Paco Pérez, 'El Pérez': “La intención de La Banda Trapera del Río era simplemente provocar"

Miguel Ángel Sánchez Tenedor (Melilla, 1959), también conocido como Morfi Grei, cantante de La Banda Trapera del Río, murió el pasado 4 de enero a la edad de 64 años a causa de complicaciones en un trasplante de hígado. Pasadas solo unas semanas, la editorial Gong publica el libro ‘Historias Trapérez de La Banda Trapera del Río’ de Paco Pérez ‘El Pérez’.

El autor, un amigo muy cercano del grupo, rememora los inicios de una de las principales bandas pioneras del rock garagero y el punk en España: La Banda Trapera del Río, formada en 1976 en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà de Llobregat, también conocido, sobre todo en aquellos tiempos, como la ‘Ciudad Satélite.

Morfi, Tío Modes y Raf

La Trapera eran Morfi a la voz, Modesto Agriarte ‘Tío Modes’ a la guitarra y Juan ‘Raf’ Pulido a la batería. Por el grupo también pasaron miembros efímeros como Carlos Motos, Emilio ‘Rockhita’ (quien por cierto dio clases de guitarra a Estopa) o ‘El Montoya’. Tras debutar en 1979 con un disco homónimo editado en la discográfica Belter, dedicaron una década casi únicamente a sus salvajes actuaciones en directo. En 1993 publicaron ‘Guante de guillotina’ (Okey-Divucsa, grabado originalmente en 1982), al que siguieron ‘Mentemblanco’ (Munster, 1995) y, tras otro gran silencio discográfico, ‘Quemando el futuro’ (Maldito Records, 2019).

Tras la muerte de ‘Tío Modes’ en 2004, la compañía Munster adquiere dos años después los derechos discográficos de la banda y publica la recopilación ‘1978/1982. Grabaciones completas’. En 2008, la sala Gruta 77 de Madrid acoge un concierto de homenaje a La Banda Trapera del Río en el que participan los grupos Rojo Omega, Los Chicos y Motociclón, con Morfi Grei cantando algunos temas con ellos. Fruto de esa actuación, organiza el año siguiente una serie de conciertos de reunión que se prolongan hasta el fallecimiento de ‘Raf’ Pulido en 2010. Justamente ese año, se estrena el documental ‘Venid a las cloacas’, y en 2016 reforman la banda para hacer una gira por su 40 aniversario que se alargó hasta 2021 con algunas interrupciones debido a los problemas de salud de Morfi.

Documentación para escribir una enciclopedia

Paco Pérez ‘El Pérez’, una de las personas que mejor conoce la trayectoria de La Banda Trapera del Río, atiende a El Llobregat con motivo de la publicación de su libro, un volumen en el que narra alguna de las interioridades del mítico combo de Sant Ildefons. Una crónica que, según dice, sale tan solo de su memoria. ¿No había documentación sobre La Trapera a la que recurrir o es que su método de escritura es así? “Claro, documentación hay mucha, y yo personalmente tengo para escribir una enciclopedia”, sonríe Pérez. “Pero cuando me decidí a escribir el libro, quería hacerlo desde un punto más personal, intimista, desde lo que te sale de las entrañas y la memoria. Teniendo más en cuenta las vivencias personales con los diferentes miembros de La Trapera y las mías propias”, añade. “Creo que así puede llegar más a la gente que ha leído mi libro y me lo han demostrado”.

A Pérez se le considera el quinto ‘trapero’. ¿Cómo fue su relación con ellos y, en particular, con el recientemente fallecido cantante de la banda, Morfi Grei? “En el libro explico los encuentros con cada uno de ellos. Encuentros, vivencias, amistad. Con todos, en general, tuve muy buena relación. En concreto con el Tío Modes, que llegó a ser como un hermano para mí. Con Juan ‘Raf’ Pulido también tenía muy buena conexión. Con Montoya (el penúltimo bajista de La Banda hasta que la mili le jodió la vida), yo había tocado la guitarra flamenca muchos años… Éramos uña y carne, ya que nos criamos juntos. Nos entendíamos sólo con mirarnos. Con Jordi (‘El Subidas’), que sustituyó a Montoya, mantenemos una buena relación desde siempre”, explica. “

Una relación curiosa

Y con Morfi tenía una relación curiosa. Fue el primero que conocí, ya antes de que existiera La Banda. Nos llevábamos bien pero cada uno mantenía algo de distancia con el otro. Nos conocíamos demasiado los dos, y siempre hubo respeto y cariño. En el libro hablo de todos los que pasaron por el grupo”, completa.

Pérez deja entrever que en su relación con la banda no solo hubo anécdotas felices con ellos sino también momentos amargos. “Por supuesto que hubo momentos muy amargos, sobre todo al ver el deterioro de mi gran amigo Montoya y más adelante del Tío Modes. Después, al ver la decadencia por la heroína de Morfi, la enfermedad y la muerte de Modes y Juan y recientemente la de Morfi”, indica. “Pero me quedo con los momentos buenos, de risas, de música, anécdotas y aventuras juntos”.

Unos más radicales que otros

A La Trapera muchos los consideran punks, ¿pero lo eran realmente? “La formación de La Trapera surgió en un momento convulso política y socialmente. En un barrio obrero como Sant Ildefons (o Ciudad Satélite). En aquella época estábamos políticamente comprometidos. Morfi, Manuel Verdún (Loli) y yo militábamos en la JCC (Juventudes Comunistas del PSUC). Nos reuníamos en un centro social llamado Casino Cultural, que era una tapadera para hacer política. Había miembros de muchos partidos de izquierda, unos más radicales que otros”, recuerda Pérez. “Morfi y Loli empezaron a hacer canciones para pasar el rato, y poco a poco se fue fraguando lo que después sería La Banda Trapera del Río. Las influencias de Morfi eran Pau Riba, el rock ‘laietà’ y llamar la atención mucho. Nosotros no teníamos ni idea de lo que era ser punk, ni siquiera habíamos oído esa palabra. Fue la prensa la que empezó a denominar a La Banda como el primer grupo punk de España. La intención de La Trapera era simplemente provocar”.

Pérez es una de las personas adecuadas para responder a una pregunta clave sobre La Trapera. ¿Qué tenían que les hace ser a día de hoy tan importantes? “Como he comentado antes, la provocación (en sus inicios). Después, sus letras provocadoras y una música a la altura de Deep Purple. Y la puesta en escena de Morfi, provocador hasta límites insospechados”. Y agrega el quinto ‘trapero’: “Cuando se incorporan Juan -con sus poesías urbanas- y Modes, que hacía hablar a la guitarra, el grupo se consolida como banda de culto y empieza a tener una gran influencia en grupos posteriores, sobre todo en el País Vasco”.

El ambiente de extrarradio

Es difícil que los menores de 45 años puedan imaginar la época y el ambiente de extrarradio que vivieron los integrantes de la banda y sus compañeros de generación. ¿Cómo eran las calles del Baix Llobregat de finales de los 70 y principios de los 80? “Siempre es difícil hacerse una idea de cómo era el momento para alguien que no lo ha vivido… Como cuando nuestros padres nos contaban su juventud. Aquellos eran barrios desestructurados, apenas sin servicios, con calles sin asfaltar y llenos de inmigrantes andaluces y extremeños, entre otros”, responde Pérez. “Mi generación se crió en las calles y con barro hasta el pantalón, como dice una de las letras de La Trapera. Había mucha delincuencia, muchas bandas (y no de música). Y aprendías a sobrevivir en aquel ambiente. Nuestros padres eran gente humilde y casi sin estudios que se mataba a trabajar para salir adelante. Familias numerosas en pisos pequeños”, reivindica.

“Aunque nací en Esplugues, cuando tenía 8 años nos fuimos a vivir a Sant Ildefons. En mi casa se escuchaba mucha música. Por parte de mis padres, flamenco. Después, gracias a mi hermano mayor, fui descubriendo diferentes y nuevas músicas”, narra Pérez. “ Empecé a tocar flamenco con la guitarra desde muy crío, pero también canción protesta, y después monté algunos grupos de rock, rumbas y lo que nos echaran. Tocaba en todas las peñas flamencas de Cornellà y L’Hospitalet casi siempre con mi amigo Montoya”, continúa. “Llegué a conocer a grandes músicos. Hasta acompañé a Manzanita, con el que me unía una buena relación. En cuanto a la escritura, siempre he llevado conmigo una libreta donde casi a diario escribía vivencias, anécdotas y cualquier cosa que se me pasara por la cabeza. Siempre me ha gustado escribir”, abunda. “Pero en el caso de este libro, aunque ya me lo había planteado alguna vez, realmente fue porque muchos amigos y conocidos me lo pedían insistentemente. Y era porque todos conocían mis vivencias con La Trapera”.

-¿Qué acabó de decidirle a escribir el libro?
-Lo que me acabó de decidir a escribirlo fueron las palabras de mi amigo Javier García-Pelayo junto a su hermano Gonzalo. Los dos me animaron, y ellos mismos lo han publicado. Javier García-Pelayo es mánager de multitud de artistas e impulsor del rock progresivo español, después denominado rock andaluz. Fue mánager de Smash, descubridor y también mánager de Triana, Alameda, Medina Azahara y Gato Pérez, entre otros muchos. Además es actor, productor y jugador.

-¿Algo o alguien más?
-También Gonzalo García-Pelayo, como decía antes, que es un productor musical (en su propia discográfica, Gong), presentador y director de cine. En los años 90 se hizo muy popular por obtener grandes ganancias en todos los casinos del mundo jugando a la ruleta. Grandes ganancias después de diseñar él mismo un método legal. III