18/07/2025@11:00:00
Ni en una comedia de enredos habría salido tan redondo el guion. Un joven pasajero que llega a Barcelona cargado con maletas llenas de tabaco de contrabando, su pareja escondiendo 1.000 euros en el pañal de su hija pequeña y, por si fuera poco, un carrito de bebé robado por el camino. Todo esto ocurrió en la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat, donde la Guardia Civil puso fin a una surrealista aventura familiar que acabó con un detenido, un alijo intervenido y un cochecito devuelto a sus legítimos dueños.