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Con el fantasma de las aulas vacías

Con el fantasma de las aulas vacías

domingo 05 de febrero de 2023, 08:00h
L a caída de la natalidad ya empieza a notarse en todas las etapas de la vida escolar del Baix Llobregat, desde la educación infantil hasta la universidad

El vigente curso escolar 2022-23 arrancó el pasado mes de septiembre con un descenso del alumnado en todos los modos de enseñanza, que es más notorio cuanto más se desciende en la pirámide de edad, prueba de que cada vez hay menos niños.Curiosamente, también se está reduciendo el número de inscritos en los estudios superiores no obligatorios, pero esta bajada responde a otras causas más relacionadas con el fracaso escolar y la prematura salida al mundo laboral, según los expertos. En total –fusionando todos los estudios excepto los universitarios- este curso se matricularon en la comarca 137.061 alumnos, un 2,19% menos que en el 2021-22 ,cuando fueron a clase 140.124 escolares.

La disminución de alumnos es significativa en la franja de educación infantil (de 3 a 6 años). Mientras que en 2021 se matricularon en este nivel 20.655 niños, en 2022 lo hicieron 19.553, es decir 1.102 menos, según datos de los servicios territoriales de la Conselleria d’Educació en el Baix Llobregat. Esta diferencia supone una preocupante caída del 5,34%.

La situación mejora ligeramente a medida que se asciende en el escalafón educativo, lo que hace presagiar que en los próximos años el actual descenso del 5% de las aulas de infantil se extenderá al resto del sistema educativo progresivamente si no se detiene. la actual tendencia de desplome de los natalicios. Así, en las aulas de Educación Primaria de la comarca, la situación en el curso 2022-2023 es menos alarmante que entre los párvulos, pues el descenso de alumnos es solo del 1,93%, con 944 alumnos por debajo que en 2021, menos de la mitad del descenso porcentual registrado en infantil. En cifras absolutas, se ha pasado de los 48.860 niños escolarizados en primaria en el curso 2021-2021 a los 47.916 del curso en marcha.

Cuando se da el salto a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) la situación se estabiliza, con una ligera pincelada alcista del 0,58%. Así, los 37.250 alumnos de secundaria del curso pasado se han convertido en 37.505, e 215 más. La estabilidad de la ESO mejora la media de escolarización de toda la etapa obligatoria (desde los 3 hasta los 16 años) aunque sigue en números rojos, con un desplome del 1,71%. En total, los tres ciclos están siendo cursado por 104.974 niños, es decir, por 1.831 menos que en el curso 2021-22, en el que se matricularon 106.805 menores.El cómputo del alumnado vuelve a perder fuelle al pasar a los estudios no obligatorios. Así, en los ciclos formativos básicos y similares (CFGB) se ha detectado este curso una pérdida de estudiantes del 6,62% respecto al año pasado. En cifras, se ha pasado de los 1.284 inscritos en 2021 a los 1.199 de este curso.

En el siguiente estadio, la formación profesional de grado medio (FPGM), la situación da un vuelco y se constata un incremento del número de alumnos del 6,70%. En solo un curso se ha pasado de 6.046 matriculados en 2021 a los 6.451 que han iniciado las clases este mes de septiembre. Todo lo contrario ocurre al hablar del Bachillerato, la auténtica bestia negra del ciclo escolar. Los dos cursos que conforman la puerta de entrada más rápida a la universidad pierden valedores. Solo hay que comparar el número de matriculados en este curso (14.296) con los 15.525 bachilleres del curso 2021-22 para obtener una vertiginosa caída del 18,90%. Al meter en un mismo paquete todos los estudios secundarios no obligatorios la cifra se maquilla un poco y amortigua el golpe del descenso del Bachillerato. En bloque, el número de alumnos del curso 2022-23 es de 14.296 jóvenes, frente a los 15.525 del 2021-22, un bache del 7,92%.

El resto de estudios (no universitarios) siguen este curso comportamientos dispares pues la Formación Profesional de Grado Superior (FPGS) ha perdido un 2,36% de cuota, pasando de 4.784 del curso pasado a los 4.671 matriculados en este. Por contra, las escuelas de adultos apenas han ganado un 1,05% % de asistentes y los estudios oficiales de idiomas un leve 0,45%.

Por otro lado, la escuela pública se ha impuesto en números absolutos a la concertada en todas las modalidades educativas del Baix Llobregat en este curso 2022-23. El porcentaje de plazas públicas es del 73% en Educación Infantil, Educación Primaria y ESO, con un total de 76.943 alumnos frente a los 28.031 de la escuela concertada. El triunfo de la pública es más apabullante en Bachillerato (supone el 94% de los 6.646 alumnos matriculados), de la Formación Profesional de Grado Medio (91% de los 6.451 escolarizados) y de la Formación Profesional de Grado Superior (90% de los 4.671 alumnos inscritos. Si se calcula el promedio entre las tres variantes, la escuela pública se impone a la concertada en el conjunto de la enseñanza secundaria no obligatoria, pues atrae al 92% de los 17.768 jóvenes inscritos este curso que acaba de inciar su segundo trimestre.

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