Con la llegada de la Semana Santa, la ciudad de Castelldefels, capital turística del Baix Llobregat, se llena de vida y actividad. La ciudad se abre al mar, y con ella, los chiringuitos renuevan sus apuestas para dar a tanto a visitantes como a los vecinos un amplio abanico de productos y alternativas de ocio y descanso.
No sólo ellos, sino hoteles, restauradores, comercios y tantos otros servicios están perfectamente preparados para ofrecer lo mejor de nuestra industria local.
Una Semana Santa que además es pasión, tradición y cultura de la mano de la Hermandad del Cristo de la Paz, que cada día recorre las calles de la ciudad en procesiones que acaparan la atención de fieles y curiosos, y que merece la pena no perderse.
Una ciudad vista en positivo, como lo son las propuestas que en el pasado pleno el grupo popular llevo al Ayuntamiento para ser aprobadas. Propuestas que tratan de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Como, por ejemplo, tratar de erradicar y evitar que se reproduzca la mala imagen que persiguió a la ciudad a raíz de ser la sede de dos grandes macroprostítulos que durante años marcó la ciudad. Ahora ambos están cerrados, pero o bien por el abandonado del inmueble, o bien por el miedo a que se nuevas actividades se pondrán en marcha en esas ubicaciones, el vecindario está preocupado ante la incertidumbre de lo que pueda suceder en el corto y medio plazo. Desde el Partido Popular lo tienen muy claro y dicen No a que Castelldefels vuelva a asociarse a la prostitución, la explotación de la mujer, las drogas y los ajustes de cuentas.
Por otro lado, gracias a la propuesta de los populares, el Ayuntamiento se adhiere a la declaración impulsada por la Federación Española de Provincias y Municipios con el fin de garantizar la plena movilidad a todas las personas sin excluir a aquellas que tengan alguna discapacidad física, cognitiva o sensorial. Si queremos hacer de Castelldefels una ciudad más inclusiva, debemos destinar recursos y esfuerzos para que el entorno urbano sea adecuado a este fin.
Esperemos que el gobierno municipal pase de las palabras a los hechos y comience a destinar recursos en proyectos de este tipo que puedan hacer una ciudad para todos, sin dejar de lado a nadie.
Porque un Castelldefels diferentes es posible, y muy pronto, con la ayuda de todos, el cambio puede ser una realidad. III
Si (
No(
