El pasado martes 28 de noviembre, colegios de todo el mundo se unieron al llamamiento a la acción impulsado por CNN International, la iniciativa sostenible Call To Earth Day. Bajo el lema "Nuestro hogar compartido" ("Our shared home"), la edición de este año ha promovido la reflexión sobre la relación entre el desarrollo urbano y la naturaleza, resaltando el impacto de la vida humana tanto en los entornos urbanos como en los naturales. Al unirse a esta iniciativa, los colegios han demostrado su compromiso con la educación para el futuro, fomentando una generación que no solo comprende los desafíos ambientales, sino que también se siente capacitada para enfrentarlos.
El colegio The British School of Barcelona de Castelldefels se ha sumado a esta inciativa, junto con otros treinta y nueve colegios del grupo educativo Cognita de todo el mundo en el Call To Earth Day. Los alumnos han plasmado su preocupación por el planeta y los desafíos ambientales a los que se enfrenta la sociedad actual, de una manera creativa y expresiva, con la elaboración de vídeos y piezas de arte. Los alumnos han elegido sus propios temas de trabajo, explorando causas y consecuencias de la sequía, la contaminación o las especies en peligro de extinción.
La maestra de Primaria Hannah Wright, del campus BSB Sitges de The British School of Barcelona, uno de los colegios participantes este año, ha destacado la importancia que la participación en el proyecto supone para sus alumnos: "ha tenido un valor incalculable, ya que les ha brindado una experiencia educativa única que va más allá del aula". Además, ha apuntado que al tratar sus propios temas en profundidad, "no solo están despertando la conciencia colectiva, sino que también se están convirtiendo en voces con influencia que abogan por el cambio".
La educación por la acción
La educación se presenta como el fundamento esencial para formar ciudadanos comprometidos con la preservación del planeta en un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales. Ya se está gestando un movimiento transformador desde los colegios, donde la enseñanza medioambiental es parte del currículo, que impulsa a las generaciones futuras hacia un cambio positivo en beneficio del clima y la naturaleza. De hecho, según un estudio realizado por GoStudent en colaboración con Opinium, el cambio climático preocupa a 8 de cada 10 estudiantes en España, lo que demuestra una demanda de los propios jóvenes.
Aunque el llamamiento a la acción es crucial, aún hay un largo camino por recorrer. Según datos de la UNESCO, menos del 30% de los docentes de primaria y secundaria encuestados están dispuestos a enseñar el cambio climático, a pesar de que el 95% considera que es importante. Por lo tanto, participar en jornadas sostenibles se convierte en una valiosa herramienta para empoderar a los jóvenes y permitirles liderar acciones concretas. Además, sirve como un recordatorio global de que proteger el medio ambiente es una responsabilidad colectiva que puede inspirar un cambio hacia un futuro más verde y sostenible.
La BSB: formando agentes del cambio
La integración de la educación para la sostenibilidad debe ser un compromiso tangible que se refleje en medidas concretas y que involucre activamente a los estudiantes en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles, más allá de las jornadas de concienciación. Ejemplos claros de cómo los jóvenes pueden convertirse en agentes del cambio son proyectos como la creación de huertos sostenibles, la promoción de prácticas de consumo responsable como la venta de su propia cosecha de kilómetro cero, y el diseño de aulas al aire libre desarrollados por los estudiantes de bachillerato de BSB. Estas iniciativas les han permitido presentarse a los Premios a la Ecoinnovación, impulsados por la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación Europea Sociedad y Educación, fomentando así aún más la implicación juvenil.
Otra medida que guía a las nuevas generaciones hacia un futuro sostenible es el diseño de infraestructuras respetuosas con el medio ambiente desde los propios entornos educativos. En todos sus campus en Barcelona, Castelldefels y Sitges, BSB ha instalado 567 paneles solares, lo que ha reducido significativamente las emisiones de CO2 en 143,34 toneladas. Esta acción también ofrece una lección práctica para los estudiantes sobre el impacto de decisiones ecosostenibles.
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