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Opiniones sobre la reforma laboral y sus consecuencias (II)

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Continuando con el análisis que inicie el pasado mes entorno a la nueva reforma laboral, y bajo mi punto de vista, otro de los problemas no resuelto dentro de la reforma es el de las PYMES. La Seguridad Social contabiliza la existencia de 1,4 millones de empresas en España, de las que 554.435 tienen un solo trabajador, 541.839 menos de cinco, 284.404 menos de 50 y tan solo 2.021 empresas tienen más de 500 trabajadores.
Una lectura rápida de los datos nos confirma que el 95% de las empresas no están afectadas por convenios, por lo que hacer pivotar la reforma laboral en torno a ello es simplemente un sin sentido, ya que solo beneficia como ya hemos anunciado desde Plataforma per Catalunya a las grandes multinacionales. Como pequeño anexo decir que lo que explica la pequeña dimensión de las empresas es la más que discutible política de subcontrataciones pero eso tendríamos que abordarlo en otro análisis.

Otra de las cuestiones que más asombran al leer la nueva reforma y cruzarla con los datos oficiales en torno a trabajo y empresa, es el elevadísimo número de despidos que se producen anualmente. El Banco de España dictaminó en un estudio reciente que entre 2002 y 2009 se habían producido anualmente 9,28 millones de bajas laborales al año, todo ello provoca que la mitad de los empleados roten anualmente, pero lo más sorpresivo es que tan solo el 5’15% de esas bajas tienen que ver con un despido. El 66% es por extinción de contrato, el 18% por voluntariedad y el 10% por otras causas. Poniendo la lupa en los despidos por causas objetivas, son solo son el 3’17%, por lo tanto hacer retornar la reforma laboral entorno a ese 3% es otra incongruencia. Y más después de que Blanchard economista jefe del FMI, liberal y nada sospechoso de ninguna vinculación con la defensa de los derechos laborales, diga que es beneficioso que existan indemnizaciones porque eso hace recordar a los empresarios los efectos negativos del despido y da cobertura al coste social del desempleo.

Mi conclusión es que esta reforma laboral realmente tiene que ver mucho con la presión de los grupos de poder y las grandes multinacionales que son realmente los beneficiadas. En particular esta reforma favorece al sector financiero afectado por el elevado coste de sus despidos y pendiente de fuertes procesos de restructuración. No hay que olvidar que el sector financiero es el principal culpable de conducirnos a este foso sin fondo llamado crisis y que el economista Niño Becerra denomina -Crisis Sistémica- una crisis de modelo y de sistema. Después de que los gobiernos insertaran miles de millones de euros en la banca, y junto al concepto abstracto de los mercados han forzado la aprobación de una reforma que facilita el despido, que no creará puestos de trabajo a corto plazo, pero que si afectará a la clase media y trabajadora que ven disminuido sus derechos. En el plano económico dejará tocado el consumo y volveremos a crecer negativamente sin ningún atisbo de recuperación. En definitiva una reforma que representa el fin del estado del bienestar, consolida la sociabilización de la pobreza en el primer mundo y reafirma al mercado como principal motor del proceso de globalización que trae precariedad, inestabilidad y miedo al futuro. Ahora más que nunca hay que generar alternativas a este modelo económico, social y laboral que no funciona para revertir la situación. Necesitamos más justicia social. ||
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