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No queremos ser ciudadanos de segunda

Editorial - El Llobregat - Enero 2017

miércoles 04 de enero de 2017, 22:18h
Una rotonda provisional desde 1992; variantes con malas hierbas; metros y trenes que pasan, pero no paran en nuestras paradas; túneles sin luz al final; un enlace que estaba a punto de inaugurarse, pero que resulta que nacería pequeño y colapsado… No queremos ser ciudadanos de segunda.

El Baix Llobregat inicia este 2017 envuelto de diferentes decisiones pendientes, que se podrían y se deberían concretar a lo largo de este año: la respuesta de Fomento ante la paralización de las obras de diferentes infraestructuras; la mejora de la red en transporte o la aplicación de las primeras restricciones viarias para mejorar la calidad del aire serán los grandes temas de este año en el territorio. El 2017 marca, de hecho, el ecuador del mandato municipal y es, por tanto, momento de llevar a cabo lo que hasta ahora se ha quedado en puntos de hojas de ruta o a la espera de administraciones superiores.

En un contexto en donde la macroeconomía sigue ofreciendo resultados favorables mejores que en años anteriores, el Baix Llobregat se ha hecho aún más fuerte con datos mejores a la media catalana. El territorio no se deja llevar por la inercia, sino que tira del carro de Cataluña junto a otras comarcas metropolitanas. Sin embargo, el freno sigue echado cuando hablamos de la competitividad de nuestra red de infraestructuras y de nuestra red de transporte.

Lo que sí ha cambiado es el escenario político. El Gobierno del Estado, del que depende el Ministerio de Fomento, ha perdido la mayoría absoluta que le otorgaba libertad de decisiones en la legislatura anterior. Ahora el pacto político no solo es necesario sino imprescindible. El Baix tiene aquí, pues, una oportunidad de oro para presionar a la administración central, más, si cabe, con la nueva predisposición o actitud del Partido Popular frente a Cataluña. Es el momento, y no hay excusas, para reactivar las obras y llevar a cabo la pata sur de las rondas con la variante de la C-245 –proyecto preolímpico-; el ‘bypass’ de la Torrassa y el resto del Plan de Rodalies; el enlace de la A-2 con la AP-7; la variante de Vallirana; la autopista de camiones al Port de Barcelona; el cuarto cinturón…

En este sentido, la movilización local ha cogido fuerza de manera conjunta y con la complicidad de la Generalitat de Catalunya, a quien también transmitimos este titular. El Govern, junto a AMB, tiene que ser el encargado de acabar con la centralidad excesiva de Barcelona que se concreta, sobre todo, en la red de transportes. Pese a que el Ejecutivo de Puigdemont ha hecho pasos en esta dirección –a través de las comisiones bilaterales que han dejado de ser algo exclusivo de la ciudad condal-, el debate se ha reabierto tras el pacto con el Ayuntamiento de Barcelona para acabar las estaciones de la L-10.

Si es cierto que el gobierno local de Ada Colau ha hecho un esfuerzo económico para avanzar 40 millones de euros a través de la compra de inmuebles de la Generalitat, también es verdad que una obra parada es un gasto tremendo sin ningún valor de retorno. Por ello, invitamos a Generalitat y L’Hospitalet a que busquen soluciones para solucionar esta situación también en la segunda ciudad de Catalunya.

Sin llevar a cabo estas medidas, cuando hablamos de iniciar cambios estructurales en la movilidad para reducir los niveles decontaminación, podemos estar empezando la casa por el tejado si los ciudadanos no cuentan con infraestructuras competentes que eviten los colapsos viarios o una red de transporte igual de competente tanto para ir a la capital catalana como para las conexiones intermunicipales.

Porque hasta en la restricción de la circulación tendrá una afectación distinta entre los vecinos de Barcelona y los de las comarcas metropolitanas, que cuentan con un parque de vehículos más antiguo. Hasta en esto podemos ser ciudadanos de segunda; y no, no queremos serlo.

Más periodismo para un nuevo año
El Llobregat quiere aprovechar las últimas líneas de este editorial para desearle, querido lector, un feliz año 2017 lleno de buenas noticias. Y qué mejor para hacerlo que, a nuestro estilo, con periodismo e información de proximidad.

Es por ello que El Llobregat y BCN Content Factory han presentado el Anuario 2017, un amplio resumen de 410 páginas de información con la más importante del año, pero, además, con la misma visión prospectiva que este número que tiene en sus manos. Un auténtico manual útil de lo que ha sido 2016 y de lo que nos espera en este 2017, que está disponible de forma gratuita a través del digital www.elllobregat.com.

El año 2016 –en el que El Llobregat ha cumplido diez años de historia- ha sido excelente; seguiremos trabajando, con su confianza y su complicidad, para que el nuevo año sea aún mejor. ¡Feliz 2017! III

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