El Ayuntamiento del Prat ha comenzado un proyecto que analizará la calidad del aire de la ciudad, una acción que ya se contemplaba en la Declaración de Emergencia Climática del Prat, y que también estaba prevista en la Llei 7/2021 del cambio climático y transición energética. Y es que la calidad del aire de la ciudad comporta un efecto claro y directo sobre la salud de las personas ya que, pese a que hace años se asociaba la contaminación del aire, sobre todo, a efectos respiratorios, en la actualidad se ha demostrado que casi todas las partes del cuerpo y todos los sistemas se ven afectados por esta condición.
Además, la calidad del aire no solo afecta a la salud de las personas, sino que también comporta un problema para los ecosistemas naturales y agrícolas, los cuales pueden sufrir potencialmente los impactos de la contaminación atmosférica.
Por tanto, para llevar a cabo este proyecto, el Ayuntamiento ha instalado un total de cuatro sensores en diferentes puntos de la ciudad: uno en Fondo d’en Peixo, otro en la avenida de Verge de Montserrat con la carretera de la Marina, un tercero en la calle de Lleida en la esquina con Coronel Sanfeliu; y, por último, otro en la tercera pista del aeropuerto. De esta forma, el proyecto estudiará durante doce meses un total de cuatro contaminantes: el óxido de nitrógeno, las partículas inferiores a 10 micros, las partículas inferiores a 2,5 micros y, finalmente, el ozono.
Por otro lado, al margen de estas sustancias, los sensores también serán capaces de medir la temperatura, la humedad, la presión atmosférica y el ruido ambiental. Además, los datos extraídos de este seguimiento servirán para procesarlas y crear un modelo 3D que permita explicar cuál es la circulación del aire y la contaminación dentro de las calles del Prat. De esta forma, serán capaces de conocer con exactitud de dónde proviene la contaminación y cómo se mueve.
Finalmente, el Ayuntamiento ha destacado que este se trata de un proyecto que tan solo se está llevando a cabo en tres ciudades de España, entre las que se encuentra el Prat. Por este motivo, los modelos de la ciudad servirán como referencia para la comunidad científica europea. Además, la monitorización de este proyecto cuenta con el apoyo del Barcelona Supercomputing Center y las tecnologías HPC (High Performance Computing).
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