Roy Hornsveld: “Provoqué una lluvia de flores en la final del mundial que ganó España”

El Tulipán naranja, esta flor procedente de Turquía, arraigó en Holanda y provocó la “tulipomanía”(1637) el primer “crack” bursátil del que se tiene noticia en el Siglo XVII. Consistía en la especulación desaforada con bulbos de tulipán por los que se pagaban cifras altísimas. Aquello pasó, pero aún hoy Holanda tiene en la industria floral la segunda partida del PIB nacional.

Esto lo corrobora al inicio de la entrevista Robert Hornsveld -“Roy”- holandés de 60 años casado y con dos hijos y residente desde hace 25 años en Sant Boi.

Roy, de su preferencia y para todos, es arquitecto de jardines y diplomado en silvicultura, nació en Harderwijk en la región central de Gelckerland, con muchos granjeros y pescadores. El film “Un puente lejano”, basado en la novela del mismo título, describe unos graves sucesos bélicos, ocurridos en la II Guerra Mundial en la zona.

Roy hizo su “mili” en los comandos de Tierra, al finalizar sus estudios con 22 años.

Piensa que a pesar de la dureza del servicio, la experiencia le fue útil y la recomendaría a los jóvenes. Su primer trabajo fue en la industria naval. Poco después diseñó jardines en Mónaco y en Aix-Provence (Francia). En estos periplos, no olvida su escala en Blanes donde conoció a su esposa. Ya en España, colaboró como directivo con el “Flower Council” holandés, una fundación sin ánimo de lucro, para aumentar las exportaciones de flores a España y Portugal.

Pregunta:-¿En qué consistía tu trabajo?

Respuesta: -Mi labor era básicamente “marketing floral” para aumentar las exportaciones de flores a la Península. En esta etapa conocí diversos mercados forales el principal era el de Vilassar de Mar, muy proteccionista en aquel momento. También el de Mercabarna hasta su incendio y traslado a Sant Boi (Mercabarna Flor). Y por supuesto aprecié el servicio diario y continuo de “Flores Navarro”. Disponía de un Presupuesto de medio millón de euros/año para promoción.

P-¿Alguna acción especial de promoción?

R-Hubo muchas. En el 2010 en el Mundial de fútbol (que ganó España), en la final España-Holanda, tras muchas dificultades, provoqué una lluvia de flores cerca del Estadio, con un globo aerostático. Me siento satisfecho de impulsar la “semana de la soledad de la gente mayor” en Julio. Iniciada en Italia pretende un acercamiento de niños que regalan flores a “seniors” que viven solos. Es un intercambio generacional de abuelos y escolares, lo probamos en Sant Climent por su vinculación local con el director del Mercat de la Flor, a los que donamos flores. La Sexta TV lo apoya. También inicie la “Planta del mes” una promoción.

P-¿Cuál es el ranking de la industria floral?

R-Por orden: Holanda, Colombia, Ecuador, Kenia y Etiopía. Holanda es la primera en esquejes y patentes vegetales, y segunda en distribución, aunque Colombia le pisa los talones. Nuestros mercados de Naaldwijk y Aalsmeer son los principales del mundo en cuanto a transacciones y referencias de precios.

P-¿Cómo nos llega la flor fresca desde tan grandes distancias?

R-Nos llegan con aviones y barcos con contenedores que mantienen microclimas adecuados sin ningún problema, las rosas tan delicadas nos llegan de Kenia y las más valoradas, de Ecuador. Dos países bien lejanos.

P-¿Dónde se venden más flores?

R-En Madrid y Barcelona, pero el mayor margen se obtiene en el País Vasco. En Europa el mayor consumidor floral es Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y Polonia.

P-Acláranos dos palabras con -I- “Ikebana”e “Interflora”.

R-El Ikebana es el arte floral japonés, influido por el ‘zen’ con tres flores basta, queda un tanto fuera de nuestra sensibilidad como el Bonsai. El Interflora es una empresa líder de entregas de flores y plantas a domicilio a nivel mundial. Tal vez las mensajerías rápidas ya compiten con su tema.

P-¿Qué te ocurrió en 2013?

R-La fundación para la que trabajaba decidió abandonar la promoción floral en Italia y España; solo seguiría con Francia , Inglaterra, Alemania y, claro, Holanda. Y así aumenté mi dedicación a la floristería familiar. En Sant Boi éramos 17 tiendas y ahora somos 6 algunas con buen nivel. Es una dedicación artesanal, que requiere una dosis artística, comprar bien el producto, saber de números y hacer de repartidor y artesano manual. Con un horario muy esclavo. Ha fracasado la concentración de floristerías. Creo que en el futuro no habrá floristas.

P- ¿Los días especiales y los días de superventas en consumo de flores?

R-Está comprobado que los regalos que se recuerdan son las flores. En bodas y aniversarios, Santos ( ya menos), en “Todos los Santos”, aunque los encargos funerarios se mantienen altos y sobre todo “el Sant Jordi” que se pretende replicar en Japón. Este día es tan especial que hasta la venta callejera que iniciaron los gitanos, me parece admisible. Aunque estoy en contra de las exclusivas florales en iglesias y hospitales. También me parecen mal las ventas de plantas y flores en bazares chinos sin control. Acepto más los Centros de Jardinería.

P-¿El Mercat de la Flor de Sant Boi qué tal funciona?

R-Fue diseñado por un arquitecto holandés, tras el incendio del Mercabarna Flor, promocioné desde el “Council”, algunas colaboraciones y regalos, pero es un mercado que no está a tope, como el de Vilassar. Creo que deberían evitar las ventas a particulares, porque va en detrimento de los profesionales.

P-¿Los jóvenes compran flores?

R-Los “milenials” son partidarios de la flor natural que se seca y les gustan las flores pequeñas y de composición bicolor. La rosa roja tiene sus partidarios siempre. En línea con ellos, procuramos no tirar nada (dos frigoríficos) y prescindir del plástico al máximo. Potenciamos la flor seca.

Holanda, la tierra de Roy, tiene muchas normativas medioambientales, tantas que ha surgido en protesta, un partido “bóer” (campesino) el BBB que con pocos medios ha tenido un gran éxito. Aquí seguimos con sequía y en parálisis agraria, sin reacción a la francesa ni a la holandesa.

Aún con un “Parc Agrari” en entredicho. Roy muy vinculado a Sant Boi diseñó el primer “skate park” y una carta suya de agradecimiento al Hospital, tras un duro Covid-19, se exhibe en una sala. Por todo ello, esperemos ya los tulipanes naranja, símbolo holandés. Roy puede conseguirlos.