La Festa del Most en Begues celebra desde este domingo y hasta el próximo sábado el pasado vitivinícola de la ciudad con actividades como 'ballades de sardanes', venta de cocas bendecidas, marcha nórdica entre viñedos, muestra gastronómica y cata de vinos. La festividad es una tradición de agradecimiento por la cosecha de uva y tuvo su auge durante la plaga de filoxera en Francia.
Begues se viste de fiesta. Este domingo arranca en la ermita de Santa Eulàlia el acontecimiento festivo que celebra y rememora el pasado vitivinícola de la ciudad: la Festa del Most. Los festejos tendrán continuidad el próximo fin de semana con una caminata de marcha nórdica entre viñedos (programada para el 20 de octubre) y la muestra gastronómica que abrirá sus puertas el 21 de octubre.
Como marcan los cánones, este tercer domingo, es el pistoletazo de salida de la fiesta del mosto, que trae consigo las tradicionales ‘ballades de sardanes’ frente a la ermita y la venta de las cocas bendecidas de Santa Eulàlia. La festividad presenta este año novedades respecto a ediciones anteriores, tanto en las actividades como en la duración del evento ya que por primera vez no se concentra en un único fin de semana.
El siguiente peldaño de la fiesta se subirá el próximo viernes 20 de octubre con la prueba de marcha nórdica que recorrerá las viñas de la localidad desde el Centre Cívic El Roure. El sábado 21 de octubre, las celebraciones comenzarán en la plaza de l’Ateneu con la teatralizada ‘pisada de uva’, a cargo de los niños de Begues, y la posterior muestra gastronómica y la cata de vinos. La jornada se cerrará con un concierto de Pacto entre caballeros, una banda tributo a Joaquín Sabina, consolidando una propuesta musical que se estrenó en la edición del año pasado y que tuvo muy buena acogida por parte de los asistentes a la Fiesta.
Agradecimiento por la cosecha
La Festa del Most es originariamente una celebración de agradecimiento de los agricultores por la cosecha de uva, que data de la época en la que los viñedos eran uno de los cultivos importantes de Begues y que tuvo su cénit en los años en los que una severa plaga de filoxera asoló Francia y este país tuvo que comprar buena parte de la uva que necesitaba para elaborar sus vinos en poblaciones de Cataluña.