El Área Metropolitana de Barcelona ha inaugurado la temporada de baño en sus playas, mejorando equipamientos deportivos y accesibilidad. Se han implementado nuevas instalaciones, analizado la salubridad de duchas y módulos de salvamento, y realizado tratamientos preventivos. También se han conservado espacios naturales y restaurado mobiliario.
Este miércoles 28 de mayo, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha inaugurado oficialmente la temporada de baño en sus playas metropolitanas. Terminadas todas las tareas de montaje, el litoral ya está preparado para darle la bienvenida al verano, después de una primavera con frecuentes tormentas y temporales marítimos (especialmente en el mes de marzo).
En la campaña de este año, el AMB ha apostado por aumentar el número de equipamientos deportivos en las playas, para convertirlas en espacios de ocio y salud. Por ejemplo, las playas de Gavà y Viladecans cuentan ahora con instalaciones de calistenia, para entrenar a primera línea del mar. Y Castelldefels suma seis nuevos campos de voleibol, uno de los deportes más emblemáticos de la ciudad.
Para reforzar la salud y seguridad, también se ha analizado la salubridad de la red de duchas y lavapiés por todo el litoral metropolitano, así como los módulos de salvamento y baños de uso público. Como parte del control de salud y atendiendo a la nueva normativa, se han llevado a cabo nuevos tratamientos preventivos y desinfecciones adicionales en todos estos elementos.
Playas más accesibles
En línea con el trabajo de los últimos años, el AMB ha invertido en varias actuaciones de mejora de la accesibilidad, con pasarelas más amplias y señalizadas. Además, ha instalado nuevas líneas de boyas de ayuda al baño en todas las playas del Delta, que se suman a las instalaciones adaptadas que han ido incorporando en las últimas temporadas de verano.
Además de estas actuaciones novedosas, también ha ejecutado los habituales trabajos de conservación de los espacios de dunas del Delta o de renovación y restauración del mobiliario. Además, los temporales primaverales han impedido alargar las pasarelas hasta primera línea de playa, para evitar daños en el litoral, y ha obligado a ejecutar tareas de prevención ante posibles temporales y de recuperación de las playas por la regresión de la arena.
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