El debate generacional es una discusión que no tiene fin ni conclusión, ni siquiera, aventuro, tiene un objetivo. Todos tendemos a creer que nuestros tiempos de juventud fueron mejores que los de ahora, obviando los peligros contemporáneos de cada generación, o los obstáculos sociales que se tuvieron que sobrellevar. ¿Quién no recuerda no entender de joven a sus mayores?
Creo que el debate sobre las diferencias de generación nos desvía de debates más importantes y de mayor calado: más que el año de nacimiento, es nuestra clase social la que determina qué presente y qué futuro podemos esperar los jóvenes, los mayores y los ancianos. Porque hay personas que nacieron en el babyboom y le faltan años de cotización para la jubilación, y gente Millennial que está concadenando contratos en negro durante años. Hay gente de la Generación X y de la Generación Z que se pueden permitir estudiar hasta la universidad y gente que de esa misma generación que no ha podido seguir estudiando para ponerse a trabajar. Hay gente de todas las generaciones que se pueden pagar unas vacaciones al extranjero cada año, y otras que apenas llegan a fin de mes.
¿Con esto que quiero decir? Que nuestra clase social nos une y nos separa más que la generación a la que pertenecemos, y que es más determinante para explicar las necesidades y reivindicaciones que tenemos que en qué año nacimos.
Las clases populares y trabajadoras no nos podemos permitir caer en los debates que buscan la división y la confrontación, porque la lucha por las pensiones también es la lucha por un trabajo digno. Las reclamaciones en materia educativa también son las reclamaciones para mejores servicios, también en la salud. Las conquistas de ayer amplían los derechos de hoy, y estas conquistas las consiguieron nuestros iguales.
Es normal no comprender al 100% a las personas de otras generaciones, porque nos hemos educado en otros contextos sociales y económicos diferentes, con otros valores y otras maneras de relacionarnos y hablarnos. Pero donde sí que nos podemos comprender unos a otros es en las circunstancias de la vida por las que pasamos, por las cuales nuestra cuna tubo un papel determinante. No dejemos que un debate sobre las circunstancias empañe el debate sobre las desigualdades de clase. III