Cabify se ha convertido en el primer transporte con conductor tras el taxi metropolitano en lograr un punto oficial de recogida de pasajeros en el aeropuerto de El Prat. El nuevo sistema reduce tiempos de espera y mejora el servicio para los usuarios de esta plataforma de movilidad. La flota de taxistas ha reaccionado al fin del monopolio negro y amarillo con pitadas y protestas y han criticado con dureza el cambio en el modelo de recogidas en las terminales barcelonesas.
El monopolio de los vehículos negros y amarillos en la recogida de pasajeros a pie de terminal en el aeropuerto de El Prat ha llegado a su fin. Por primera vez, una plataforma de VTC ha conseguido mediante un concurso una adjudicación de AENA para establecer puntos de recogida exclusivos en el Aeropuerto de Barcelona–El Prat. Cabify ofrecerá un acceso directo a sus vehículos en las terminales T1 y T2 alternativo a la actual parrilla de taxis.Las paradas exclusivas facilitará la contratación de servicios por parte de sus usuarios ya que mejora la accesibilidad y el sistema de recogidas.
Los nuevos puntos Cabify permitirán reducir el tiempo de espera para acceder al coche, eliminará confusiones a la hora de encontrar el vehículo asignado y agilizará los desplazamientos de los vijaeros del aeropuerto. Al solicitar un trayecto con Cabify Airport, la app del servicio guía al usuario hasta el punto exacto cde recogida con instrucciones y señalización claras. Según la empresa, el coste mediode los desplazamentos entre el Aeropuerto de El Prat y Barcelona es de unos 29 euros,
Malestar en el sector del taxi
La noticia de la entrada en servicio de los puntos Cabiby ha provocado malestar en el gremio metropolitano del taxi. Al inicio del servicio en la T1, los taxistas han respondido con pitadas al paso de vehículos VTC y han denunciado la ocupación de espacios tradicionales de recogida del taxi barcelonés. Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi, el sindicato mayoritario en el sector ha advertido que está dispuesto a convocar nuevas movilizaciones si Aena no atiende sus demandas, como una reubicación de los puntos de VTC y mayor control policial de los VTC.
En respuesta, Cabify ha acusado a los taxistas de usar “intimidación y presión pública”y ha defendido que la licitación es legal y justificable, pues busca ofrecer una opción más eficiente y repetible para el ciudadano Cabify se agarra a que con más de 55 millones de pasajeros al año (este primer semestre del año se ha batido el récord historico de actividad del aeropuerto), El Prat necesita opciones eficientes. Hasta ahora, solo taxis oficiales -los negros y amarillos- y los de otras población con servicio concertado tenían acceso directo. Con esta medida, Cabify abre mercado al ofrecer una alternativa "rápida y sostenible, adaptada a la demanda de movilidad moderna", según fuentes de la compañía.
Menos colas y más transparencia
¿Qué puede significar la rotura del monopolio del taxi en el aeropuerto para los usuarios? Hay opiniones para todos los gustos, pero a priori debería ser un acicate para reducir las colas y los tiempos de espera en los horas punta del aeropuerto o cuando los vuelos llegan con retraso y se solapan. La competencia entre los dos modelos de transporte (VTC y taxi) también debería actuar como un filtro que evite el fraudey los abusos tarifarios y garantice unos precios transparentes. Sea como sea, se trata de un cambio histórico que abre la puerta a una movilidad aeroportuaria más equilibrada o cuanto menos, diferente. Si bien los taxistas metropolitanos exigen diálogo y seguimiento de compromisos porque no están de acuerdo con la apertura, la integración de Cabify representa para el pasajero un paso hacia un sistema más diverso, práctico y adaptado a los tiempos que corren..
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