Dos ladrones de coches, viejos conocidos de la policía, creían haber dado el golpe perfecto en un parking del barrio barcelonés de Sants, pero ambos acabaron esposados en L’Hospitalet y con las manos en la masa: con los coches robados, las llaves maestras y hasta las tabletas de la empresa de alquiler que habían asaltado decomisados por los Mossos. Uno de ellos, reincidente en estado puro, nada más salir del juzgado para declarar volvió al día siguiente a la misma empresa a intentar apoderarse fraudulentamente de otro vehículo… y volvió a ser detenido.
En ocasiones, la realidad delictiva supera a la ficción, incluso cuando se trata de una banda de ladrones de coches rematadamente torpes. Y es que, a veces, no se puede hacer peor aunque se haya trazado un plan digno de una teleserie policiaca.
L’Hospitalet acaba de ser el escenario de uno de estos delitos dignos de un guion televisivo, aunque de serie B. Dos hombres de 32 y 33 años, con un historial de antecedentes tan largo como la avenida Carrilet de la segunda ciudad de Cataluña, han sido cazados in fraganti por los Mossos d'Esquadra después de cometer un robos peliculero: coches de alquiler, llaves maestras, tabletas electrónicas y hasta un móvil cayeron en sus manos tras forzar el acceso a un aparcamiento privado en el limítrofe barrio barcelonés de Sants.
El golpe, ejecutado el pasado viernes día 5 de septiembre, fue rápido y silencioso. De un plumazo, los dos arrestados se llevaron dos vehículos de alta gama de una empresa de alquiler estacionados en el parking de la compañía y un botín que les abría la puerta a nuevos delitos: una decena de llaves de otros coches, tres tabletas y un teléfono móvil corporativo. Lo que no sospechaban los dos rateros es que la geolocalización de los vehículos que acaban de llevarse iba a ser su talón de Aquiles y la pista que iba a conducir a los agentes hasta su escondrijo. Un error de principiante.
Los Mossos d’Esquadra, alertados por la empresa afectada, siguieron el rastro digital de los coches y lo encontraron todo bien guardado en L’Hospitalet, junto a los propios ladrones. Las patrullas de la comisaría local se coordinaron con las del distrito barcelonés de Sants-Montjuïc y dieron con el escondite y con el botín: allí estaban los dos vehículos, las tabletas, las llaves… y los dos protagonistas de esta chapuza. En cuestión de minutos, la operación se cerró con las esposas puestas y los dos detenidos llevados a declarar ante el juez, que decretó su puesta en libertad con cargos.
El delincuente reincidente
Pero la historia no acabó ahí. Al día siguiente, uno de los detenidos demostró que la osadía también puede ser torpeza. Recién salido del juzgado, se presentó en las oficinas de la misma empresa de coches de alquiler con una reserva a su nombre sin abonar un euro y se marchó tan campante, como quien recoge una hamburguesa en un McAuto, con un vehículo de alta gama. El truco: había usado el perfil de un trabajador desde una de las tablets robadas el día anterior.
Parecía que se había salido con la suya pero no coló. Los agentes policiales, ya con la matrícula del coche del timo en su radar, lo interceptaron a pocos metros del local y lo volvieron a detener. En el cacheo le encontraron dos llaves de coches sustraídas y documentación de reservas fraudulentas con contratos imposibles: alquileres de un año a coste cero, pagos adelantados inventados y diferencias de céntimos para cuadrar cuentas delirantes en las que había que devolverle dinero al estafador. Y es que al acudir al mostrador de la empresa portaba en sus manos un comprobante de que había realizado un pago previo por el coche (inexistente, claro está) de 3.000 euros cuando el coste final del préstamo del vehículo se limitaba a 2.391,95 euros. Por tanto, según la cuenta de la vieja del ladrón todavía se tenían que reintegrársele 908,05 euros. Pero es que ni una simple resta había sabido hacer, pues de ser cierto el importe del dinero dado a cuenta y el del precio final, solo se le tendrían que haber devuelto 608.05 euros, 300 menos de los que reclamaba el detenido. El colmo de la torpeza.
Viejos conocidos
Los dos arrestados no eran precisamente novatos. Entre ambos acumulan 32 antecedentes por delitos similares y su carrera delictiva se ha movido siempre en el mismo terreno: coches, llaves y engaños. Esta vez, sin embargo todo se les torció en L'Hospitalet. Tras la doble visita a los juzgados este pasado fin de semana del 6 y el 7 de septiembre,da la sensación los Mossos han logrado desmantelar, al menos de momento, una pequeña banda que había convertido el robo de coches de alquiler en su particular especialidad.
En L’Hospitalet, los vecinos son conscientes de que la delincuencia no descansa y más con los últimos aumentos de los índices de inseguridad. Pero también pueden dar fe de que , cuando los Mossos d'Esquadra se ponen de por medio, los “negocios” de los ladrones duran lo que tarda un GPS en marcar la posición exacta del coche robado. Quien diría que a estos dos ladrones experimentados -pese a su juventud- les faltaba calle...
Si (
No(
