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Cómo evitar la emisión de millones de toneladas de CO2 gracias a la reutilización de ropa
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Bueno, bonito, barato...y sostenible

lunes 15 de enero de 2024, 09:00h
Espacios como Viladecans Repara fomentan que los ciudadanos arreglen por sí mismos sus aparatos y prendas para reutilizarlas. En Cataluña se generan 22 kilos de residuos textiles al año por cada persona. Solo el 11% de todo este material se recicla o se reutiliza

La industria textil produce alrededor de 120.000 prendas de ropa anuales destinadas a cubrir las necesidades de vestimenta de los algo más de 8.000 millones de habitantes del planeta. Esto supone que cada ciudadano del mundo, en el caso de que todos los habitantes tuviesen un poder adquisitivo igual, consumiría una media de entre 12,5 y 18,75 prendas al año. Pero, si bajamos estos datos a la realidad, no es difícil intuir que este consumo no está repartido por igual en todo el mundo, sino que los habitantes de las regiones más desarrolladas y ricas son las que más prendas de ropa compran cada temporada, por lo que, en estas zonas, la ratio de prendas por cada persona es mucho más elevada.

Las diferentes marcas de ropa ponen a nuestra disposición una gran cantidad de piezas para vestir a la moda. Esto significa también que, cada año, la industria textil tiene que deshacerse de todo aquello que no ha vendido. Esta situación no solo se da en las tiendas, sino que también se produce cada temporada en nuestros armarios.CO

Nuestra forma actual de relacionarnos con la ropa, especialmente en los países desarrollados, es la de consumir cada vez más prendas, más baratas y de menor calidad, lo que nos permite renovar nuestro outfit cada pocos meses, en lugar de comprar piezas de mayor calidad, que nos duren más tiempo y que, cuando se dañen, podamos reparar, ya sea en una tienda o por nosotros mismos. Según el informe Pulse of the Fashion Industry, esta forma de consumo nos lleva a que cada se lancen 92 millones de kilos de residuos textiles al vertedero. La cifra resulta mucho más impresionante si se ‘personaliza’: en Europa, cada habitante tira la friolera de 11 kilos de ropa al año.

Elevado impacto ambiental

“¿Y cómo solucionamos esto?” Es la pregunta que deberíamos hacernos si queremos poner fin a esta situación que, aunque no lo parezca, provoca un elevado impacto medioambiental. Una de las primeras respuestas con las que podemos encontrarnos y que, en principio, es la que está más a nuestro alcance es la de la reutilización y reciclaje de prendas de ropa.

Si nos fijamos en el caso concreto de Cataluña, cada habitante genera 22 kg. de residuos textiles al año, de los que solo el 11 % (el equivalente a 2,3 kg) se reciclan o reutilizan. Esto supone que cada año se lanzan al contenedor de basura unas 147.000 toneladas de ropa.


272 toneladas en el Baix

En el Baix Llobregat, la organización Humana recuperó durante el 2021 casi 272 toneladas de ropa, calzado, textil del hogar y complementos de vestir gracias a los contenedores de reciclaje que tiene instalados en diferentes puntos de la comarca. Esta cantidad de residuo textil equivale a 1,2 millones de piezas de ropa, de las que, según la entidad, el 50 % se puede reutilizar perfectamente, mientras que otro 35 % es apto para su reciclaje.

Desde Humana, calculan que por cada kilogramo de ropa que se reutiliza o se recicla se puede evitar la producción de 6,1 kg de CO2. Por lo que, si multiplicamos esto por las más de 270 toneladas que la entidad recuperó en 2021, nos encontramos con que se ha evitado la emisión de 1,66 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

La prevención, el mejor tratamiento

“En Viladecans trabajamos, desde hace más de veinte años, en uno de los ejes principales del tratamiento de residuos: la prevención”, explica Encarca García, teniente de alcalde de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Patrimonio Cultural de Viladecans. “Siempre hemos pensado que el mejor residuo es aquel que no se genera, porque no será necesario ni fabricarlo, ni reutilizarlo y, por lo tanto, no generará CO2”, señala García.

Para reducir la producción y el consumo de productos, ya sean ropa o aparatos electrónicos, es necesario generar una conciencia entre la ciudadanía, no solo en materia de reciclaje, sino también en cuanto a reutilización y reparación de objetos. En este sentido, juegan un papel fundamental organizaciones como Solidança, una entidad sin ánimo de lucro que promueve actividades económicas enfocadas a la gestión de residuos y a la economía circular, a la vez que ayuda a la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad social mediante estas actividades.

Seis puntos limpios

Solidança gestiona seis puntos limpios en las comarcas del Barcelonès, el Baix Llobregat y el Maresme, cuyas instalaciones tienen una peculiaridad: no solo gestionan de la forma más adecuada los residuos, sino que promueven la reutilización de todo lo que se puede reaprovechar mediante las tiendas de segunda mano presentes en estos mismos puntos limpios y a través de cursos y talleres destinados a enseñar a los ciudadanos cómo reciclar y cómo reparar por sí mismos sus prendas y aparatos. Todo esto tiene como finalidad fomentar el aumento de la reutilización y la reducción del consumo de productos nuevos que no son necesarios.

El punto limpio de Viladecans, gestionado por esta entidad, es un ejemplo peculiar, ya que se trata de un espacio de gestión de residuos ‘de tercera generación’. “Aquí fomentamos la educación medioambiental, hacemos de estas instalaciones un espacio dinámico con diferentes actividades”, explica Andrea Membrado, responsable de comunicación de Solidança. “De esta forma intentamos que los ciudadanos no solo vengan a dejar sus residuos, sino a aprender sobre reciclaje y reutilización y a conocer la tienda de segunda mano que tenemos aquí, en Els Encants de Viladecans”, continúa.

Actividades transformadoras

Entre las actividades disponibles encontramos cursillos, cada dos sábados, destinados a enseñar a los niños a reutilizar productos, como por ejemplo talleres para fabricar jabones con aceite reciclado o para transformar prendas de ropa en bolsas de tela. Otra de las actividades más destacadas es el Viladecans Repara. “En este espacio, cada viernes hacemos asesoramiento para reparar diferentes cosas: los asistentes traen sus aparatos y prendas y nosotros le explicamos cómo funciona, qué avería tiene y cómo arreglarlo”, explica Membrado.

“Estos talleres se llevan a cabo gracias a nuestra visión estratégica de avanzar hacia la prevención de residuos”, señala Encarna García, quien añade que esto sería imposible sin la ayuda de la Generalitat de Cataluña y del programa ‘Reparat millor que nou’, un proyecto del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que se centra en trabajar dos ejes principales. Por un lado, se pretende poner al alcance de los ciudadanos los conocimientos para realizar reparaciones sencillas de sus prendas de ropa, aparatos electrónicos u otros objetos. Y por el otro, se difunde el establecimiento de mercados de segunda mano y de intercambio de objetos usados. De esta forma se fomenta la reutilización y a la vez se evita la generación de más residuos.

Mercados de segunda mano

na de las formas de fomentar el reciclaje y la reutilización de todo tipo de objetos, en especial de ropa, son los mercados de segunda mano. Este es el caso del Flea Market de Gavà o el Mercat de Segona Mà del punto verde de Viladecans, organizado por la entidad Solidança, gestora de este espacio, con motivo de la Semana Europea de la Prevención de Residuos. Ambos se centran en la reutilización de prendas de vestir.

“Hay que tener en cuenta que la mayor parte de esta ropa puede tener una segunda vida y que todos y todas podemos aportar nuestro granito de arena y ser parte de este proceso”, señala Gemma Badia, alcaldesa de Gavà. Por su parte, desde el gobierno de Viladecans, Encarna García hace hincapié en que, aunque “esta ropa de segunda mano está en perfectas condiciones para ser reutilizada”, este tipo de mercados necesitan “comunicar lo que hacen y comunicarlo muy bien, además de facilitar el acceso de las personas a las diferentes propuestas que ofrecen” para tener éxito y fomentar estos valores de reutilización y reciclaje de prendas. III


“Comprar de segunda mano es un acto revolucionario”
Desde Solidança aseguran que el Mercat de Segona Mà de Viladecans además de dar una segunda vida a la ropa que ya no se utiliza, ayuda a dar a conocer el punto limpio de la ciudad a los vecinos. “El 6 de junio, el Día del Medioambiente, hacemos aquí un desfile de ropa reciclada, hecha en nuestro taller”, que permite a los asistentes “participar y conocer el proyecto del Punto Verde , explica Andrea Membrado, quien añade: “Toda la ciudadanía que viene a este espacio puede participar y conocer el proyecto”.
Así, cada vez se abren paso más iniciativas con el fin, no solo de reducir la generación de residuos textiles, sino también educar y promover entre la ciudadanía el consumo responsable de ropa. Aún queda mucho por hacer, pero, cómo reivindica Encarna García: “En una sociedad que nos pide consumir de forma compulsiva, comprar productos de segunda mano, reutilizarlos y repararlos, es un acto revolucionario”.
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