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La sombra corrupta planea ya sobre San Boi

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
El “dilema del prisionero” es una de las técnicas más utilizadas en la resolución de conflictos, cuando dos delincuentes son detenidos, se aísla a cada uno de ellos en una celda, se les ofrece, por separado, un pacto, si uno habla y delata al cómplice, podrá beneficiarse de una pena inferior.

La reacción de la mayoría es denunciar al otro, y el resultado de tal decisión (debido a la ausencia de información entre ambos, que les hace competir y no cooperar) es ser condenados a elevados años de prisión. PP, PSC y CIU son prisioneros de un país que estremece, no cooperan por miedo a que el enemigo político saque más tajada, y se enzarzan en el absurdo “y tú más”.

En esta espiral de competir en vez de cooperar nos hemos visto envueltos este último mes, cuando presentamos una propuesta para condenar la corrupción y pedir medidas efectivas que tenía que ser votado en el pleno municipal. El PSC de Sant Boi la bloqueó como hace habitualmente, y propuso una alternativa que impedía el debate real, todo bajo el manto de una absurda maniobra que deslegitima aun más su maltrecha reputación. Los partidos siempre argumentan que la corrupción es cosa de individuos, cuando los principales casos están en la órbita de la financiación ilegal de los mismos. Pallerols (CIU), Palau (CIU), Gürtel (PP) o Filesa (PSC), lo son. Este último, muy conocido por los socialistas en Sant Boi, debido a los paseos que realizan en actos públicos con Josep Maria Sala, miembro de la ejecutiva del PSC, condenado por financiación ilegal de partidos en el mediático caso FILESA. Toda una desvergüenza. Pero tampoco hay que olvidar la “presunta” implicación en el caso campeón del alcalde Jaume Bosch, que en esta última semana se ha visto agravado con el escrito que ha presentado el fiscal donde pide la imputación del principal acusado el ex-ministro del PSOE, José Blanco, y que no descarta la eventualidad, en la que la acusación incluya la imputación a los actores necesarios para conseguir la licencia de la nave de Azkar en Sant Boi, Isaías Táboas, ex-secretario de trasportes y miembro del PSC, y también el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, que ya fue a declarar hace pocos meses a Madrid. No quiero olvidar otros casos como el del “túnel de bateo” donde no se ha estado a la altura en ningún momento. También hay que recordar la concesión de los cines municipales a un regidor del PSC en Pallejà, que ya se ha publicado en estas páginas, y que ha llevado a nuestro Grupo Municipal de Plataforma per Catalunya (PxC) ha presentar un escrito contra la fiscalía Anticorrupción para abrir diligencias e investigue porque se han pagado 105.000 € en facturas que no correspondían, un tema que irá para largo. Y para finalizar aquello que solo las escuchas telefónicas podrían discernir, pero que una ley laxa hace difícil de perseguir, como es la creación de empresas municipales como CORESSA, para colocar “presuntamente” a militantes y amigos, obras a dedo o concursos a medida.||

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