Pelucas, gafas con microcámara y la amenaza de un corte de luz. Con este trabajado y peliculero disfraz dos estafadores de 45 y 46 años han intentado engañar a personas mayores en Castelldefels haciéndose pasar por revisores de la luz. Su última víctima casi les entrega la libreta bancaria antes de que Mossos d’Esquadra y la Policía Local los interceptaran, poniendo fin a una peculiar carrera delictiva que ya contaba con numerosos antecedentes fuera de Cataluña
La escena parecía calcada de un guion mil veces ensayado: dos hombres, peluca y gorra caladas, merodeando por las calles de Castelldefels con la mirada puesta en las personas mayores. Pero esta vez el engaño no les salió bien. Los Mossos d’Esquadra, en coordinación con la Policía Local, frustraron el 17 de septiembre un nuevo intento de estafa y acabaron deteniendo a los sospechosos cuando se dirigían a una sucursal bancaria, según han informado este martes fuentes de la policía autonómica.
Los arrestados, de 45 y 46 años, acumulaban ya un historial delictivo en varias comunidades, con antecedentes registrados por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil por fraudes de idéntico modus operandi. Su estrategia era tan simple como efectiva: hacerse pasar por revisores de la luz y sembrar el miedo en los hogares de ancianos con la amenaza de un inminente corte de suministro si no colaboraban. En esta ocasión, habían convencido a una mujer para que les entregara su libreta bancaria. Con ese botín en el bolsillo caminaban hacia el banco cuando fueron interceptados. La víctima, desorientada y asustada, apenas había tenido tiempo de reaccionar.
Detectados por agentes de paisano
La investigación se había activado después de que agentes de paisano detectaran a los dos hombres en actitud de vigilancia selectiva sobre personas de la tercera edad. En el registro posterior se destapó su pequeño arsenal de disfraces: pelucas, mascarillas y gorras diseñadas para despistar a quienes intentaran describirlos tras el engaño.
El hallazgo más sorprendente fue un par de gafas con microcámara incorporada. Con ese dispositivo grababan de cerca a sus víctimas mientras tecleaban los números secretos de tarjetas y libretas, una prueba más de la frialdad y sofisticación con que planificaban los timos. Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Guardia de Gavà el pasado 18 de septiembre como presuntos autores de un delito de estafa. La policía no descarta que puedan estar relacionados con otros intentos similares en la zona.
No abrir sin cita previa
Mientras tanto, los cuerpos policiales insisten en la recomendación de no abrir la puerta a supuestos revisores sin cita previa y avisar siempre al 112 en caso de duda. Porque, como demuestra este último caso, la astucia de los estafadores no entiende de fronteras ni de reincidencias, pero tampoco la perseverancia de quienes los persiguen.
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