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SúperBaix

Por Francisco J. Rodríguez
viernes 06 de julio de 2018, 20:12h
La comarca rompe estereotipos y se consolida como uno de los destinos turísticos más importantes

La marca Baix Llobregat va al alza. En muchos aspectos. Entre otros, grandes empresas apuestan por la comarca para invertir y cada vez nos visitan más turistas. Incluso linces llegados desde Andalucía. Una realidad que se constata día a día con los datos en la mano y que está haciendo olvidar aquella imagen de territorio industrial y gris que se tenía tradicionalmente del Baix Llobregat. Incluso la consideración política de ‘cinturón rojo’ de Barcelona, que incluía a gran parte de los municipios de la comarca más cercanos a la capital catalana, parece ya cosa del “siglo pasado”, si hacemos caso a lo que dijo el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, hace algunas semanas. Una época de cambios en la que el Baix Llobregat está luchando por hacerse con un buen lugar en la línea de salida hacia el futuro.

El desafío del turismo
Uno de los aspectos en donde la comarca está destacando es en la atracción de turistas. Solo el año pasado hubo 2,2 millones de pernoctaciones en el Baix Llobregat, superados tan solo por el Maresme –donde hubo 6,9-, tradicional destino turístico de sol y playa de la provincia. Por otra parte, durante el primer trimestre de este año se ocuparon el 53% de las plazas hoteleras de la comarca. En concreto, fue durante la celebración del Mobile World Congress en l’Hospitalet y en Semana Santa cuando la ocupación hotelera creció sustancialmente, llegando a puntas del 79 y al 69%, respectivamente. Unas cifras altas alcanzadas gracias a la oferta hotelera de la zona del Delta, donde se concentraron más de la mitad de las pernoctaciones, mientras que en Semana Santa se repartieron el pastel las zonas del Delta y también del centro de la comarca –con el 50% y el 35%, respectivamente-.

Como hemos podido comprobar, el turismo de negocios y congresos tiene un peso importante en la comarca, al menos durante unos determinados períodos del calendario. Según el Consorcio de Turismo, el 21% de los visitantes lo hacen para asistir a congresos o ferias, una cifra superior a la media de la demarcación de Barcelona –del 17,6%-. Desde el Consorcio destacan que la comarca “se posiciona como una fuente de atracción del turismo vinculado al ámbito profesional”, una realidad que ha sido posible, sostienen, “gracias al trabajo de dinamización y comercialización del turismo de reuniones del Baix Llobregat Convention Bureau”, una iniciativa destinada a promover este tipo de visitas. No obstante, el turismo vacacional sigue siendo la joya de la corona, ya que engloba a más de la mitad de las personas que visitan el Baix –en concreto al 57%-.

¿Quién nos visita?
El perfil sociodemográfico del turista del Baix Llobregat responde mayoritariamente a un hombre –el 62%-de 44 años, que se aloja en un hotel –el 74%- una media de 4,5 noches y con un gasto total de 774 euros durante el viaje. Se trata, generalmente, de un turista español -36%-, seguido de los franceses –con el 11%-, los británicos -7,7%- y los alemanes -6,4%-. Su principal fuente de información para planificar el viaje es Internet, las redes sociales o blogs especializados –el 61% así lo hacen-.

¿Y cómo se desplazan a la comarca? Mayoritariamente llegan en avión; de hecho, casi la mitad de ellos –el 46%-, por delante del coche –el 31%, el tren -10%- o el autobús -5,5%-. Estos datos fueron recogidos por el LABturisme de la Diputación en 20 puntos diferentes de la comarca, desde hoteles hasta cámpings.

Los visitantes a la comarca valoran positivamente la oferta de alojamiento, el carácter de la gente, las playas, la seguridad ciudadana, el transporte público y el entorno natural, mientras que consideran que se ha de mejorar la oferta de aparcamiento. Similares son los datos del Observatorio de Turismo en Barcelona –un ente impulsado por el ayuntamiento de la capital catalana, la Diputación y Turismo de Barcelona-, que indican que los turistas ponen un notable al entorno de Barcelona –donde se incluye el Baix Llobregat-, destacando sobre todo el entorno natural y el contacto con la gente.

Casi la mitad repite
Pero uno de los datos más esperanzadores y que demuestra la fuerza de este sector en la comarca y la provincia es que el 47% de los turistas que vienen a Barcelona y su entorno repiten la visita. Un buen dato, pero a la vez inferior al que registran otras capitales europeas como París o Roma, donde más turistas repiten la visita. El consejero de Turismo del Baix Llobregat, en una entrevista en este número [ver páginas 14 y 15], apunta a que hay que “aspirar a que repitan más visitantes”, ya que estos, una vez ya conocen Barcelona de la primera visita, en una segunda ampliarán su ruta y buscarán nuevas propuestas, paisajes o actividades que pueden encontrar en el Baix Llobregat.

¿Qué se está haciendo?
En este sentido, la proximidad con Barcelona juega a favor de los intereses turísticos de la comarca. Desde el Consorcio lo saben, y han elaborado una campaña publicitaria con un eslogan que resume esa realidad: ‘A un salto de Barcelona’, rezan los carteles del Consorcio.

A un salto de Barcelona se pueden descubrir paisajes únicos y singulares, desde el Delta hasta Montserrat, pasando por la Colònia Güell. Es el leitmotiv de las acciones que lleva a cabo el Consorcio, que busca público extranjero a través de publicaciones en otros países, a la vez que incentiva el turismo familiar mediante actividades como el SuperMes. Se trata de una campaña diseñada para familias, a través de experiencias únicas en lugares emblemáticos del Baix Llobregat como Catalunya en Miniatura, las Cuevas de Montserrat o las Minas de Gavà, entre muchos otros. Este año tuvo lugar en abril, y su web recibió 110.000 visitas y registró 6.000 promociones descargadas.

Por otra parte, y en la línea de llevar turistas de Barcelona hacia los municipios de la comarca limítrofes, el Consorcio ha puesto en marcha la Ruta del Tram, una iniciativa con la que, a través de este transporte público, se quieren dar a conocer sitios como los Museos de Esplugues, Can Negre y la Torre de la Creu –obras cumbre del arquitecto modernista Josep Maria Jujol- en Sant Joan Despí, o bien el restaurante La Torre de l’Hereu de Sant Just Desvern, ubicado en una casa señorial de estilo modernista.

Un interés común de administraciones y privados. Y para muestra un botón. Gavà se acaba de dotar de un plan estratégico de turismo para definir el modelo de esta destinación como “sostenible y de calidad”, tal como explica su alcaldesa, Raquel Sánchez.

Un negocio que funciona
Por su parte, el sector hotelero recibe con los brazos abiertos a los cada vez más numerosos visitantes. Según datos del Consorcio de Turismo, la valoración que hacen los hoteleros de la ocupación es de 7,7 sobre 10, mientras que las sensaciones sobre la marcha del negocio son igualmente positivas, poniendo un 7,6 a la misma.

Una tendencia con la que coinciden desde el Gremio de Hostelería y Turismo del Baix Llobregat, que agrupa cerca de 300 asociados, entre hoteles, restaurantes, clubes o cervecerías, entre otros. Carme Mozo, su gerente, asegura a El Llobregat que el sector está “muy ilusionado” después de haber pasado los años más duros de la crisis. “Ya no hay miedo”, celebra Mozo, que asegura que cada vez más los visitantes “buscan” destinos situados en el Baix Llobregat. “Es que tenemos una potencialidad enorme”, asevera Mozo, que considera que no se había explotado hasta ahora porque “no había nadie antes detrás que empujara”. En este sentido, agradecen las políticas de la Diputación y del Consorcio de Turismo, cuyas campañas, dice, “funcionan muy bien”.

Por otra parte, Mozo también valora la ubicación de la comarca, sus condiciones geográficas y el hecho de que esté al lado de Barcelona, una ventaja que “han de explotar”. “Antes, los turistas no llegaban al Baix Llobregat porque no se hacía publicidad”, recuerda Mozo, que aplaude que ahora sí se haga divulgación de los atractivos comarcales por todo el mundo. Algo que favorece a que los turistas no encuentren por casualidad destinos como el Delta, Montserrat o la Colònia Güell, sino que acudan a ellos expresamente. Visitantes de fuera de la comarca, pero también de la misma, personas que aun viviendo en ella desconocían su potencial. Por todo ello, Mozo augura buenos tiempos para este sector.

Un dinamizador económico y territorial
Y es que el peso del turismo en la comarca es ciertamente importante. En este sentido, el 15% de las empresas y casi el 16% de la población ocupada desarrollan actividades turísticas, unas cifras superiores a la media de Cataluña –dos y cuatro puntos más bajas, respectivamente-. Además, desde el Consorcio destacan que “el dinamismo del sector turístico es más grande que el registrado en el total de la estructura productiva de la comarca”. Un dinamismo que vuelve a estar a prueba este verano.

¿Nos gusta recibir turistas? Las encuestas dicen que sí

En los últimos tiempos, influenciados por las actitudes refractarias provenientes de la capital catalana, el turismo ha tenido cierta mala prensa. La denominada turismofobia está en el centro del debate desde hace meses. De hecho, en esta edición de El Llobregat se trata uno de sus aspectos más polémicos, los pisos turísticos, un mercado que ya ha desbordado Barcelona y se extiende como una mancha de aceite por toda el área metropolitana.

¿Pero realmente existe un rechazo a la llegada de turistas? Si hacemos caso al último estudio de la Diputación de Barcelona, la realidad es muy diferente. Nueve de cada 10 personas del entorno de Barcelona –donde se incluye el Baix Llobregat- consideran que el turismo es beneficioso para su comarca, mientras que el 63% cita la aportación económica del mismo como lo más positivo de este sector. De hecho, es el segundo ámbito económico en el que piensan los ciudadanos a la hora de decir cuál aporta más riqueza a su comarca. Siguiendo con esta línea, otros aspectos positivos del turismo que destacan los ciudadanos son el intercambio cultural –para el 10%- y la creación de puestos de trabajo -7,4%-.

Lo peor, las aglomeraciones

No obstante, la encuesta también hace referencia a las consecuencias negativas de las visitas. Las aglomeraciones es lo que peor llevan los ciudadanos del entorno de Barcelona –para el 20%-, seguido del turismo de borrachera -16,6%- y el incivismo -13,7%-. Además, cerca del 40% de los encuestados piensan que el turismo limita las actividades en el espacio público, mientras que tres de cada 10 alertan de que se está llegando al límite la capacidad para poder absorber el gran número de visitantes en la comarca. La cifra de insatisfechos crece a medida que nos acercamos a Barcelona, pero nunca llegan a ser mayoría.

Sea como sea, estos últimos inconvenientes no impiden que para el 90% de los encuestados sea necesario seguir fomentando el turismo.

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