El Consejo Metropolitano del AMB (Àrea Metropolitana de Barcelona) ha aprobado las ordenanzas fiscales para el año 2018 con una actualización al alza de sus principales impuestos.
El Tributo Metropolitano -el más importante de la institución, que permite la financiación de los servicios propios de AMB (transporte; ciclo integral del agua; desarrollo social y económico; y mantenimiento de infraestructuras, playas y parques)- subirá en un 2,2% el próximo 2018, de acuerdo con la subida del IPC (Índice de Precios al Consumidor). Un valor que se aplicará también en el resto de tasas metropolitanas, con las que AMB espera recaudar unos 103 millones de euros.
Así pues, una vez revisado, el Tributo Metropolitano representará el 0,156% del valor catastral de los inmuebles del ámbito metropolitano, sea residencial o no. En este sentido, solo estarán exentos los inmuebles de primera residencia con valores catastrales inferiores a los 45.118,76 €.
Más importante es la subida, por su parte, de la Tasa Metropolitana de Tratamiento y Disposición de Residuos Municipales. Tal y como explicamos en la edición de noviembre de El Llobregat, en el reportaje ‘No reciclar saldrá caro’, La Agència Catalana de Residus busca llegar a los objetivos europeos que indican que se tendría que contar con una gestión selectiva limpia del 50% en el año 2020.
Para hacernos una idea de lo lejos que estamos de estos niveles, el Baix Llobregat está en un 31,48% y Cataluña en un 30,41%. Para mejorar estas estadísticas, la institución catalana ha encarecido el Canon de Disposición de Residuos, unas cuotas que también se traducirán en el impuesto metropolitano.
En concreto, la subida será del 4% para el año 2018, de manera que se podrán recaudar unos 118 millones de euros, que permitirán financiar las distintas medidas metropolitanas en la gestión medioambiental de los residuos municipales de 36 ayuntamientos.
El importe que corresponde pagar a cada domicilio se establece en base a dos coeficientes. Por un lado, se clasifican los domicilios en función del consumo del agua, estableciendo una docena de categorías que también distingui entre domicilios particulares, comerciales y empresas. A menor consumo de agua, menor es la tasa de residuos.
Por otro, el coste total se distribuye entre los 36 municipios, según la población y el volumen de residuos generados, así como la calidad de su recogida selectiva en origen y los costes derivados de los procesos de la puesta a disposición de los servicios metropolitanos. De aquí sale un coeficiente final para cada municipio que premia a los municipios que más reciclan.
En total, la tasa domiciliada responde, pues, tanto a los hábitos individuales (según el consumo del agua) como al comportamiento colectivo del municipio en base a la calidad y eficiencia en la recogida selectiva de residuos.
Con los nuevos coeficientes fiscales para el año 2018, AMB espera recaudar unos 222 millones de euros, una tercera parte del presupuesto total de la institución (684 millones de euros).
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