El conflicto laboral en Marfina Bus SA, la empresa concesionaria del servicio de autobuses entre municipios como L’Hospitalet y El Prat, se prolonga desde hace meses, generando interrupciones y quejas continuas por parte de los usuarios. Las discrepancias entre empresa y plantilla han desembocado en un escenario de huelgas y tensiones internas que han dificultado seriamente la movilidad en la comarca y la capital barcelonesa.
Entre las principales quejas se encuentran el incumplimiento reiterado de horarios en líneas clave como la M12 y la M14, lo que ya ha provocado sanciones por parte de la administración. En concreto, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha impuesto dos penalizaciones graves de 85.000 euros a la empresa por estos incumplimientos, en febrero y marzo de 2025.
Ante la persistencia del conflicto y sus efectos en el servicio, el AMB ha hecho pública su preocupación por la situación laboral que afecta directamente a los usuarios del Bus Metropolitano. En un comunicado, el organismo lamenta que “las partes implicadas no hayan sido capaces, hasta ahora, de encontrar una solución viable y satisfactoria”.
La mediación como única solución
El AMB considera especialmente sorprendente que una empresa con la trayectoria de Marfina Bus “no haya conseguido articular fórmulas de consenso que permitan resolver la situación de forma responsable y efectiva”.
Como paso hacia una posible salida, el ente metropolitano propone incorporar una figura mediadora que ayude a acercar posturas y facilitar el diálogo entre empresa y trabajadores. “La mediación se plantea como un instrumento útil para superar las diferencias, generar un clima de entendimiento y, en última instancia, poner fin al conflicto en beneficio de la ciudadanía”, expresa el organismo.
“Menos tensiones y mejor servicio”
Al mismo tiempo, el AMB solicita a ambas partes que rebajen de forma inmediata el nivel de tensión y eviten medidas como despidos u otras acciones que puedan agravar el deterioro del servicio. Subraya que la prioridad debe ser garantizar la calidad y continuidad del transporte, al tiempo que se preservan los derechos laborales y se mantiene un marco de diálogo constructivo.
En su comunicado, el AMB reitera su disposición a actuar como facilitador del entendimiento, aunque recuerda que la responsabilidad final recae en las partes negociadoras. Por ello, hace un llamamiento a la responsabilidad y al compromiso de todos los implicados para resolver el conflicto de manera definitiva. Mientras tanto, miles de usuarios siguen pendientes de una solución que les devuelva un servicio estable y puntual en su día a día.