El enfrentamiento entre la Guardia Urbana y el Ayuntamiento de l’Hospitalet por las mejoras laborales del cuerpo se ha recrudecido estos días arrastrado por un alto absentismo laboral de los agentes que este fin de semana se ha traducido en que solo una patrulla estuviera de servicio durante las fiestas de Bellvitge. La oposición ha exigido la dimisión del teniente de alcalde, mientras se busca un acuerdo para reducir el conflicto en aras de garantizar la seguridad ciudadana en la segunda ciudad de Cataluña.
El tristemente histórico enfrentamiento entre la Guardia Urbana y el Ayuntamiento de l’Hospitalet, a la greña desde hace años por la mejora de las condiciones laborales de la plantilla, ha dado una nueva vuelta de tuerca. Y a peor. En una maniobra que parece esconder una huelga encubierta (algo que los cuerpos policiales tienen prohibido por ley), el absentismo laboral en la policía local de la segunda ciudad de Cataluña se ha disparado bruscamente este fin de semana, hasta el punto de que solo han acudido a sus puestos uno de cada tres guardias. una "repetntina pandemia" de bajas laborales (o de indisposiciones de última hora) ha dejado con una única patrulla de la Guardia Urbana (cuando suele haber una decena) las multitudinarias fiestas de Bellvitge, lo que ha provocado las quejas airadas de la oposición, que incluso ha llegado a pedir la dimisión de Jesús Husillos, teniente de alcalde del área de Seguretat i Govern Intern de L'Hospitalet.
El enfrentamiento entre sindicatos y consistorio de L’Hospitalet por la mejora de las condiciones laborales de la Guardia Urbana sigue al rojo vivo. La última propuesta municipal, que pivota en torno a aumentar el sueldo a la plantilla un promedio de 4.500 euros anuales –condicionados a no faltar al trabajo más de 19 días al año (la cláusula no es gratuita pues el cuerpo local es que arrastra un mayor absentismo laboral de todo Cataluña)- ha caído como una bomba entre los agentes que de entrada se han negado a hacer horas extra como medida de presión para negociar mejoras.
Modificación forzosa de turnos
El Ayuntamiento ha respondido a la afrenta publicando un decreto por el que se autoriza a Husillos a modificar de forma forzosa los turnos de trabajo del cuerpo "cuando se considere necesario para garantizar un servicio mínimo y la seguridad en la ciudad”. Pero ni aun con esas. Muy pocos de los agentes llamados a trabajar de forma excepcional han acudido a la comisaría. En paralelo, SPL-CME el sindicato mayoritario en la policía de L’Hospitalet, ha presentado una demanda contencioso-administrativa contra el decreto y ha pedido su suspensión cautelar.
Este lunes las aguas han vuelto un poco a su cauce y las bajas de agentes se han situado en cuotas normales. Aunque la normalidad en L’Hospitalet es ciertamente preocupante ya que desde el pasado mes de junio el absentismo laboral de la Guardia Urbana de la ciudad se mueve entre el 24% y el 35% en lo que respecta al servicio ordinario. “Esperamos que esta sea la tónica de los próximos días a partir de hoy. Sería bueno poder continuar con la negociación desde la buena fe y desde la mejor disposición de las partes posible”, ha destacado el teniente de alcalde de Seguretat.
Petición de un pleno extraordinario
Pero el relativo optimismo de Husillos no puede hacerse extensible a la oposición, que se ha lanzado a la yugular del gobierno municipal por lo sucedido en las fiestas de Bellvitge. Pese a que el propio teniente de alcalde ha dado este lunes las pertinentes explicaciones a los portavoces municipales de todos los partidos con representación en el consistorio, las espadas políticas siguen en alto. ERC ha pedido la dimisión de Jesús Husillos y que se le aparte de la negociación del convenio “para recuperar el clima de dialogo con la plantilla de la Guardia Urbana y redirigir el conflicto”. También ha pedido la convocatoria de un pleno extraordinario, algo que también ha hecho el PP, que considera imprescindible y urgente que se aborde la gravísima situación de inseguridad que padece la ciudad”.
Aunque la intención del equipo de gobierno que dirige el alcalde David Quirós es alcanzar un acuerdo (“hay margen para la negociación”, ha asegurado Husillos) pintan bastos porque el consistorio también tiene la intención de esclarecer el motivo de tanta baja y tanta indisposición repentina. “Se va a estudiar caso por caso de forma rigurosa pese a las limitaciones, pues ninguna empresa puede saber la causa real de una baja Y eso también es un hándicap”, ha confirmado el teniente de alcalde.
Desencaje de una propuesta "insultante"
Husillos ha indicado que a día de hoy existe “un cierto desencaje entre las expectativas de la representación sindical y la realidad de la plantilla”, porque una parte de los agentes sí apoya la última propuesta de subida salarial, que los sindicatos han calificado de “insultante". No obstante, el teniente de alcalde se ha mostrado confiado en que pronto se alcance un acuerdo que permita “prestar un mejor servicio a la ciudadanía” y a la vez complacer las demandas laborales de la policía local. “Creemos en el diálogo, en la negociación, en la representación legítima de los trabajadores estamos convencidos de que todos actuamos con responsabilidad, podremos llegar a cosas importantes”, ha insistido el edil.
No obstante, si continúan disparándose el absentismo y se repiten situaciones de falta palmaria de agentes como en las pasadas fiestas de Bellvitge, el consistorio no se quedará de brazos cruzados. “Si nos volvemos a encontrar con una situación así, la premisa volverá a ser garantizar la seguridad de la ciudad y utilizar todos aquellos medios que legalmente podamos utilizar”, ha advertido Jesús Husillos, como se ha hecho con el polémico -y recurrido- decreto.