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Vista del lugar desde el exterior (Fuente: Google Maps)
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Vista del lugar desde el exterior (Fuente: Google Maps)

El Club Mónica se transformará en un edificio para otras actividades, entre ellas un restaurante

lunes 06 de marzo de 2023, 19:20h

El Club Mónica, un prostíbulo en Sant Andreu de la Barca, será reconvertido para otras actividades económicas después de que fuera cerrado en 2022 debido a acusaciones de estafa y drogas. La inmobiliaria Fincas Ordóñez ofrece el local de 263 metros cuadrados por 1.800 euros al mes para ser utilizado como restaurante, cafetería, hostal u oficinas. La ONU ha declarado que la explotación sexual es una forma grave de explotación en todo el mundo y es importante tomar medidas para proteger a las víctimas.

El local, ubicado en Sant Andreu de la Barca, fue cerrado en el 2022 después de que dos trabajadoras fueran acusadas de drogar a los clientes con la intención de hacer cargos fraudulentos en sus tarjetas de crédito.

El Club Mónica, conocido por ser un prostíbulo en el polígono industrial de Torre Boveda de Sant Andreu de la Barca, será reconvertido para otras finalidades no tan lucrativas como el sexo. El antiguo prostíbulo tendrá una actividad económica totalmente diferente a la que había hasta el 2022. Hasta entonces, el Club Mónica era uno de los prostíbulos más grandes del Baix Llobregat.

La inmobiliaria Fincas Ordóñez está ofreciendo una propiedad de 263 metros cuadrados, con siete habitaciones con lavabo, dos plantas y un gran almacén para uso comercial. El precio del alquiler mensual es de 1.800 euros y puede ser utilizado como restaurante, cafetería, hostal u oficinas.

Según el informe presentado por la ONU, "el negocio del sexo es una de las principales formas de explotación sexual en todo el mundo".

La explotación sexual es un problema grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es importante tomar medidas para poner fin a este negocio y proteger a las víctimas.

Como dijo la Secretaria General de la ONU, António Guterres: "Debemos trabajar juntos para erradicar la explotación sexual y poner fin al negocio del sexo".

Una actuación policial de los Mossos d'Esquadra puso fin a la actividad de un grupo de mujeres acusadas de varios delitos. Dos mujeres fueron acusadas de cuatro delitos de estafa y un delito contra la sanidad pública. Al parecer, drogaban a sus clientes para hacer cargos fraudulentos en sus tarjetas de crédito, llegando a cobrar entre 150 y 3.000 euros sin autorización. Además, durante la intervención también se detuvo a una tercera mujer por tenencia de una cantidad de cocaína considerada como delito contra la salud pública.

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