Tal vez no lo sea aún, pero va camino de serlo, resume. Hace semanas la ministra de Educación, maestra de primaria, concedía el pasar sin exámenes y con suspensos de la primaria a la selectividad. Tras un cierto estupor profesoral, la medida ha llegado para quedarse, bajando el nivel educativo de inmediato, curso por curso, promoción tras promoción; no han importado las cifras de fracaso escolar, ni los rankings PISA ni de la UE. En mi opinión, los padres, recurrirán si pueden a las clases de repaso con profesores particulares para que sus hijos no acaben sin oficio ni beneficio, como los llamados “ninis”.
Con esta necesidad de repaso, retengo al llamar al servicio de estudios del Institut Agrícola Català Sant Isidre (de 170 años), unas palabras clave: ZEPAS, Delta Llobregat, UE, sanción. Me recibe el biólogo Ignasi Sans (47 años), jefe de servicios técnicos de la entidad; con el ordenador en marcha repasamos varias veces los informes, pretensiones, amenazas y conclusiones de la denuncia (de 2013) de DEPANA-SEO, para que se cumplan las compensaciones ambientales por las ampliaciones del puerto y aeropuerto del 2004.
Hay una previa pretensión de la UE en rescatar humedales desde el año 2000, con un inventario ya hecho; Delta del Llobregat incluido. España y Catalunya tienen 1/3 de sus territorios como zonas protegidas, dada la variada biodiversidad que sus territorios mantienen. Es de la UE, el país con mayor biodiversidad; con todas las limitaciones y costes que eso supone.
DEPANA es una entidad conservacionista federada a la SEO y es la que ha realizado las denuncias y los informes que sustentan las amenazas de sanción de la UE. Sus trabajos de campo, mediante voluntarios y expertos, carecen de un contrainforme al día de hoy. Porque DEPANA al denunciar los incumplimientos atrasados y pactados en su momento con las autoridades regionales, pretende completar su pretensión con una extensión del mapa primero, con un millar más de hectáreas; un mapa IBA es su ideal de reserva deltaica.
Las reservas ornitológicas (ZEPAS) demandan un hábitat adecuado para las más de 350 tipologías de aves que deben ser acogidas y protegidas en un periplo que va del África al Norte de Europa. Así pues, sin prohibirse el cultivo intensivo actual, se plantean limitaciones y condiciones difíciles de poner en práctica; como el tema de la caza de especies invasoras, herbicidas, abonos, invernaderos… Una difícil coexistencia. Como en los humedales del Empordá, Delta del Ebre, y sobre todo en el Canal Segarra-Garriges, gravemente infra-utilizado debido a la protección de las aves esteparias.
El Delta Llobregat con su “Parc Agrari” y Ayuntamientos concernidos, no ha desarrollado una somera adaptación a una realidad que solo el Prat ha cumplimentado. Tal vez su superávit presupuestario le permite desarrollar su conservacionismo con hechos. Véase su radical oposición al Plan DORA del aeropuerto. Viladecans, Gavá y, sobretodo, Sant Boi son los más rezagados. Su excusa es que la Generalitat de Catalunya no ha invertido en un “Plan de Gestión” en el Delta. Una excusa cierta, pero ya con los 17 años denunciados, DEPANA tiene ventaja para exigir en fecha -tope febrero del 2022- una resolución a sus pretensiones por parte de la consellera Jordá. De no ser así: la sanción o retención de Fondos UE. Unas discretas reuniones se mantienen entre los representantes de los afectados, son momentos políticos confusos y esto dificulta que los acuerdos sean transparentes y bien acogidos por los sufridos payeses de la zona. Faltan detalles y tal vez capacidades para influir realmente en un tema complejo.
Al bajar la escalera del Palacio Fivaller, ya con un mínimo de ideas sobre el tema tras el repaso con el biólogo Sans, se me ocurre pensar -ya con el virus OMICRON estragando- en aquellos políticos y empresarios del siglo XIX que lucharon por desecar las lagunas fétidas del Prat, erradicar la malaria y convertir unos pantanos insalubres en la feraz huerta de Barcelona, para satisfacción de todos. Ahí están: el Canal Infanta y el canal Dreta como obras humanas, ahora discutidas en ocasiones. ¿Vale olvidar que la proximidad del humano a los animales ha sido el desencadenante de los últimos fenómenos pandémicos? Pestes, gripes, sida, covid… ¿Será bueno “renaturalizar” un paisaje humano deltaico? Con más especies de flora y fauna, que se sumarán a las especies exóticas invasoras: las cañas (siglo XVII), tortugas florida, cerdos vietnamitas, plagas de jabalíes, cotorras, torcaces, caracoles manzana, avispas velutinas, mosquitos tigre… La ONU anima a erradicarlas, solo Nueva Zelanda ha erradicado las suyas. Aquí iremos sumando sin más, sin hacer nada, aunque nos denuncien y avisen desde Europa. Tal vez la ignorancia educativa con la Sra. Alegría no excuse, pero explique a Europa, lo del Estado fallido. Me gustaría saber la opinión del historiador J. Codina sobre el tema, aunque con su libro “Gent del fang” sobre lo precario de vivir en pantanos, me queda claro.
Si (
No(
