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Drama en Sant Andreu: pacientes sedados en el CAP y el hospital de campaña cerrado
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Drama en Sant Andreu: pacientes sedados en el CAP y el hospital de campaña cerrado

miércoles 08 de abril de 2020, 21:19h
La Conselleria de Salut niega por segunda vez que entren en servicio las 140 camas montadas por la Guardia Civil en el polideportivo municipal mientras el alcalde vuelve a exigir su puesta en funcionamiento

La gravísima situación sanitaria que está provocando la pandemia de coronavirus allí por donde pasa está tomando tintes trágicos en Sant Andreu de la Barca. La Conselleria de Salut ha vuelto a negarse en redondo a que entre en servicio el hospital de campaña con 140 camas que montó hace dos semanas la Guardia Civil, pese a que el alcalde de la ciudad ha vuelto a reclamarlo hasta por escrito. Y mientras, fuentes sanitarias han confirmado que la situación es tan crítica que en el Centro de Atención Primaria (CAP) de la localidad se está sedando a enfermos de Covid-19 por falta de medios para salvarles la vida.

Por dos veces la consellera de Salut de la Generalitat de Catalunya, Alba Vergès, le ha negado la mayor al hospital de campaña habilitado en el polideportivo municipal de Sant Andreu. La primera vez argumentó su negativa a que el equipamiento provisional, que cuenta con la tutela de Médicos sin Fronteras y el aval de la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS), "no cumple con las necesidades que tiene el sistema de salud del municipio". En su segunda intervención, esta vez en el transcurso de una rueda de prensa, Vergès ha vinculado de forma etérea el portazo de su conselleria a cuestiones “de coordinación”.

Necesidades de las personas

La consellera ha reiterado que el hospital montado por la Guardia Civil, seguirá cerrado a cal y canto hasta que no lo exijan “las necesidades de las personas”. Pero, en ningún caso, nunca abrirá sus puertas en función “de cualquier otra necesidad que pueda haber”, sin especificar a qué se estaba refiriendo concretamente.

Desde las antípodas de los postulados del Govern de la Generalitat, el alcalde de Sant Andreu y médico de profesión, Enric Llorca, ha vuelto a salir a la palestra para denunciar que “la actual situación en los centros sanitarios de la ciudad sigue haciendo necesaria la puesta en marcha del hospital de campaña para atender a los afectados por el Covid-19”.

Colapso en el hospital de Martorell

Las cifras decantan la balanza del lado del alcalde. Hace una semana fallecieron por coronavirus más de una veintena de ancianos en la residencia Gerard Manresa de la localidad; el hospital de referencia más próximo -el Sant Joan de Déu de Martorell- está colapsado (con 193 positivos, de ellos 112 miembros del personal del centro) y los dos dispensarios locales: el CAP Constitució y el Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP) La Solana están al límite. Hasta el punto de que en el ambulatorio “se está sedando a los enfermos con menos posibilidades de supervivencia”, porque no hay suficientes respiradores para mantenerlos con vida, y se prioriza a otros enfermos, según han certificado con mucho dolor fuentes próximas al centro.

Al encontronazo de Salut con Sant Andreu de la Barca por el hospital montado por la Guardia Civil -porque este cuerpo tiene su comandancia en el municipio- se suma también la negativa de Alba Vergès a que el Hotel Bristol de la ciudad reabra sus puertas transformado en un hospital con 40 camas, que ya están perfectamente medicalizadas, especializado en enfermos menos grave o que no pueden confinarse en sus propios domicilios porque conviven con personas de riesgo.

Negativa a las camas del Hotel Bristol

Además, la Generalitat también se opuso a que miembros de la Unidad Militarizada de Emergencias (UME) del Ejército desinfectara la residencia donde hace una semana fallecieron más de una veintena de ancianos y encargó el trabajo a una empresa privada, que aunque realizó las tareas de desinfección con total garantía “no dispone de tantos recursos ni está tan especializada como la UME”, según las mismas fuentes.

Aunque en la residencia Gerard Manresa ha vuelto una cierta normalidad después del terrible brote de coronavirus de la semana pasada y la plantilla del equipamiento vuelve a estar al completo, sigue faltando material de seguridad para prevenir contagios. “Estamos muy descontentos con la administración porque el material que nos ha hecho llegar es insuficiente y las nuevas remesas no acaban de llegar”, ha lamentado un portavoz del geriátrico.

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