La compañía automovilística planea también un parón colectivo de casi un mes por falta de suministros que podría afectar a 11.300 trabajadores de la plantilla, incluido el centro de componentes de El Prat.
La falta de suministros -en especial de “semiconductores”- empieza a causar estragos en la compañía automovilística Seat, que se está planteando poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El expediente podría afectar a 400 trabajadores de la factoría de Martorell y a otros 150 de la planta de la Zona Franca, en total 550 empleados que deberían quedarse en casa hasta el próximo 30 de junio.
Pero las medidas podrían ser todavía más contundentes si continúa cerrado el grifo de los suministros, pues está en el aire un cierre colectivo que afectaría a 11.300 trabajadores de las tres líneas de la factoría de Martorell (20 días de cierre), de la planta de la Zona Franca (un máximo de 20 días) y también del centro de componentes de El Prat (30 días).
Esta semana están previstas varias reuniones entre la dirección de la compañía automovilística y los sindicatos para avanzar en las negociaciones e intentar cerrar un acuerdo lo antes posible para poder reorganizar la producción. Pese al más que probable parón, Seat pretende recuperar la fabricación de los vehículos que no salgan de las cadenas de montaje durante las restricciones a lo largo de este año.
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