La Serra de Collserola, considerada el pulmón verde de la comarca y del área metropolitana de Barcelona, ha experimentado en las últimas décadas un notable abandono de sus campos de cultivo. Esta situación ha dado lugar a un bosque denso y continuo que presenta un alto riesgo de incendios, especialmente en una zona tan poblada como la de Cataluña.
Iniciativa para la recuperación agrícola
Con el objetivo de revertir esta problemática, la Fundació Catalunya La Pedrera, en colaboración con L’Olivera y el Parc Natural de Collserola, ha lanzado un ambicioso proyecto que busca recuperar antiguos espacios agrícolas y potenciar la producción de alimentos con valor añadido, al mismo tiempo que se contribuye a la prevención de incendios forestales.
En este contexto, Sant Just Desvern se ha convertido en el escenario de un proyecto piloto destinado a transformar antiguos bancales de oliveras abandonadas en un mosaico agroforestal sostenible. La iniciativa no solo se enfoca en la producción de aceite, sino que también contempla la gestión del bosque para reducir el riesgo de incendios y enriquecer el paisaje local.
Recuperación de oliveras y biodiversidad
Se prevé recuperar hasta 240 oliveras de la variedad Arbequina, plantadas entre 2002 y 2006. Para ello, se llevarán a cabo trabajos de poda, aclarado de árboles y limpieza de la vegetación circundante. Si todo marcha según lo planeado, a partir del año 2028 se podrían cosechar aproximadamente 2.500 kilos de aceitunas, lo que resultaría en cerca de 330 litros de aceite.
A nivel general en Collserola, se han identificado 156 hectáreas agrícolas con potencial para ser recuperadas —casi un 2% del Parque Natural—. Estas tierras están distribuidas entre seis municipios: Barcelona, Sant Cugat, Sant Feliu, Molins de Rei, Cerdanyola y Sant Just Desvern. La recuperación de estos terrenos, que incluyen oliveras, huertos, frutales y pasturas, podría convertirse en una herramienta clave tanto para fomentar la biodiversidad como para garantizar la seguridad del territorio.