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Historia de una portada
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Historia de una portada

viernes 04 de enero de 2019, 01:29h
El pastelero de Viladecans José Domingo elabora una tarta especial para nuestra primera plana.

Estamos en un momento en el que no se deja de reivindicar la comida tradicional y de proximidad. Sin embargo, la pastelería de toda la vida, la artesanal, también debe reclamar su papel dentro de este retorno a la cocina de toda la vida.. José Domingo Pardo, fundador de la escuela de pastelería que lleva su nombre en Viladecans y la pastelería Divine’s, destaca que el papel de los pasteleros artesanos es “fundamental” para que “sobrevivan las pastelerías”, que van cerrando año tras año en el Baix por falta de maestros artesanos que puedan desempeñar el oficio.

¿Y qué mejor manera que reivindicar este delicioso arte sumando esfuerzos por la comarca?

Recuperando el oficio
De hecho, la Escuela de Pastelería José Domingo Pardo quiere lograr recuperar este oficio artesano. Por ello, ofrecen cursos de formación anuales, donde aprender el oficio en peligro de extinción de pastelero artesano, y monográficos en los que cualquier persona con ganas de profundizar en la técnica de alguno de sus postres preferidos puede acudir unas horas y salir con su propia tarta digna de las mejores pastelerías.

Eso por lo que respecta a la escuela, puesto que la pastelería Divine’s que regenta sigue haciendo las delicias de todos los viladecanenses y vecinos de la comarca que se acercan. Un rincón al que se han acercado personalidades destacadas, desde Sara Montiel a Alaska, pasando por Míriam Díaz Aroca, que de hecho visitó hace poco el establecimiento.

Por este motivo, Pardo ha sido el encargado de confeccionar el pastel de la portada de este mes de El Llobregat, que conmemora las primeras elecciones municipales en democracia, de las que se cumplen 40 años [ver páginas 10 y 11].

¿Cómo se hizo?
El número 141 de El Llobregat lleva la firma de José Domingo, quien ha elaborado una tarta en la que están representados cuatro edificios emblemáticos de la comarca en chocolate blanco, con el método denominado ‘transfer’: se trata de la torre de control del Aeropuerto de El Prat -o Josep Tarradellas, como acaba de bautizarlo el Consejo de Ministros-, el Pont del Diable de Martorell, el Hotel Porta Fira de L’Hospitalet y la Torre de la Creu de Jujol en Sant Joan Despí. Junto a dichas figuras, un pastel central de chocolate de valrhona, con yema quemada y bizcocho de tortada con montado doble.

Tres días de trabajo
Una gran obra de pastelería artesana para la que Pardo ha necesitado tres días para planificar, confeccionar y hornear. “Lo primero es plantear cómo se va a hacer, en especial las escalas para que no quede una figura muy pequeña y otra muy grande” explica a El Llobregat el pastelero, mientras recalca que “todo ha sido hecho a mano, sin química, natural y artesanal”.

El voluminoso pastel fue trasladado desde la Escuela de Pastelería José Domingo Pardo en la calle Salvador Baroné de Viladecans, no sin alguna dificultad, hasta la redacción de El Llobregat en Sant Boi. Transportamos el dulce con mucho cuidado para que llegase en perfecto estado y continuamos haciendo casi 200 fotografías, de las que ha salido la elegida, que ocupa la portada de esta edición del mes de enero.

Tras ello, todos los integrantes de la revista hemos disfrutado del primer gran dulce navideño, así como de la celebración de los 40 años de democracia local. Y de aquí a cinco meses, unas elecciones municipales que, como por aquel entonces, marcarán decisivamente el futuro de la comarca. III

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