La paciente es una joven de Bilbao de 16 años afectada por una escoliosis que le había provocado una curvatura en la espalda de 70 grados y le obligaba a caminar inclinada hacia un lado. Las personas que presentan una desviación en la columna tan pronunciada pueden sufrir dolor severo de espalda, insuficiencia respiratoria y cardíaca o problemas de compresión medular.
Para realizar la intervención, los profesionales han utilizado una tecnología novedosa, ClarifEye, Navegación Quirúrgica por Realidad Aumentada, desarrollada por la empresa Philips, que proporciona imágenes de la zona que se está interviniendo fusionadas en tiempo real con otras imágenes obtenidas durante la planificación previa a la cirugía. La principal ventaja de esta técnica de realidad aumentada es la precisión con la que se colocan los tornillos en la columna del paciente para solucionar el problema de la curvatura, una precisión de hasta el 94% en comparación con la técnica que se venía haciendo hasta el momento, la llamada técnica “manos libres”. Con esta metodología se toman referencias anatómicas y se hacen palpaciones con la ayuda del instrumental quirúrgico para determinar donde hay que introducir los tornillos. Si bien, se estima que con esta técnica la precisión a la hora de colocar los implantes no es tan elevada.
El doctor Alejandro Peiró, integrante del equipo de cirugía del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Sant Joan de Déu, que junto con la doctora Imma Vilalta ha llevado a cabo la intervención, además de la precisión con la que se colocan los implantes, “que permite reducir el margen de error hasta en un 99%”, destaca que las tecnologías inmersivas aplicadas al ámbito de la sanidad reportan múltiples beneficios. Por ejemplo, permiten reducir listas de espera, ya que se disminuyen los tiempos por operación y “si en vez de una cirugía podemos hacer dos, reducimos el tiempo de espera”. Asimismo, las intervenciones con tecnologías inmersivas permiten una mayor seguridad para el paciente puesto que con ellas se pueden controlar más fácilmente los posibles movimientos de la persona durante la operación.
La formación en estas nuevas técnicas es fundamental, asegura el doctor Peiró, que admite que antes de realizar la primera cirugía de escoliosis con realidad aumentada, todos los profesionales que intervinieron, desde anestesistas, enfermeros, médicos, etc., recibieron una formación de seis meses, junto con la casa comercial creadora de la tecnología, y varias pruebas piloto.
Actualmente el Hospital Sant Joan de Déu dispone de un quirófano totalmente habilitado para realizar intervenciones utilizando tecnologías inmersivas. Las principales operaciones que realiza el equipo de cirugía del Servicio de Ortopedia y Traumatología son de columna vertebral. Sin embargo, también se está investigando su aplicación en cirugías maxilofaciales y tumorales, entre otras. “Hace unos meses, nos encontramos el caso de un niño con un tumor en la cadera que pudimos operar con una mayor precisión gracias a las tecnologías inmersivas”, declara el doctor Peiró.
El desarrollo y la investigación son piezas clave en el Hospital Sant Joan de Déu y no es la primera vez que es pionero en la utilización de nuevas técnicas y tecnologías. En los últimos meses, el centro ha anunciado que se convertirá en el primer hospital de Cataluña que podrá fabricar y suministrar a otros centros hospitalarios reproducciones de modelos anatómicos impresos en 3D y herramientas de apoyo para planificar cirugías muy complejas. Recientemente, también ha lanzado el proyecto ZOOHHH!, que permite a los pacientes interactuar de forma virtual con animales del zoológico de Barcelona a través de una cabina holográfica y con el uso de tecnología 5G.
Las tecnologías inmersivas
Los proyectos impulsados por el Hospital Sant Joan de Déu enmarcan a las tecnologías inmersivas en el campo de la sanidad, pero también se pueden encontrar en otros escenarios, como por ejemplo el ocio, el retail o la educación. Los investigadores llevan mucho tiempo estudiando y desarrollando sus posibles aplicaciones, pero es en los últimos años que están adquiriendo un mayor protagonismo. Según la empresa dedicada a consultoría e investigación en tecnologías de la información, Gartner, se estima que el 25% de las personas pasarán al menos una hora al día en el Metaverso en 2026. Pero, ¿en qué consisten exactamente estas tecnologías? Según el investigador y CEO de la empresa dedicada al aprendizaje inmersivo, Immersium Studio, Luis Villarejo, las tecnologías inmersivas son “unas tecnologías que nos permiten variar nuestra percepción de la realidad”. En la actualidad existen tres tipos y deviene fundamental conocer sus diferencias para entender su funcionamiento y cómo pueden aplicarse cada una de ellas en la sociedad.
En cuanto a la realidad virtual, posiblemente la que resulte más familiar entre la sociedad, es aquella en la que, “a través de unas gafas de realidad virtual, perdemos nuestro contexto físico real y nos sumergimos en una realidad construida digitalmente, que puede darse con estética de avatares o vídeo 360 o fotografía 360”. Por lo que a realidad aumentada se refiere, “a través de la pantalla de un teléfono móvil aumentamos con contenido digital nuestra visión de nuestro entorno físico real, que en ningún momento se pierde de vista”, es el caso de los filtros de las aplicaciones móviles. En tercer lugar, se encuentra la realidad mixta que, según Villarejo, es una “realidad aumentada vitaminada, en la que no perdemos de vista nuestro contexto físico real, sino que lo aumentamos con contenidos digitales”. En este caso la integración de los contenidos con la visión del mundo real es “mucho más lograda que con realidad aumentada”.
Cada tecnología aporta sus ventajas e inconvenientes. En función del objetivo que se persigue, será más conveniente el uso de una u otra. “A nivel de eficacia, eficiencia y espectacularidad, cualquiera de las tres puede serlo dependiendo de para qué se quiera aplicar”, apunta Villarejo.
Ámbitos de aplicación
La primera operación de escoliosis con realidad aumentada realizada en España por el Hospital Sant Joan de Déu es un ejemplo del avance y el auge que las tecnologías inmersivas han adquirido en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de Covid-19. Para Luis Villarejo, la sanidad, la educación y el e-commerce son los campos que han experimentado un mayor crecimiento últimamente. “En tiempos de Covid, en Immersium Studio, trabajamos el campo educativo y sanitario conjuntamente y formamos a más de 20.000 profesionales en toda Europa, con un proyecto de realidad virtual, para proporcionarles experiencia en UCI y generarles confianza en este entorno”.
Por su parte, la consultoría estratégica de tecnologías y externalización Accenture, concluye que las tecnologías inmersivas son una prioridad para las empresas, ya que el 82% de los ejecutivos cree que la creación de entornos virtuales y más inmersivos será importante para el éxito de su organización. Además, más del 60% de las grandes empresas está invirtiendo en ellas para potenciar el e-commerce. “El hecho de que tú desde casa con una aplicación de realidad aumentada puedas enfocar a tus pies y ver cómo te quedan distintos modelos de zapatos supone una mejor experiencia de compra para el usuario”, admite Villarejo. Y es que, según datos de la consultoría, el 47% de los usuarios pagaría más por un producto que pudiera testar a través de tecnologías inmersivas.
Las tecnologías inmersivas son cada vez más “reales” en nuestro día a día y podemos encontrarlas en grandes proyectos pioneros, como la intervención de escoliosis con realidad aumentada realizada por el Hospital Sant Joan de Déu, o en proyectos más cotidianos como los filtros que utilizamos asiduamente en diferentes aplicaciones móviles. Lo cierto es que han venido para quedarse y, como apunta Luis Villarejo, “lo importante no es que la gente sepa que los filtros de Instagram son una tecnología de realidad aumentada, sino que a la gente le aporte una utilidad y un beneficio”. Al final las nuevas tecnologías “vienen para hacernos la vida más fácil”.
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