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“Érase una vez en… Hollywoood”: 9 razones (y varios argumentos) para ver la 9ª película de Quentin Tarantino

“Érase una vez en… Hollywoood”: 9 razones (y varios argumentos) para ver la 9ª película de Quentin Tarantino

lunes 16 de septiembre de 2019, 18:56h
“La fascinación por el asesinato de Sharon Tate proviene de que, cuanto más lees sobre el caso, menos entiendes lo que pasó. La película viene a ser una reacción a la pérdida de inocencia que aquel hecho trajo consigo”. Quentin Tarantino

No hay duda de que Quentin Tarantino (Knoxville, Tennessee, 27 de marzo de 1963) es un genio del cine, un autor con mirada propia. Con “Pulp Fiction” cambió la historia del cine, la forma de narrar. Es el cineasta actual al que más sigo.

“Érase una vez en… Hollywood” es una gran película (probablemente no es la mejor de su filmografía), gana mucho tras su visionado, crece. Es una historia muy original, Quentin tardó 5 años en desarrollar el guión de su noveno largometraje y ha reconocido que es “(…) probablemente el más personal que ha hecho hasta ahora”.

Es su película menos violenta y con más humor. La violencia se concentra en el magistral tramo final (del que os hablaré al final de este artículo).

El film ha tenido un presupuesto de 95.000.000 $ (están muy bien empleados). Es la primera vez que Tarantino no trabaja con el productor Harvey Weinstein.

Es la última película que rodó el actor Luke Perry, que falleció el pasado 4 de marzo.

«Érase una vez en… Hollywood» se centra en el panorama cambiante de Hollywood (la Meca del cine) a finales de los años 60, cuando la industria empezaba a olvidarse de los pilares clásicos. La estrella de un western televisivo, Rick Dalton (DiCaprio), intenta amoldarse a estos cambios al mismo tiempo que su doble y amigo, Cliff Booth (Pitt). Sin embargo, la vida de Dalton parece que está ligada a sus raíces de Hollywood, puesto que es vecino de la actriz y modelo Sharon Tate (Margot Robbie), que acaba siendo víctima de la familia Manson en la matanza de agosto de 1969.

La escena post créditos es muy brillante y divertida, no hay que perdérsela.

Estas son 9 razones para ver (y disfrutar) la novena película de Quentin Tarantino:

  1. La historia

En su nuevo trabajo, Tarantino apuesta por el poder de la ficción, por demostrar que, quizá, el cine es mejor que la vida. Nos muestra una época concreta del cine de Hollywood y de las series de Televisión. Todo transcurre en 1969, utiliza como de costumbre elementos narrativos varios, desde los traílers de las películas, pasando por integrar en la acción modificaciones de rodajes de algunos films y utiliza sabiamente la analepsis. Todos los personajes están muy trabajados, y muy especialmente los dos protagonistas, el actor Rick Dalton (parece que inspirado en Lee Van Cleef) que vive horas bajas y a su amigo, doble en escenas de acción (especialista) y consejero.

El guión es inteligente, milimétrico.

  1. El reparto

Quentin es un gran director de actores. Vuelve a demostrarlo en esta ocasión. Memorable trabajo de Brad Pitt (no tengo duda de que será nominado al Oscar) que lleva mayor peso en la acción (sobre él, otros personajes nos hablan de un suceso que le persigue y que parece un secreto a voces) y, también, brillantísimo Leonardo DiCaprio, forman un tándem imbatible. Margot Robbie está impecable como Sharon Tate. La gran sorpresa positiva es Margaret Qualey, tiene mucha importancia en la trama. Otro de los descubrimientos es la niña de 10 años, Julia Butters. Aparece por primera vez en una pausa del rodaje y sorprende absolutamente a Rick, y todavía lo hace más cuando domina su personaje en el rodaje.

Al Pacino es un secundario brillante. Mike Moh es Bruce Lee. En el tráiler parecía que tenía gran parecido físico, en la película no tanto. Aparece en 3 escenas, en una es protagonista, de forma paródica, al enfrentarse, durante una pausa del rodaje de la serie de televisión “The Green Hornet”, con Pitt. Y además, en personajes secundarios, aparecen varios de los actores habituales de sus films: Kurt Rusell, Tim Roth, Michael Madsen y Bruce Dern.

  1. La ambientación

Tarantino logra situar al espectador en 1969. La dirección de arte es impecable y la ambientación de traca. Las escenas por las curvas cercanas a la casa del protagonista y por las carreteras son un prodigio. La película nos hace viajar a ese momento de forma muy acertada, mezclando realismo y otros elementos…

  1. Homenaje a las series de TV de Estados Unidos de los años 60

Más que un homenaje al cine de Hollywood o a las películas de serie B, en esta ocasión rinde pleitesía a las series de televisión estadounidenses de los años 60. Un momento en el que la televisión ocupaba el centro de los hogares, era un templo, sobre el que giraban muchas cosas y tenía gran influencia. Pasaba lo mismo en bares y restaurantes. En este aspecto, logra aumentar el nivel de realismo.

  1. Varias escenas magistrales

El film, quizá, es un poco largo (165 minutos), tiene varias escenas magistrales, en una de ellas brilla la niña actriz, también genera tensión el lugar al que el personaje que interpreta Qualey lleva a Booth, en el que años atrás se realizaban rodajes, y sin duda, el desenlace.

  1. Referencias

Tarantino es el rey del reciclaje, nunca estudió cine, eso sí, como el bien dice, ha visto muchas películas. En esta ocasión amplía su mirada sobre uno de sus films, “Malditos bastardos”, muestra su pasión por el cine de género (western, artes marciales, comedia) y son tantos sus referentes que nos obligarían a un extenso spoiler. La cultura pop, el underground y muchas películas están dentro del catálogo (incluso cita al cineasta español Joaquín Romero Marchent. El título de la película rinde homenaje a la última película del italiano Sergi Leone, «Érase una vez en América».

En definitiva, estamos ante una declaración de amor al Séptimo Arte.

  1. Cine libre

Tarantino se toma muchas licencias en su nueva película, y lo hace para que el espectador se lo pase muy bien y conecte con lo que sucede en la pantalla. Cine libre en su máxima expresión.

  1. Un final apoteósico

La parte final es de lo mejor de la película, es donde se concentra la violencia, donde mezcla de forma sabia comedia y acción de alto voltaje. Una noche que muestra muy bien y que es la demostración de gran talento. Todo funciona a la perfección, te deja con ganas de saber más de los personajes y de lo que pasará después. Nos muestra un momento desconcertante, de forma muy brillante

  1. Conexión con “Malditos bastardos

“Érase una vez en… Hollywood” es una película con mirada propia, con múltiples atractivos, y tiene su guinda en su conexión con “Malditos bastardos”. En ambos casos propone situaciones diferentes a las que sucedieron.

Hay que recordar que ya en “Death proof” Tarantino ya nos mostró un doble de acción.

José López Pérez

@JLPnosolocine

Vea el artículo completo en NoSoloCine.net
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