www.elllobregat.com

El Problema de la corrupción se llama sistema

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Cada día nos despertemos con un nuevo caso de corrupción política. Ha llegado un punto en que sólo levantarnos nos invade un único pensamiento. ¿Quién caerá hoy? ¿A quién le tocará el turno? ¿PP, CiU o PSC-PSOE?
Hace sólo unos años la casta política pasaba desapercibida, no figuraba entre las preocupaciones del pueblo, tampoco la corrupción, que se daba por hecho que existía, pero que no estaba entre los primeros puestos de la lista. Pero la crisis está cambiando la escala de valores, ya que después del paro y los problemas de índole económico, sitúan a la política, políticos y partidos como el tercer problema de los ciudadanos. La corrupción y el fraude también se sitúan en cuarta posición. La suma de ambos hace mella, ya que generalmente están muy asociados y se situaría en segunda posición, sólo superados por el desempleo y muy por encima de los problemas económicos.

Los casos de corrupción no sólo agrietan los cimientos de la democracia popular, sino que además son un lastre que agrava la crisis de este país. Las encuestas de opinión atestiguan que la corrupción política, institucional y económica, es la mayor enfermedad que tiene España en la actualidad. Y la realidad no hace más que confirmarlo con los numerosos casos que ocupan cada día las portadas de los periódicos.

Los absurdos pactos anticorrupción que presentan aquellos que ya no tienen legitimidad para hacerlo, hacen sonrojar de rabia a nuestra sociedad, porque la corrupción, ese uso ilegal del oficio público para el beneficio personal, se acerca vertiginosamente a una cleptocracia (del griego, clepto: tomar, y cracia: fuerza = dominio de los ladrones) a la que hemos podido llegar por estar gobernados por ladrones..

Esta cleptocracia basada en el robo, que institucionaliza la corrupción, esta cleptocracia con derivaciones nepóticas, que emana por si sola clientelismo político, el enchufismo y la indiferencia por los problemas reales, hace que entre los ciudadanos crean que todo queda impune, debido a que el poder se corrompe desde la justicia, todo ello por la corrupción sistémica provocada por el sistema político y económico.

Nuestra lucha para recuperar nuestros derechos, la justicia social y libertad no se puede abandonar, es el momento de enfrentarse a una casta de dirigentes corrompida, y lo haremos desde la humildad, pero desde la rabia de ver como el fruto de nuestro trabajo y país es malgastado por una generación de políticos que confundió la gestión de lo público con una banco de pruebas de lo absurdo.||
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios