Cambio climático, protagonismo de la ciudadanía

Uno de los aspectos fundamentales de dicho encuentro fue la escasa importancia que se concedió a las propuestas ofrecidas por los países europeos. Por ello, se debería establecer un consenso en materia de política ambiental, en aras de ofrecer una imagen conjunta y sólida de nuestro continente en foros de la naturaleza del celebrado en el país danés.

Precisamente, dada la escasa relevancia de las actuaciones derivadas de las cumbres climáticas, diferentes organizaciones han propuesto medidas para concienciar a los ciudadanos sobre la urgencia de adoptar una actitud responsable, ante la gravedad de las consecuencias provocadas por los cambios extremos experimentados por el clima.

Así, los expertos en dicha materia coinciden en señalar que, tras el incremento de catástrofes naturales ocurridas en diferentes puntos de la geografía mundial, el factor humano resulta determinante en la variación de las condiciones atmosféricas.

La reducción significativa de la emisión de gases de efecto invernadero compete a dos grandes bloques; de una parte, el principal emisor, EE.UU., y de otra las potencias emergentes lideradas por China. Sin embargo, estos países eluden sus responsabilidades y pretenden exigir las mismas a los países en vías de desarrollo.

Ante la ineficacia de los actores antes citados, surge un tercer bloque emergente, constituido por iniciativas como la denominada “Hora del Planeta”, auspiciada por la ONG ecologista WWF que convocó el pasado sábado 27 de marzo a cerca de mil millones de personas de más de ochenta países bajo el lema de “apaga la luz, enciende la esperanza”.

Apagar las luces del planeta durante una hora no persigue lograr una reducción abismal del consumo energético que, tras el acto se evaluó en aproximadamente 900 megavatios, la electricidad producida por una central nuclear como la de Vandellós relativa a la misma duración, sino concienciar a los ciudadanos del mundo sobre la trascendencia de las actuaciones que, a diario, podemos efectuar desde nuestros ámbitos domésticos más próximos para atajar los efectos del cambio climático.

Como dato anecdótico, señalar que el 10 % del consumo de electricidad en nuestro país se produce al mantener los dispositivos electrónicos en modo de standby, o bajo consumo. Por esto, actuaciones tan sencillas como desconectar los aparatos si no son utilizados representaría un considerable ahorro energético.

En definitiva, los ciudadanos mediante comportamientos racionales, cívicos y saludables debemos demostrar a los dirigentes políticos presentes en sucesivas cumbres climáticas, la enorme relevancia que el cambio climático representa en nuestro planeta. ||