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Gasol regresa al patio de la Escuela Llor “donde empezó todo”
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Gasol regresa al patio de la Escuela Llor “donde empezó todo”

jueves 15 de septiembre de 2016, 09:55h

El célebre colegio santboyano contó con su alumno estrella para inaugurar la nueva cancha de baloncesto en un acto aguado, literalmente, por la tormenta

Ser el mejor jugador de baloncesto que España ha tenido en toda su historia y ser una estrella mundial de este deporte incluye jornadas maratonianas de promoción y compromisos como la que ayer tuve el santboyano Pau Gasol. Si a esto se le suma su talante comprometido –de sobras conocido a través de su fundación- y su implicación social, el cóctel deja una jornada como la de ayer. Entre los diferentes actos, en el marco de la campaña ‘Unlimited’ de Nike, Gasol estuvo por la mañana con los jugadores del Barça y por la tarde en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, donde nació y en donde se rodeó de 150 niños para incentivar la práctica deportiva como vía para conseguir los logros personales de cada uno.

Pero quedaba uno. También importante, más para nosotros como publicación comarcal. La Fundación Llor, colegio que le vio crecer y donde empezó a forjarse el jugador que es hoy, ha inaugurado una cancha de baloncesto espléndida fruto de la colaboración entre Nike, la Gasol Foundation y el centro educativo. Pero lo importante no era la cancha en sí, sino la visita del alumno más internacional. Llegamos a las 19:45 horas, un cuarto de hora antes de la convocatoria de prensa, y ya se respiraba en el ambiente que alguien muy especial venía por allí. Grandes y pequeños rodearon el nuevo espacio deportivo por dentro y por fuera del colegio en una estampa sensacional, amenizada con la música.

La afluencia y la expectación fue creciendo de la misma manera que el ánimo de los periodistas, cámaras y fotógrafos decaía molestos por el retraso. Eran exactamente las 20:36 horas y comenzaba a chispear. Algunos grupos de alumnos del Llor empezaron a entrenar sobre la pista para intentar mantener el ánimo. Pero lo que mal empieza, mal acaba. Una hora después de la convocatoria llegó Pau Gasol a la pista; fue justo entonces cuando empezó el diluvio universal sobre el cielo de Sant Boi.

“Gracias por la espera y disculpad por la lluvia”, empezó Gasol nervioso por la situación pero con una sonrisa natural que mostraba su ilusión de estar allí. Y eso que caían chuzos de punta. “Estoy muy feliz de estar aquí; aquí hace treinta años empezó todo”, respondía a la acelerada pregunta del ‘speaker’. “Disfrutad del momento, de los buenos ratos y del deporte”. No había tiempo para más. Eso sí, mientras los padres, fuera de la cancha, ya corrían para defenderse de la extrema tormenta, los más jóvenes aprovechaban para echarse una foto con su ídolo pese al más de un mosqueo de los más mayores. Y así, entre fotos y balones de baloncesto en el aire, acabamos chorreando en una tarde, como mínimo, diferente, con una lluvia de altura y que dejaba un mensaje evidente de Gasol: no olvidar los orígenes.

Gasol suma una anécdota más a las que ya viviría en su patio de toda la vida. Por su parte, los más pequeños, que conocían por primera vez a la estrella de la NBA, seguro que no olvidarán esta tarde pasada por agua. Y no será por el constipado.

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