Todos queremos impuestos bajos y servicios públicos dignos. Por eso los impuestos han de ser un delicado equilibrio entre la capacidad productiva del país y las necesidades de gasto de la administración. En este sentido, es fundamental que la administración gestione los recursos públicos de la forma más eficiente posible. Según un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos, solo mejorando la eficiencia de la administración, sin tocar un solo servicio público, se podría ahorrar el 14% del gasto público, unos 60.000 millones de euros. Es decir, solo haciendo las reformas que tanto PSOE como PP se niegan a realizar, se podrían a la vez bajar impuestos y destinar más recursos a servicios públicos.
En l’Hospitalet no nos cansamos de decirle al gobierno municipal que con una gestión más eficiente podrían hacer más con menos. Tras más de cuarenta años gobernando la ciudad, el PSC se ha acomodado en una dejadez e improvisación en la gestión que le está costando mucho dinero a los hospitalenses. ¿Pero qué alicientes va a tener el PSC para cambiar si haciendo lo que hace consigue mayorías absolutas?
L’Hospitalet tiene el tipo impositivo del principal impuesto municipal, el IBI, 23% más elevado que los municipios de nuestro entorno. El gobierno municipal no se esconde, pretende recaudar más que otros municipios cuando la renta media y el valor catastral de los pisos en l’Hospitalet es considerablemente más bajo. Es decir, el PSC pretende que en l’Hospitalet paguemos impuestos de ricos para pisos de pobres. En Cs creemos que los hospitalenses no nos merecemos esa carga extra y por eso llevamos años reclamando una bajada para equipararnos con nuestros vecinos. Con una gestión más eficiente y prescindiendo de proyectos faraónicos como el Distrito Cultural, es posible.
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