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Diez años de voluntariado de película en Sant Feliu

Diez años de voluntariado de película en Sant Feliu

Por Vanesa Maillo García
martes 26 de enero de 2016, 05:57h
La Associació CineBaix mantiene seis salas en el antiguo Cine Guinart, tras apagar la luz del proyector en 2004. CineBaix se ha convertido en un símbolo de lucha ciudadana, muy valorado por los vecinos de Sant Feliu.

En el número 21 de la calle Joan Batllori. A pocos pasos de la estación de tren, encontramos un pequeño cine con más de 40 años de existencia. Es el antiguo Guinart, de Sant Feliu de Llobregat. Un cine de barrio superviviente al auge de los cines multisalas en grandes centros comerciales. Sin embargo, detrás del triunfo, siempre hay un esfuerzo y, en este caso, un gran equipo. Es la Associació CineBaix: una entidad local sin ánimo de lucro basada en la autogestión y el voluntariado.

“Contamos con una bolsa de voluntarios de más de veinte personas”, explica Xavier Bachs, presidente de la asociación. “Desde amas de casa a maestras, jubilados, gente joven, amantes del cine…”, todos ellos hacen posible el funcionamiento del CineBaix: “Se encargan de la gestión, la programación de la web, los contratos de películas, el mantenimiento e incluso el bar”. “Actualmente, han empezado a contratar a algunos trabajadores. Pero de momento solo dos de ellos cobran por hacer su trabajo. El resto lo hacen sin esperar nada a cambio, excepto promover la cultura popular, la participación social y la expresión de la diversidad cultural. Se trata de muchas personas “que creyeron conveniente dar apoyo a nuestro proyecto cuando nació el movimiento”, en contra del cierre del cine Guinart “en el 2004”, dice Bachs.

La entidad ha apostado por un cine independiente, no tan comercial, sino que “programamos más sesiones de cine de autor, sin tantos efectos especiales”. Además, también difunde la diversidad cultural. De hecho, se ha convertido en un referente en eventos de cine europeo, árabe y latinoamericano. Como integrantes de la Red Europa Cinemas, “el 60% de películas que proyectamos son europeas, lo que incluye cine español y catalán”, comenta orgulloso Xavier Bachs. En total, tres de las seis pantallas de CineBaix están dedicadas al cine alternativo. En cambio, en los otros cines de España existe “un predominio americano de más del 80%”.

Pero no son los únicos. CineBaix se ha unido con otros cines para poner en marcha CineArte, una red de cines independientes por la cultura y el arte, y que “tiene vocación de hacer cine de arte y ensayo”. Cines como “los Renoir”, en Madrid y Mallorca, que han sido “recuperados por gente con una actitud similar a la nuestra”.

En CineBaix, “intentamos que la diversidad de géneros sea amplia”, dice el presidente de esta entidad sin ánimo de lucro. Además, complementan las sesiones con otras actividades como “el documental del mes, el programa de cine y derechos humanos, óperas en directo e intentamos hacer todas las versiones originales que podemos”. Así, ha logrado diferenciarse CineBaix de los cines multisalas en las grandes superficies. Y también así ha conseguido atraer a muchos espectadores a sus salas. No solo habitantes de Sant Feliu, sino que “cada vez notamos más la presencia de gente de las ciudades de alrededor vecinas como Pallejà, Vallirana, Sant Joan Despí y Molins de Rei”.

Son muchos los que todavía se decantan por el cine de barrio. En total, una media de “más de 1200 espectadores” pasan por las seis salas de CineBaix cada fin de semana. Un promedio que aumenta cuando grandes estrenos “como Ocho apellidos catalanes” llegan a las pantallas del cine de Sant Feliu. La gran variedad de películas permite atraer a un público muy diverso: “familias y sobre todo gente de mediana edad”. Aunque, “si alguien no predomina en CineBaix”, dice, “son los adolescentes”, ya que estos tienen mayor tendencia a ir a ver películas a centros comerciales.

Símbolo de la lucha ciudadana
CineBaix se ha convertido en un símbolo de la lucha ciudadana. Todos los vecinos de esta localidad del Baix Llobregat conocen y valoran el trabajo de esta asociación. “¡Es el cine de mi pueblo! Pero los que trabajan allí no cobran, son voluntarios”, dice Laia Olivella, vecina de Sant Feliu del Llobregat.

La satisfacción de una ciudad que conserva su propia sala de cine no debería ser menor. Actualmente los cines de barrio han ido desapareciendo de las localidades a causa de su poca viabilidad o su baja rentabilidad. La proliferación de grandes salas en centros comerciales ha avivado esta ausencia. Como Xavier Bachs explica, “el modelo dominante ahora son las multisalas junto a un centro comercial”, ya que es, dice, “lo más moderno y lo que más se lleva”.

Antiguos cines como CineBaix “ahora ya quedan pocos”. Por ejemplo, “en l’Hospitalet solo quedan los cines de los dos grandes centros comerciales de la zona: el Gran Via y el de la Farga”. Sin embargo, “los antiguos como los de la Rambla los han derruido”, se lamenta el presidente de la Associació CineBaix.

La historia de esta lucha en Sant Feliu del Llobregat se remonta diez años atrás. Exactamente los diez años de proyecciones que CineBaix acaba de celebrar. Pero antes de que el antiguo Guinart volviera a abrir sus puertas el 4 de noviembre de 2005, la ciudadanía de Sant Feliu se unió y movilizó para manifestar su descontento por la desaparición del mítico Cinema Guinart, que apagó la luz de su proyector el 15 de febrero de 2004.

Convocatorias y manifestaciones ciudadanas, recogida de firmas, lectura de un manifiesto en un pleno municipal… Todo un camino a recorrer con el único fin de mantener viva la tradición cinéfila de Sant Feliu del Llobregat. Y aunque ya sabemos cómo acaba esta historia, su final siempre provoca una sonrisa en los santfeliuenses. Después de que el Ayuntamiento de la localidad adquiriera el recuperado cine Guinart, para el uso cultural y público, y gracias al compromiso de la Associació CineBaix en la gestión de la exhibición cinematográfica, el cine volvió a Sant Feliu del Llobregat. Esta vez, bajo el nombre de CineBaix: un proyecto de referencia en la divulgación de valores culturales y uno de los pocos cines de barrio que sobreviven en la comarca. III

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