Corbera cuenta con un nuevo espacio verde: el parque de la Roda, una antigua cantera de yeso que se ha transformado en un entorno lleno de vida, naturaleza y actividad.
El terreno, que había permanecido abandonado durante décadas, se encontraba junto al bosque de Josep Carner, en una zona estratégica que une el centro urbano con las urbanizaciones del sur. Hoy, este lugar renace como parque metropolitano y se incorpora a la Red de Parques Metropolitanos del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
La actuación ha tenido un coste de 1,3 millones de euros. El AMB y el Ayuntamiento de Corbera lo han hecho posible gracias al Programa de actuaciones de cohesión territorial (PACTE). El proyecto ha rehabilitado el espacio, eliminado los riesgos geológicos y preparado el terreno para nuevos usos ciudadanos.

Un espacio agradable y multifuncional
Desde el inicio, el equipo redactor ha concebido el nuevo parque como un lugar seguro, accesible y multifuncional. Para conseguirlo, las obras han actuado sobre los taludes con riesgo de desprendimiento para asegurar su estabilidad y se han instalado nuevas plataformas adaptadas al relieve natural de la zona para facilitar su accesibilidad.
El nuevo parque podrá acoger actividades para todas las edades. Cuenta con zonas de juego para niños, áreas para hacer ejercicio, un espacio para patinar y una gran explanada con escenario para eventos culturales y musicales. Además, tiene su propia Naturaula, una pequeña aula al aire libre pensada para acoger talleres y actividades educativas vinculadas al programa Aprendemos en la Red.

Un homenaje al pasado con mirada al futuro
Para aumentar el confort y mejorar el entorno, se han plantado 43 árboles nuevos y se ha usado hidrosembrado para reverdecer el suelo. Las nuevas zonas de sombra no solo embellecen el paisaje: también ayudan a refrescar el ambiente en los días más calurosos.
Más allá del diseño, el parque rinde homenaje a su pasado. La antigua cantera, que en su día sirvió a la industria del yeso y más tarde funcionó como vertedero, conserva huellas visibles de la historia geológica e industrial de Corbera. Hoy, ese legado se integra en un nuevo relato, que combina naturaleza, ocio y aprendizaje en un mismo espacio. El parque de la Roda ya forma parte del presente de Corbera, pero también mira hacia el futuro: un futuro más verde, más abierto y pensado para la convivencia.