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Este es el estado de abandono del terreno del Plan Caufec y de su Oficina de Ventas
Este es el estado de abandono del terreno del Plan Caufec y de su Oficina de Ventas

El reinventado macroplan Caufec vuelve a reactivarse pese a las protestas vecinales 

Por Patricia Barajas

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h

Después de la paralización de las obras, se vuelve a relanzar el plan Caufec para abrir una puerta de entrada a Barcelona con el lujo como protagonista. El proyecto Caufec, ya en los primeros años, experimentó una gran transformación para pasar del simple entierro de las líneas eléctricas a un macroplan urganístico

Las 40 hectáreas del terreno llaman la atención por su mal estado. Accesos cortados, vegetación descontrolada (un pastor de la zona pone de su parte y sus ovejas pastan en los terrenos), sensación de abandono, parques infantiles no acabados y la oficina de ventas abandonada. Esta es la situación actual del conocido Plan Caufec de Esplugues. Acabado el concurso de acreedores, Sacresa ha anunciado que las obras se ponen en marcha nuevamente. Antes de empezar a construir se debe arreglar todo aquello que el tiempo y el abandono ha estropeado.

La crisis paró lo que no pudieron parar las asociaciones de vecinos, aún así, estos grupos ya están pensando como volver a frenar el proyecto que ya hace más de veinte años que se presentó.

De la línea eléctrica a los rascacielos
En junio de 1991 el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat aprobó un proyecto urbanístico que proponía enterrar las líneas eléctricas de alta tensión que se encontraban a pie de la montaña de San Pedro Mártir. Esos terrenos pertenecían a la empresa francesa “CAUVAL I FECSA” (de aquí el nombre del proyecto CAUFEC). FECSA calculó un gasto de 42 millones de € y eso obligó al gobierno municipal a solicitar una modificación del “Pla General Metropolità” (PGM) con tal de poder aumentar los m2 edificables del barrio. En 1993 la Dirección General de Urbanismo de la Generalitat señaló varias irregularidades jurídicas contenidas en el Plan Caufec. Transcurren años de reformulación del proyecto hasta una segunda versión encabezada por la familia Sanahuja, propietaria de la empresa Sacresa, que compró el proyecto e hizo una segunda versión rebautizado como Porta Barcelona. Esta nueva versión del proyecto urbanístico planeó 600 viviendas de alto standing y de lujo, dos rascacielos de 105 metros de altura con un parque empresarial, un hotel de 4 estrellas y el centro comercial más grande de la vertiente norte de Barcelona.

A raíz de este proyecto, apareció un movimiento en contra llamado “No al Pla Caufec” que critica lo siguiente: degradación del medio ambiente, masificación de los barrios de Can Vidalet y Finestrelles, masificación del tránsito, derribo del patrimonio, daño del comercio local y como colofón, la especulación. Según esta organización, el Pla Caufec nació con la excusa de enterrar las líneas de alta tensión, pero tiene la finalidad de hacer negocio de manera especulativa. “No al Pla Caufec”, la asociación de vecinos de Finestrelles y otras asociaciones interpusieron en diciembre de 2004 una queja ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra el Plan CAUFEC, que fue definitivamente rechazado por este tribunal en julio de 2005. Desde 2006 y especialmente en 2007, la campaña de protesta se convirtió en un movimiento civil crítico de alcance metropolitano que, bajo el lema “Todo está fatal, pasamos a la acción”, pretendía denunciar la especulación y protestar por “la destrucción del territorio a través de la construcción de infraestructuras destinadas a favorecer las manos privadas”.

Envuelto de protestas y detenciones
Durante el 2007 la Plataforma Popular contra el Plan CAUFEC programó y ejecutó varias acciones de desobediencia civil en el municipio. La acción que tuvo más repercusión fue el encadenamiento de dos personas al balcón del Ayuntamiento de Esplugues. Querían que la alcaldesa se comprometiera por escrito a suspender la tramitación del plan urbanístico. Dos días más tarde, tres jóvenes se colgaron durante 24 horas en el edificio Tres Torres de Esplugues desplegando una pancarta con el lema “Todo está fatal. No al Plan CAUFEC”. Los Mossos intervinieron en ambos casos junto con los Bomberos y la Policía Local. El 20 de mayo de ese mismo año hubo una manifestación donde los manifestantes se disfrazaron de payaso con el lema “Pilarín, basta de especular”.

Los manifestantes se han movilizado en todos los ámbitos. Intentar dialogar con la Generalitat y el Ayuntamiento, colgar pancartas en puentes, obras, marquesinas, arboles, etc.
En octubre de 2007 tuvo lugar una caminata por Esplugues bajo el lema “Aturem les màquines” con más de 1.500 personas. Se convocó el fin de la manifestación en los terrenos afectados por el Pla CAUFEC (dónde estaban empezando las primeras obras). La manifestación tenía un carácter festivo y los Mossos no identificaron ni detuvieron a nadie. Más tarde, en marzo del 2009, hubo una convocatoria de protesta ante el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat raíz de la entrada en prisión de una persona como consecuencia de una pena multa de 60 € impuesta por una protesta anterior contra el Plan Caufec que implicaba 10 días de cárcel por la activista. Ese día el pleno municipal tenía previsto debatir una moción de apoyo a esta persona y hubo una concentración en la que participaron unos 300 asistentes. El cierre del acceso al Ayuntamiento por parte de la Policía Local provocó escenas de tensión. No obstante, de nuevo, tampoco se realizaron identificaciones ni detenciones.

A raíz de estos dos actos (sin ninguna detención) nueve personas fueron imputadas más tarde por la Fiscalía. La petición por ambos casos sube a 27 años y 6 meses de prisión, 600 días de pena-multa (o 9.940€) e indemnizaciones de más de 5.000€. El hecho de que se pida penas de prisión en los dos procesos crea una duplicidad, es decir, que estas personas que no tenían antecedentes penales podrían ir a la cárcel porque el primer juicio crea antecedentes de cara al segundo. En el año 2012 un grupo de personas creó una campaña de soporte para los afectados, llamado “Ni Muts ni a la Gàbia”, que quieren evitar el encarcelamiento de los activistas. La estrategia de esta campaña se basa en la información y participación ciudadana: recopilación de firmas, charlas abiertas a la población, divulgación y actividades diversas dentro y fuera del municipio de Esplugues. El grupo de apoyo encuentra desproporcionada la pena que se solicita y pretende poner de manifiesto que protestar conlleva tener problemas con la justicia. Estas nueve personas están a la espera de juicio que tendrá lugar los próximos días 27,28 y 29 de octubre.

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