Esta noticia no es antigua ni repetida de meses atrás. Hay dos diferencias: una, que en Madrid ya no tienen la excusa del gobierno en funciones. Y dos: que el fastidio de los vecinos de la zona ya supera niveles indescriptibles. Por ello, la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, ha pedido al nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, una reunión urgente con el objetivo de reanudar “con la máxima celeridad posible” las obras de la variante de la C-245.
Esta infraestructura se pensó ya en los años preolímpicos de Barcelona y tenía como objetivo unir la A-2 a la altura de Cornellà con la C-32 del litoral de la comarca. Ante la paralización del proyecto, la Generalitat realizó la rotonda de La Parellada como medida provisional; medida que décadas después sigue siendo un caos en este punto de acceso de la ciudad.
Las obras se iniciaron en agosto de 2009, pero lo hicieron de una forma lenta y con constantes parones. El último, este año, con el gobierno en funciones, que ya suma 15 meses sin movimiento en el terreno. Según la alcaldesa, además, “sin dar ninguna explicación convincente ni compromiso de reanudación”. Moret ha calificado las obras de “vitales para el desarrollo de Sant Boi como ciudad y para la creación de oportunidades en el territorio”. De hecho, por la paralización de las obras, Sant Boi no ha podido iniciar algunas de las actuaciones que tiene previstas en la zona.
La alcaldesa ha llamado a la “defensa del territorio contra el menosprecio de la Administración estatal” y ha asegurado que en octubre ya envió una carta al secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar. Todavía no ha obtenido respuesta.