delicioso. Sin embargo, soy de aquella parte de la sociedad que piensa que los guisantes no se pelan porque pierden vitaminas y sabor, y además quitar la piel al guisante es un trabajo de “chinos”.

El último plato corresponde a todas las partes del cochinillo, estaba delicioso. Además, la creación culinaria incorporaba una pelota de morcilla “explosiva”. Después de comerla piensas: no le habrá sobrado otra. Según Paco Pérez, la cocina ibérica “tiene su magia”, así como los 150 nuevos platos que realiza durante todo el año. No había duda de que Paco Pérez es un crack de los fogones, pero ahora tras verlo en acción recomiendo sus platos para cuando queráis sorprender a alguien especial.

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