Poetas, escritores, novelistas y libreros han criticado que las instituciones públicas no promocionen, lo suficiente, las actividades literarias que impulsan en los municipios del Baix Llobregat. Arnau Cónsul, fundador de Cal Llibreter y experto en organizar eventos culturales en Sant Just Desvern, ha destacado que “la gente responde y agradece no tener que ir a Barcelona para disfrutar de estos actos culturales”.
El Baix Llobregat no es una “comarca dormitorio y el ciudadano celebra que se organicen actos culturales al lado de casa”, ha añadido Cónsul en el encuentro sobre “el mundo literario al Baix Llobregat” que ha organizado el Centre d’Estudis del Baix Llobregat. Montserrat Torra, miembro del CECBLL, ha detallado que la comarca dispone de más bibliotecas (35) que librerías (33), lo que permite hacer una mayor promoción cultural, inapreciable de momento.
Ayudas públicas
Miriam Cano, poeta y miembro del jurado del Premio de poesía Martí Dot de Sant Feliu de Llobregat, ha reconocido que “en nuestro territorio veo que hay un proteccionismo muy fuerte y un gasto de dinero importante a la hora de preparar actos literarios, por parte de los Ayuntamientos, para que luego haya seis personas en el público porque no se ha hecho la promoción adecuada”. La especialista en poesía ha recordado que las instituciones públicas se han olvidado de la promoción de la cultura que debe “bajarse a organizaciones u otros medios”.
Manel Martínez, regidor delegado de cultura en el Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat, ha aseverado que “tenemos buena literatura en la comarca por lo que tendríamos que pensar como, desde las administraciones, ayudamos al mundo literario y a las librerías porque muchos no son sostenibles”.
Premios literarios
Cano ha explicado que es importante que los premios literarios mantengan su “estatus” para equilibrar el peso y conservar la identidad. Todos estos reconocimientos surgen por la necesidad de impulsar la cultura y la lengua catalana. Miriam Cano ha puntualizado la importancia de entregar premios locales que, al ser más pequeños, “consigues que se cuide la obra, el trato al jurado y al autor, a quien se le ayuda durante el primer año de edición”.
El escritor Jordi Boladeras ha expresado que sus cuentos comienzan en el Baix Llobregat y después se van a otras poblaciones, de ahí “mi sentimiento de pertenencia a la comarca”. Jenn Díaz, novelista, ha revelado que ella en sus obras huye de marcas temporales y locales porque el protagonismo se lo da a los personajes. Días ha subrayado que “antes pensaba que estaba enfadada con el Baix, pero he de reconocer que sólo aquí puedo ser autora local”.