La construcción de la autovía B-25 en Sant Boi, que comenzó en julio y durará 20 meses, permitirá mejorar la movilidad urbana y conectar directamente con la autopista C-32, evitando la congestión en la rotonda de La Parellada. La nueva vía también reordenará los accesos al casco urbano y abrirá nuevas conexiones. El proyecto, que ha sufrido varios retrasos a lo largo de los años, se espera que esté operativo en abril de 2025.
Si nada lo impide (crucemos los dedos), en abril de 2025 entrará en funcionamiento la flamante y deseada B-25, una prolongación de la autovía del Baix (A-2) que conectará directamente con la autopista C-32 evitando la colapsada y peligrosa rotonda de La Parellada, en Sant Boi.
Las obras, que comenzaron a finales de julio y durarán 20 meses, son algo más que la ejecución de una nueva carretera de 2,3 kilómetros que evita el rodeo por el nudo del Llobregat o las colas interminables de la C-245. La razón de fondo es que suponen un salto cualitativo enorme para la movilidad urbana e interurbana de Sant Boi que lleva años casi desconectada de una red viaria metropolitana a la que por fin va a poder integrarse como urbe de primera división.
Y es que la construcción de la B-25 va a permitir a la vez reordenar los accesos al casco urbano de la ciudad y abrir nuevas conexiones directas con la C-32, una vía rápida que desde su estreno da la espalda a la ciudad (solo tiene un auténtico enlace en Can Calderon -compartido con Viladecans- pues los otros dos están incompletos y no permiten todas las maniobras de entrada o salida), a pesar de que atraviesa de lado a lado su término municipal.
Como reconoce el primer teniente de alcalde de Sant Boi, José Ángel Carcelén, la resucitada autovía va a acarrear “una mejora de movilidad urbana” de la ciudad. Por los nuevos enlaces, pero también porque de los 77.485 vehículos que circulan diariamente por la C-245 en La Parellada solo 42.000 (el 55%) son samboyanos, mientras que los 34.663 restantes (45%) están de paso.“La variante (B-25) discurre a diferente nivel (en alto respecto a la C-245) y con calzada propia, de forma que absorberá el tráfico de paso, liberando las entradas y salidas a Sant Boi”, subraya Carcelén. Si no se actuara y volviera a enterrarse la B-25, se calcula que en 2044 pasarían por esta concurrida glorieta la friolera de 103.149 vehículos, de los que 46.607 serían tráfico de paso y los otros 56.542 vehículos de Sant Boi. Inasumible.
Ramal doble en el enlace de Cornellà
La primera gran aportación de la vía rápida a la mejora del tráfico ya aparece antes de La Parellada, justo en el inicio de su trazado, en la calzada en dirección mar de la A-2. Desde ese punto (denominado técnicamente enlace de Cornellà) partirá un ramal con dos carriles que salvará las actuales colas que genera la incorporación desde la rotonda de Sant Joan Despí en dirección a la C-32. “Se ganará fluidez porque los dos carriles conectan directamente con la autovía (de cuatro carriles por sentido en su tramo central)”, describe el primer teniente de alcalde.
Resiguiendo el trazado de la B-25 desde el enlace de Cornellà en dirección al polígono industrial Les Salines aparece la gran novedad viaria, que por si misma ya justificaría la construcción de la autovía. La supresión de la rotonda de la Parellada dará paso al enlace denominado “Sant Boi Norte” (con una gran rotonda de conexiones a una cota más baja que la B-25) y con dos puntos clave: una nueva conexión mejorada y libre de cruces peligrosos con la BV-2002 (que comunica con el barrio de Ciutat Cooperativa y Sant Vicenç dels Horts) gracias a un nuevo nudo con doble rotonda en la confluencia de las calles Bonaventura Calopa y Girona, y un nuevo acceso directo al casco urbano por la calle Mossèn Pere Tarrés regulado por una segunda rotonda de menores dimensiones que también dará servicio a la calle Saragossa. Desde la nueva gran rotonda de la B-25 se podrá entrar y salir del Parc Agrari del Baix Llobregat y acceder a Hierros Clariana, Garden Aralia, Planters Estrada y Pacadar.
Fin al obstáculo viario
La supresión de la glorieta de La Parellada “pondrá fin a la prioridad que ahora tiene el tráfico de la C-245 procedente de Cornellà y que obstaculiza la salida de los residentes de Sant Boi y su incorporación a la rotonda”, asegura el teniente de alcalde. También desaparece el peligrosísimo ‘ceda el paso’ del interior El solar que actualmente ocupa la rotonda “recuperará el doble uso industrial y comercial”, incide José Ángel Carcelén.
El siguiente punto de mejora será el complejo enlace con la C-31C que ganará una reclamada salida directa desde la autopista C-32 hacia el centro de Sant Boi –tanto si se circula en sentido Barcelona como en sentido Castelldefels- por la carretera del Prat. En esta encrucijada también se suprimirán las incorporaciones peligrosas reguladas por un ‘ceda el paso’.
Viales solo para agricultores
La guinda final de la B-25 la pone el nuevo enlace Sant Boi Sur que utiliza el eje de la calle Alacant para salir tanto hacia Barcelona como hacia Cornellà por la C-32 y la B-25 (actualmente solo es posible entrar si se circula desde Gavà por un ramal que pasará de uno a dos carriles). El nudo, que está acabado y solo pendiente de entrar en servicio, se ha reconfigurado para facilitar la incorporación de vehículos pesado al Parc Agrari e incorpora un vial restringido para usos agrícolas que conectará la Cooperativa Agrària Santboiana con el resto del parque. La futura autovía también incluye dos enlaces con el Centro Direccional y el polígono Mas Blau de El Prat, la reforma de la rotonda ‘de les ovelletes’ (en la BV-2002, en Sant Vicenç dels Horts), que incluye el desdoblamiento de la conexión con la A-2 y accesos directos al ramal, y la construcción de una plataforma segregada para bicicletas y peatones, desde La Parellada hasta Cornellà, así como espacio para un carril bus.
Aunque, en realidad, el reciente inicio de las obras de la B-25 es más bien su proyecto de finalización. Buena parte de la calzada definitiva ya se dejó construida antes del parón de 2016, como puede comprobarse con una simple imagen por satélite de Google Earth. Además, “casi todo lo ejecutado se aprovecha”, asegura Carcelén. Lo que acorta el plazo de ejecución. Lo que no ha podido salvarse ha sido la decena de pilares que durante una década han presidido silenciosos la entrada a Sant Boi desde Cornellà por la C-245.
En la cazada sobre el Llobregat
Actualmente, se está trabajando en la ampliación de la plataformade la futura calzada de la B-25 sobre el Llobregat (ocho carriles), lo que obligará a mantener cerrado al tráfico el bucle del ramal por el que se accede a la BV-2002 y al Camí del Sorral. durante todo este mes de octubre. El nuevo nudo de la BV- 2002 también estará operativo en su conjunto en 2025.
| Un retraso de décadas |
|
 La historia de la autovía B-25 ha sido convulsa, pero sobre todo larga. El vial se proyectó para los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 pero los retrasos y el cambio de prioridades políticas condenaron la infraestructura al baúl de los recuerdos.
Casi dos décadas después el proyecto fue rescatado del olvido y las obras comenzaron (por fin) el 7 de agosto de 2009. Pero el infortunio seguía al acecho y como consecuencia de la crisis, los trabajos se tuvieron que paralizar temporalmente entre el 1 de enero de 2013 y el 20 marzo de 2014. Pero la pausa no fue suficiente para reanimar unas obras que se suspendieron del todo el 29 de julio de 2016 debido a que la adjudicataria (Isolux-Corsan Corviam) entró en concurso de acreedores. El contrato se rescindió el 27 de noviembre de 2017.
Pero aún quedaba una bala en la recámara y el proyecto –con modificaciones- volvió a desempolvarse en Madrid y, en consecuencia, a reescribirse en marzo de 2018 porque había que introducir mejoras. Así, el 9 de junio de 2022 se aprobó el expediente informativo que ha permitido que las obras se retomaran a finales del pasado mes de julio.
|
Si (
No(
