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QUÈ SE N'HA FET DE...

Ángel González: “Discutí con Carrillo sobre nacionalismo versus internacionalismo y me convenció”
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Ángel González: “Discutí con Carrillo sobre nacionalismo versus internacionalismo y me convenció”

Por Lluis M Estruch
domingo 08 de junio de 2025, 09:00h
Ángel González Paredes nació al final de la Guerra Civil, el 12 de marzo de 1939, en la ciudad manchega de Miguelturra, en pleno Campo de Calatrava y no lejos de Ciudad Real. Su padre, un destacado líder, decidió huir ante el rápido avance nacionalista. Toda su familia era oriunda de Azuaga, pueblo que se trasladó casi en masa a Sant Boi de Llobregat en la postguerra. Pero en Miguelturra, su madre fue acogida por parientes que la ayudaron. Sus tías maternas se encargaron de él. A los tres años, se trasladaron a Sant Boi, a un barrio próximo a la parroquia. Su padre consiguió llegar a Francia y empezó allí una nueva vida como muchos otros vencidos. Su madre permaneció en España. Separados de facto. Hay que tener en cuenta que el nuevo Estado no reconocía muchos actos jurídicos del Código Civil republicano, creándose así situaciones difíciles con los documentos básicos claves.

Eran tiempos duros los del período post-bélico y no mucho mejores los años de la autarquía económica; por ello no eran infrecuentes los actos solidarios de ayuda y apoyo entre las clases populares más afectadas. Nuestro personaje, vivió en carne propia, estos episodios mutuos de asistencia y colaboración entre parientes y vecinos. Sus deudos le procuraron enseñanza primaria en la Academia Llobregat regida por D. Bartolomé García, un buen maestro pero de maneras severas. En El Llobregat, ha sido reseñada esta Academia, recientemente.

¿Qué recuerdas de tu etapa escolar en el Centro Llobregat?
Para mí, la escuela y la enseñanza, eran momentos, muy gratos. Leí el reportaje sobre mi Academia en vuestra revista. Y reconozco al buen profesor de Matemáticas, que era D. Bartolomé, muy estricto. Yo molesté, a la hija de un tendero y fui castigado con dureza. Era el estilo de la época.
¿Seguías estudiando y trabajando?
Sí, los trabajos tempranos, (13 años) eran necesarios para el auto sostenimiento de las familias. Cuantos más ingresos, mejor para mantenerse. Pero yo seguí estudiando y trabajando a la vez.

¿Tienes algún título superior?
Frecuenté la Escuela Industrial de la calle Urgel (Barcelona) y conseguí el título de Peritaje industrial en la rama eléctrica, muy valioso entonces. Yo alterné mis estudios con un empleo en la Adaibra, una empresa pionera en España de acero inoxidable, con plantilla numerosa. Mi departamento se ocupaba de la rama eléctrica/Automatismos e Innovaciones. Estaba satisfecho allí, buen salario y los dueños, la familia Boixareu, eran visibles, hacían una ronda por los Talleres y comentaban con nosotros las incidencias de los trabajos. Esto se hacia a las 8h de la mañana y el recorrido abarcaba las tres empresas del grupo: Bra, Adaibra y Austinox. En síntesis: trato directo con los dueños y buen ambiente laboral.

¿Hablas de una empresa ideal?
De alguna manera, sí, teniendo en cuenta el contexto del que veníamos muchos trabajadores de las tres firmas. Pero aquello se alteró a peor, cuando la segunda generación tomó las riendas del conglomerado industrial. Hicieron maniobras financieras desafortunadas en especial con Reino Unido. La primera suspensión de pagos marcó un hito mercantil. Después siguieron otras operaciones con gran coste social.

FOTOGRAFÍA ANTIGUA DE ÁNGEL GONZÁLEZ, EN SU ETAPA ESCOLAR

¿Qué pasó contigo en medio de todas estas turbulencias empresariales?
Yo salí antes del final de Adaibra y fundé con dos socios más Pymac una empresa de instalaciones y mantenimiento eléctrico enfocada a la industria y la construcción. Le dimos un carácter cooperativo. Muchos procedíamos de empresas en crisis y tratábamos de crear un tipo de empresa más social.

¿Tenías otras inquietudes?
Sí, estaba muy creativo. Tenía un sobrino llorón y se me ocurrió diseñar una cuna balancín para mitigar el insomnio de mi cuñado. Y funcionó. Lo patenté y fue seleccionado para la Expo Bruselas de 1970 y premiado con una medalla de oro. A resultas de ello fui recibido en el Pardo -con chaqué alquilado- por Franco, que me entregó un diploma.

¿Fue rentable tu invento?
El invento se perfeccionó, pero no tuvo éxito comercial. En cambio otro invento, que fueron las instalaciones prefabricadas de fontanería, que facilitaban tiempo y economía, sí tuvo éxito.

¿Y de la política, alguna vivencia temprana?
No tenía especial interés, pero a través del trabajo contacté con un albañil comunista, que trató de convencerme. Me sorprendió al principio y más cuando me propuso un viaje a la URSS. Me arregló los papeles y desde Francia llegué a Moscú. Después fuimos a Leningrado, donde aún habían ruinas de la II Guerra Mundial. En el viaje había guías acompañantes del PCE. Allí me decidí a ingresar en el PCE. Tuve en una ocasión una discusión con Carrillo sobre “Internacionalismo versus nacionalismo”, me convenció.

¿La familia, cómo se lo tomó?
Encontré unas lógicas reservas, desde luego. Aún así perseveré en el tema. Tengo tres hijos y tres nietos y mi esposa es mi referente.



Llega la democracia y las primeras elecciones municipales del 1979, ¿los resultados son o no son los esperados?
Los comunistas sacamos nueve concejales, los socialistas, diez concejales. Un tanto decepcionados, esperábamos más. Hubo Frente Popular en el primer Ayuntamiento democrático de Sant Boi. Yo fui teniente de alcalde y me ocupe de asuntos de industria y comercio. Era un momento de desarme industrial en la ciudad y de aumento del paro.

Ángel González, en su etapa en el ayuntamiento de Sant Boi

¿Cómo eran las primeras sesiones de los Plenos municipales?
Eran sesiones interminables, prolongadas innecesariamente. No habían medios y los técnicos y funcionarios estaban reticentes con la nueva situación.

Y vuestra empresa, ¿qué tal?
Yo había visitado Italia y las famosas cooperativas del PCI, había participación obrera en la gestión y el toque social que pretendíamos en PYMAC; con pocas diferencias salariales y reinversión. Cobrábamos en letras de cambio, a través de Bancos. Procurando no depender de ellos. Autofinanciarse. Pero teníamos grandes clientes y sufrimos sus crisis inmobiliarias. En una obra de 200 viviendas en Granollers, nuestros prefabricados nos daban ventaja técnica. Pero el contratista quebró y nos debió varios millones. Después un trabajador al que pagamos los estudios, pasó a ser gerente. Un tiempo después disolvimos la sociedad cooperativa con un patrimonio residual acumulado y sin deudas.

¿Diferencias entre gestión municipal y gestión empresarial?
R-Son muy diferentes, vale una anécdota; había un Instituto con obras “eternas” y una empresa Durisol que nos hacia colegios prefabricados, que se declaró en huelga. En una entrevista con los huelguistas conseguí que hicieran las escuelas de Sant Boi y dejarán los demás encargos. Improvisé una arenga a los obreros en huelga y les persuadí como político; llegando a sus sentimientos, eso un gestor municipal no lo haría. También a través de Xavier Padrós conseguimos que una banda juvenil que destrozaba mobiliario urbano y que peleaban entre ellos, dejarán de ser un problema para el barrio Marianao.

Califica de O a 5 s los alcaldes samboyanos habidos.
Xavier Vila, 4; Montse Gisbert, 3; Jaume Bosch, 3.5 y Lluïsa Moret, 4.

Tus aficiones...
La gastronomía, disfruto preparando platos elaborados y me gusta compartirlos. Me simpatiza Carvalho el héroe de Vázquez Montalbán un eurocomunista, ambos gastrónomos de buen paladar.

¿Y tu paisaje urbano favorito?
La plaza de Cataluña, muy cerca de donde vivo. Siempre animada con gentes sociables.

¿Viajes?
Me gustaría viajar a Rusia y a Alemania

¿Ves a Sant Boi con 100.000 habitantes?
No es mi deseo, me inclino por un crecimiento cero. Faltan cosas muy necesarias aún. Por ejemplo, una Residencia de servicios geriátricos pública que no tenemos. Y más viviendas para jóvenes, y hacerlas en un cuartel donde yo hice el servicio militar como electricista. Falta una relación de viviendas y una reserva de disponibilidad. Me disgusta el trato dado a la edil Cristina Serna, de Podemos, por su activismo en los desahucios.

Un hecho colectivo local que recuerdes con simpatía.
Hicimos una campaña de apoyo en favor de una medalla de “hijo predilecto” para el alcalde Martí Lladó, de la Transición (se la logramos en 2008), aunque el edil comunista Pérez se opuso. Después probamos con el ex-alcalde Vila, sin éxito.

Una queja.
El exceso de mascotas, de perros. Yo les pondría una tasa y mayor vigilancia cívica (multas) al mal comportamiento y falta de higiene en la vía pública.

¿Pudiste reconectar con tu padre en Francia?
Sí, pude localizarlo. Había rehecho su vida con otra esposa y muchos hijos, mis hermanastros. Celebramos unos encuentros todos juntos. En uno de ellos, mi hijo pequeño se extravió y todos colaboramos en encontrarlo. Conmovedor. Por parte de mi madre, también tuve un hermanastro. Debo mucho a mi mujer -somos novios desde los 13 años- y a su familia. que me “adoptó” de hecho. Soy hombre de una sola mujer. He podido reconstruir lazos familiares que la Guerra Civil cortó.

Tu querencia política, ¿ e mantiene en la izquierda?
Sí. Simpatizo y apoyo a Podemos, Y a pesar del auge derechista, tengo un lema: “La esperanza democrática vencerá al miedo”.

Ángel González Paredes, 86 años, perito eléctrico, empresario, concejal, tres hijos, tres nietos. Manchego por accidente pero con raíces en Azuaga. Residente desde los tres años en Sant Boi, localidad que acogió a muchos azuageños. Buen gastrónomo y hombre de hechos más que de palabras. Participante de tertulias y activista social en campañas organizadas por la Fundación Bon Viure. Un ser social, ciudadano y animal político a la manera griega. III


“Se nos recomendó entrar en los ayuntamientos PSC y lo hicimos”

¿Cómo viviste la lucha de fracciones comunistas que se produjo tras las victorias socialistas y nacionalistas?
Lo viví mal. Las facciones “Afganas”, “Pro-soviéticas”, “eurocomunistas” y hasta “leninistas” fueron un destrozo para la causa comunista.


¿A quiénes elegiste?

Me incliné por el “eurocomunismo”. Mientras tanto hice gestiones para comprar en la calle Alou un local en propiedad, que arreglamos y se revalorizó. Y invitamos a Santiago Carrillo a una jornada en Sant Boi en el Hotel local. Traté al pediatra A. Gutiérrez que nos recomendó entrar en los Ayuntamientos del PSC, cosa que hicimos. Llegamos a ser 700 militantes en la época de Juan Antonio Ciurana, hijo del secretario municipal e impulsor de la “Ciudad Cooperativa”, Josep Maria Ciurana.

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