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El Papa Francisco

El Papa Francisco

Por Mossèn Xavier Sobrevía
Con su sencillez y calidez se está ganando los corazones. Yo no esperaba una elección tan rápida. Se necesitan dos tercios de los votos y los periodistas no señalaban un candidato claro. Además, entre los que se citaban no estaba Jorge María Bergoglio. Sin embargo sorprende, pues no es difícil encontrar información dónde explica que fue el “rival” del cardenal Ratzinger en el último cónclave de 2005. Incluso se cuenta que pidió no ser votado.

Tiene 76 años, nacido en Argentina, jesuita y en diez años pasó de sacerdote a cardenal de Buenos Aires. Tiene una profunda preparación humana, intelectual, teológica y espiritual. Ha destacado por su humildad. Explican que se movía en autobús y visitaba las parroquias sin avisar.

Empezó diciendo, cuando salió al balcón de la plaza de san Pedro, que le “vinieron a buscar al fin del mundo” y que “antes de nada querría hacer una oración por nuestro obispo emérito, Benedicto XVI. Recemos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie”. Y empezó a rezar el Padre Nuestro.

El Papa Francisco, a continuación, explicó que «comenzamos un camino de fraternidad, de amor, de confianza. Recemos para que haya una gran fraternidad en todo el mundo», y luego otra sorpresa. Antes de dar la bendición pidió “un favor, que pidáis al Señor la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra por mí». Inclinado, el nuevo Papa esperó un momento en silencio. Luego le colocaron la estola y dio la bendición «Urbi et Orbi».

Se ha reunido, tres días después de su elección, con los periodistas que estaban informando sobre el cónclave y les ha explicado su decisión de elegir el nombre de Francisco como sucesor de san Pedro. Durante las votaciones tenía a un cardenal brasileño a su lado, cuando fue elegido “él me abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides de los pobres». Y esta palabra ha entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación”.

Luego, el nuevo Papa, dijo a los informadores “¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! (...) Os quiero mucho. Os doy las gracias por todo lo que habéis hecho. Y pienso en vuestro trabajo: os deseo que trabajéis con serenidad y con fruto, y que conozcáis cada vez mejor el Evangelio de Jesucristo y la realidad de la Iglesia.”

Un estilo cercano, espontáneo y cordial que se ha repetido el domingo cuando ha ido a celebrar la Santa Misa a una parroquia, cuando se ha acercado a saludar a la gente de la calle y también durante el Ángelus.||

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